Expresiones de la fonoaudióloga Fabricia Argüello
Dirección de Salud: Aportes para el bienestar vocal
22 de Agosto de 2014 - La voz es de esos recursos que suele valorarse durante su ausencia. Para no llegar a ese punto, la Dirección de Salud de la Universidad ofrece fonoaudiología entre sus prestaciones. Su responsable, Fabricia Argüello, recorrió en diálogo con la FM 97.7 Radio UNRC su labor a partir de 2006. Expresó que se trabaja “desde la prevención en los ingresantes en dos carreras: Educación Física y Comunicación Social”. Explicó que la labor se orienta “a los comunicadores porque en su mayoría quieren ser locutores o desarrollar otras tareas en los medios y en Educación Física porque básicamente trabajan con la voz como docentes y a veces hacen mal uso vocal”.
Señaló que “muchos” de sus pacientes observan problemas pues “respiran mal, por la boca”. Otros afectados son quienes “ingresan con rinitis” y “excepcionalmente con asma”. Argüello acotó que luego de la evaluación diagnóstica, “vuelven y hacemos el tratamiento para revertir eso y hacemos la respiración correcta, que es la costodiafragmática”. El tratamiento “lleva dos o tres meses” y los jóvenes van “una o dos veces por semana”.
El peligro de no saber
La fonoaudióloga advirtió que “muchos chicos no saben que hacen mal uso de la voz”. Contó que no solo los ingresantes, también quienes cursan en segundo y tercer año de Ciencias de la Comunicación se acercan a su consultorio en el pabellón I a tratar de dejar atrás malos hábitos respiratorios y de empleo de la voz. A menudo consultan “porque tienen disfonías repetidas”. Para el problema, la solución; merced a “convenios con otorrinolaringólogos, los derivo al otorrino para que haga un estudio y diagnostique si hay nódulos, pólipos, alguna patología o solo inflamación de cuerdas vocales”. Luego de este informe, Argüello empieza “a trabajar sobre las cuerdas”, cada tanto dañadas dado que “se habla a mucha velocidad o con gritos”.
En ocasiones, los inconvenientes ameritan “derivación” vinculada a ortodoncistas, por ejemplo cuando las debilidades son a nivel de la deglución, e incluso “hemos tenido que tratar casos con neurólogo”.
Si bien Comunicación y Educación Física son las carreras que más desfilan por el consultorio fonoaudiológico, Fabricia Argüello consignó que también acuden estudiantes de Abogacía y Lengua, entre otras disciplinas para corregir “dicción y mala pronunciación”. Algunos hasta tienen “dislalia, por ejemplo” y no faltan “chicos que no pronuncian bien la r a los que nunca se les ocurrió ir a fonoaudiología y solucionarlo”.
Otros concurrentes al consultorio son docentes y no docentes, “pero se los deriva ya que el área es específicamente para alumnos”.
Los interesados pueden ir a diario desde las 8 a este lugar al que llegan preocupaciones y del que se van aportes para mejores sonidos y salud.
A la tarea cotidiana se suma la jornada que cada 16 de abril se realiza en el campus para concientizar acerca del buen uso de la voz.
DEPARTAMENTO DE PRENSA Y DIFUSIÓN