La transformación de
las instituciones ¿opción o imposición de la época?
Los cambios mundiales expresados en el salto científico-tecnológico,
las crisis del capitalismo y el estatismo y crecientes movimientos sociales
reivindicatorios, llegan hasta nuestros días con un mensaje contundente:
tras 200 años de vigencia, agoniza la época industrialista
y emerge –aún de manera incipiente- una nueva época de la
mano de los avances “informa-cionales”, que cuestiona sin miramientos las
relaciones de poder y los modos productivos y organizaciona-les. Si utilizamos
estos criterios para analizar la situación de nuestro país
en este tiempo, podemos confirmar que, lejos de transitar una “época
de cambios”, asistimos a un verdadero “cambio de época”.
Así, los cambios ocurridos en los modos de producción
de los sistemas agrarios e industriales, el predominio creciente de la
lógica del capital financiero como modelo de asignación de
recursos y como norma básica de los indicadores de éxito,
configuraron un modelo sostenido en políticas económicas
cuyos resultados, en tanto instrumentos de desarrollo social, han sido
a todas luces desastrosos.
Será por eso, tal vez, que el escenario actual aparece dominado
por las presiones de cambios originados en la decadencia de una época
y el surgimiento de otra; pero también, por la complejidad de un
sistema social creciente en diversidad y desigualdad. Toda la trama institucional
se encuentra en igual estado de crisis y en consecuencia forzada a redefinir
sus funciones y maneras de integrarse al nuevo contexto en formación.
Las transformaciones de nuestras organizaciones deben reconocer que
no estamos ante procesos predeterminados, sino moldeados por fuerzas humanas
y procesos históricos que se confrontan y contradicen tratando de
promover sus intereses y está en discusión la propia esencia
de nuestras organizaciones, sus fines, objetivos y prioridades.
Para el caso de las Universidades, debe observarse que:
-La complejidad de las relaciones dinámicas de la sociedad argentina,
sólo puede ser abordada desde una similar complejidad organizacional
y operativa. Hay que superar las acciones puntuales y los eventos por los
abordajes integrales y los procesos.
-El accionar universitario muestra una creciente “multifuncionalidad”
que no es posible analizar ni valorar con los criterios tradicionales.
Esta diversidad de nuevas formas de participación institucio-nal,
en especial con la sociedad, aparecen como elementos de tensión
y transformación institucional.
-El cambio de una visión mecánica del mundo por otra
sistémica y flexible, conlleve a tomar decisiones sobre: el modo
de participación social, la adopción de nuevas formas de
producción de conocimiento, el uso de tecnologías de información
para articular con todas las dimensiones involucradas (supranacional, nacional,
regional y sectorial) y el desarrollo de capacidades para proyectar escenarios
futuros.
En este sentido, la UNRC avanzó con claridad en estos puntos,
decidiendo por:
a- Una participación protagónica en el proceso de desarrollo
del centro-sur de Córdoba, asumida en el máximo nivel de
decisión, involucrando al conjunto de la institución y superando
la visión del desarrollo como objeto de estudio.
b- La articulación de actividades conjuntas entre las áreas
de gestión del rectorado y las facultades. Con esto se fortalece
la organización de espacios institucionales y el desarrollo de nuevos
instrumentos de gestión (Ideas-Proyecto, programas Institucionales,
Consejo de Educación a Distancia – SIAT), que promueven la participación
de actores externos y permiten articular las funciones educativas con la
generación de conocimientos y la apropiación directa de sus
resultados por parte de los sectores sociales.
c- La conformación de redes institucionales: en el nivel regional
(con ADESUR, PROCEDER, Informática Región Centro, Sistema
Industrial Manufacturero Regional, etc.) y en el plano nacional, con los
organismos de gestión y financia-miento de ciencia y tecnología,
innovación tecnológica, desarrollo productivo.
d- La organización de un Centro de Información Regional
con el aporte de las bases de datos existentes en todas las áreas,
como soporte para la formulación de prognosis y proyecciones sectoriales
y territoriales.
El desafío está presente: la multifuncionalidad interna
y las complejidades crecientes de nuestra realidad nacional nos presionan,
el camino recorrido en los modos de relacionamiento con la sociedad y los
avances en la articulación de la gestión constituyen nuestras
fortalezas. Pero lo más importante es no confundirnos, el horizonte
se amplía y aunque desdibujado, está indicando que esa es
la primera condición a incorporar en la gestión de las instituciones
educativas superiores. No queda lugar para las miradas reduccionistas y
fragmen-tadoras del accionar universitario en la era del conocimiento.
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Ing. Agr. Víctor Becerra, Secretario de Extensión
y Desarrollo UNRC.
Extracto de la ponencia realizada en el Encuentro de Graduados
de Agronomía y Veterinaria.
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