A casi un año de la puesta en marcha de la política de prescripción por genéricos en ASPURC, esta medida ya se ha convertido en obligatoria para todas las Obras Sociales del país con la reglamentación, en abril de este año, de la Ley de Prescripción por Nombre Genérico.
A modo de evaluación, el Dr. Ricardo Tácite, actual presidente del Colegio Médico de Río Cuarto, opinó sobre esta disposición, sus logros y obstáculos.

Desde su profesión, ¿cómo evalúa la implementación de la política de prescripción por genéricos?
Creo que ha servido para evitar esa suba continua, indiscriminada de los precios. No sé si realmente ha abaratado como debería todas las cosas porque en sí los precios de los genéricos han aumentado mucho, la brecha con otras marcas se achicó porque bajaron los medicamentos de marca y subieron los genéricos. De todas maneras permite que el acceso a los medicamentos sea más factible.

¿Considera que existe diferencia de calidad entre medicamentos de igual composición y diferentes marcas?
Desde mi profesión como otorrinolaringólogo quizá no puedo dar fe de eso porque son tratamientos cortos y las drogas son efectivas con muy pocas dosis. Creo que todos los medicamentos de una misma composición tendrían que ser iguales, pero hay un montón de factores, cómo vienen preparados, encerrados, dónde se guardan que hacen que por ahí el efecto no sea el mismo.

¿Usted ha tenido problemas con el efecto de alguna monodroga o medicamento más económico?
No, en mi experiencia personal no y no he escuchado casos.

En caso de comprobar que un medicamento no cumple con los requisitos estipulados ¿puede denunciarlo? 
Habría que enviar esos medicamentos a los laboratorios para que los analicen. En Córdoba, San Luis y creo que acá, en las universidades, hay formas de evaluar la pureza de la droga, pero no lo puedo decir con certeza. Nosotros desde el Colegio Médico no hemos hecho nada, en todo caso las dependencias de salud pública deberían ser las encargadas de receptar y generar ese tipo de control. Realmente, no conozco nada organizado.

Generalmente se relaciona calidad con precio, en el caso de los medicamentos ¿considera que esto es así?
Conozco una línea de un laboratorio muy bueno, una línea solidaria nacional llamada Medisol, que tiene precios exageradamente bajos y una calidad muy buena, comparados con otros de marca. Por eso digo no siempre, es muy discutible a dónde están los márgenes, yo no creo que esta gente lo haga para perder plata, algo deben ganar y sin embargo la diferencia de precios es muy grande. Por ejemplo, el caso de la vacuna de la hepatitis B, existe una increíble diferencia en el precio con respecto a la de marca y, sin embargo el resultado del dosaje de anticuerpos resultó ser el mismo, la calidad es la misma.

A usted como profesional ¿la ley de prescripción por genéricos le ha permitido ampliar su información al momento de indicar un medicamento?
Hay muchos profesionales que no conocen los componentes de los medicamentos, si hay otras drogas equivalentes o asociadas, se han desayunado con esta disposición, entonces a la fuerza se han tenido que ir informando. En cambio, para aquel que está preocupado en conocer cuáles son los componentes de cada medicamento no significó mucho cambio. Además uno se maneja con una estructura de drogas bastante reducida, no sé en otras especialidades, pero uno tiene 5 o 6 drogas en mente, así que no son tantas, a uno en realidad le ha facilitado porque son más los nombres comerciales que los nombres de las drogas. 
A grandes rasgos, creo que ha servido para frenar los exagerados aumentos que se daban porque sí, siempre había alguna excusa para aumentar. La situación del país ayudó a que esta ley se instale sin grandes resistencias, la necesidad era muy grande. Ha tenido apoyo también de los médicos, yo prefiero que el paciente me venga a ver a mí y me cuente como anduvo antes de que se gaste todo en un medicamento. Es una batalla cultural que cuesta ganarla, estuvimos acostumbrados décadas, sin embargo la fuerza de la situación actual va a hacer que se imponga. Quizá haya que afinar los mecanismos de control para que de esta manera no sólo se favorezcan los números sino también la efectividad de los medicamentos.