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El fracaso de la Ley Federal de 
Educación y la Ley de Educación 
Superior del menemismo

Los mediáticos resultados de la encuesta realizada por una cátedra de la UNLP pusieron en discusión el nivel educativo de los estudiantes universitarios en la Argentina de hoy. Respuestas de lo más increíbles hicieron poner en duda si existe un mínimo conocimiento de la realidad social por parte del estudiantado. Seguramente a ésta encuesta proseguirá una campaña de los medios de la derecha para restringir el ingreso a las universidades, arancelarlas en busca de la «excelencia académica», etc. 
Más allá de la veracidad o no de dicha encuesta, vale la pena debatir sobre semejante problema que nos ha adosado el neoliberalismo reinante en la Argentina por décadas. 
Las leyes madre de la educación sancionadas durante el menemismo (Federal de Educación y de Educación Superior), siguiendo los lineamientos de Banco Mundial, no solo han reformulado todo el sistema educativo sino que han generado nuevas condiciones estructurales en la educación argentina: flexibilización del régimen laboral de los docentes con sueldos miserables, deterioro de las instalaciones escolares, crecimiento de la deserción en todos los niveles, tasas de analfabetismo alarmantes, proliferación de instituciones privadas aranceladas, contenidos curriculares lamentables en buena parte de los planes de todos los niveles, achicamiento de las partidas para investigación, éxodo de los profesionales más capacitados, pasantías estudiantiles esclavistas, técnicas pedagógicas pensadas para otra realidad social, escuelas convertidas en comedores y cientos de problemas estructurales que muestran la decadencia de un sistema educativo que fue ejemplo en América Latina. Todo esto, claro, con la complicidad de sectores como la Franja Morada en la universidad, junto a todo el radicalismo enquistado en los consejos directivos y superiores, o intelectuales liberales que piensan la educación como un gasto y no como inversión social.
Es hora de empezar a escribir otra historia: tenemos que derogar la LES y la LFE y discutir en todos los niveles en forma democrática, participativa y protagónica un proyecto educativo integral que forme parte de un estratégico Nuevo Proyecto Nacional. Estudiantes, docentes, no docentes, padres, educadores populares, profesionales, organizaciones sociales y autoridades  deben ser los grandes protagonistas de ésta historia. Debatir otra educación para otro país. No hay salida posible de este cuello de botella si no ponemos el sistema educativo a perfeccionarse, a investigar, a incluir y no expulsar, a relacionarse con un Estado fuerte y activo para el desarrollo nacional.
El gobierno de Kirchner ha comenzado a mover las fichas en éste camino, por lo que debemos apoyar y profundizar todas las medidas que nos conduzcan a terminar con la dependencia de la ideología liberal en la matriz del sistema educativo. Los aumentos salariales, la incipiente mejora de las condiciones laborales de los docentes, el aumento del presupuesto para investigación o la participación privilegiada de las universidades nacionales en las consultorías requeridas por el Estado son medidas que marcan el comienzo de un rumbo en el que hay que ir a fondo. Más presupuesto para educación, democratización del co-gobierno universitario para acabar con las castas, construcción de cientos de nuevos centros educativos en todos los niveles, salarios dignos para los docentes, reformas curriculares para un nuevo proyecto de Nación, planes de becas para bajar la deserción, más jardines maternales, informatización masiva en los establecimientos, plan de alfabetización nacional son algunas de las medidas por la que debemos luchar. Y es ahí donde debe ir el superávit que tendremos en éste 2004, mal que les pese a Duhalde, Lavagna y el FMI. 
Otra educación solo será posible en el marco de ese Proyecto Nacional y Latinoamericano que sin duda encabezan Hugo Chávez y Fidel Castro, y para eso tenemos que barrer con los que implementaron éste modelo educativo acorde a un modelo de acumulación que tenemos que echar al basurero de la historia.

Encuesta a los estudiantes de la Facultad de Derecho de La Plata

 

Raúl Berigozzi
Estudiantes de Ciencias políticas: -Agrupación  Venceremos (En la U.N.R.C. y en todo el país)

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