En una nueva colación de grados, en que la Universidad Nacional de Río Cuarto entregó sus respectivos diplomas a 111 nuevos profesionales, el decano de la Facultad de Ingeniería, Diego Moitre, sostuvo que «la interacción entre conocimiento, crecimiento económico y desarrollo social debe ser la prioridad de un sistema dinámico integrado por instituciones académicas y organismos gubernamentales, que impulse la construcción de una sociedad equitativa y en desarrollo».

Hablando ante las autoridades de la Universidad, encabezadas por el Rector Leonidas Cholaky, decanos y otras autoridades, egre-sados y sus familiares, Moitre sostuvo también que «la Universidad no agota sus funciones en el exclusivo manejo del conocimiento. La sociedad no sólo le reclama conocimiento avanzado sino también valores  relacionados con su gestión y utilización».
«Debemos y podemos aportarlos -remarcó Moitre- juntamente con nuestras capacidades intelectuales para resolver los complejos problemas que en la actual situación de crisis enfrentamos como Nación».
En el marco emotivo que le da al Aula Mayor «José Duarte» del campus universitario la realización de este tipo de ceremonias, el rector Cholaky procedió a tomar el juramento a los egresados, con el que respaldarán con ética y lealtad el ejercicio profesional.
Veinte  egresados pertenecen a la  Facultad de Ciencias Exactas, 60 a Ciencias  Humanas, 16 a Agronomía y Veterinaria, 8 a Ciencias Económicas y 7 a Ingeniería.

Egresada
Por su parte, la licenciada en Ciencias de la Comunicación Lorena Boschero despidió a sus compañeros de promoción afirmando que «durante varios años hemos aprendido, discutido y reflexionado en estas aulas acerca de la realidad. Hoy esa realidad nos está esperando y nos necesita», enfatizó.
«La Universidad no sólo debe educarnos, también debe formarnos; formarnos como sujetos críticos, políticos, conscientes y activos. Sólo así estaremos en condiciones de poder emprender el desafío de transformar este país», remarcó luego.
Hay que empeñarse -dijo finalmente- «por una Argentina en la que no necesitemos ni deseemos tomar un avión y cruzar el océano, una Argentina justa, libre, soberana e independiente».

Un ejemplo de vida
«No hay edad para estudiar, cuando uno se lo propone llega a la meta». La frase fue dicha con la serenidad y la templanza que dan los años, la experiencia y la adversidad de la enfermedad.
José Antonio Camargo, que va a cumplir 67 años en noviembre, recibió su título de Contador Público Nacional con emoción y orgullo en la última colación de grado de la Universidad.
Fue canillita y enfermero y empleado de administración del Hospital Central de Río Cuarto mientras estudiaba en la Facultad de Ciencias Económicas y se recibió cuando ya era jubilado.
«Me demoré unos años en el estudio, pero me habían elegido en ATSA como secretario general y tenía que servir a la gente que había confiado en mí», dijo también con satisfacción Camargo, que fue secretario general del gremio de la sanidad local entre 1985 y 1988.
Tenía sexto grado y retomó los estudios a los 35 para cursar el ciclo secundario. Luego empleó quince años para coronar su carrera universitaria, mientras atendía a su familia y criaba a cinco hijos, que le han dado siete nietos.
«Siempre quise mejorar en la vida», enfatizó el ex-dirigente gremial y ahora flamante Contador Público Nacional.

Los egresados recibieron sus títulos en el aula mayor del campus universitario