Extensión y Desarrollo
Los consejos sociales se hacen más visibles en el horizonte universitario
19 de Marzo de 2015 - ¿Islas separadas por el vasto mar o tierras continentales hermanadas? La pregunta relativa a universidad y territorio admite distintas respuestas y a través de los años supo de la primera posibilidad. Frente a esto, los consejos sociales son instrumentos de integración, de distancias que se achican a partir del ánimo de ayudarse mutuamente a crecer.
En este marco, el campus fue sede del Cuarto encuentro nacional de consejos sociales, que contó con la presencia del rector de nuestra UNRC, Marcelo Ruiz, y fue organizado desde la Secretaría de Extensión y Desarrollo.
Representantes de organizaciones no gubernamentales llegaron al Aula Mayor a participar de la jornada de trabajo, uno de cuyos expositores fue Eduardo Rinesi, ex rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
En diálogo con la 97.7, Rinesi planteó que “los consejos sociales son novedades en las universidades” y que “con formatos organizativos y de gestión” bregan para garantizar “el derecho a la universidad, que no es solamente el de los individuos sino el de la comunidad a aprovechar los beneficios de que la universidad esté allí, que el estado esté allí”. Destacó que “es muy grande” la inversión que el Estado “hace en los procesos de investigación, que son muy relevantes como para que circulen solo puertas adentro”, razón por la cual “tienen que encontrar las vías para reunirse también con las demandas, aspiraciones, preocupaciones de los sectores organizados en el territorio”. En pos del encuentro entre lo investigado y las necesidades comunitarias, los consejos sociales cumplen un rol “muy interesante” y van logrando que “funcionen como esperamos”.
Rinesi agregó en este plano que “las universidades están produciendo un cambio en los últimos años; están volviendo a pensar la relación con el territorio no ya en los términos de lo que antiguamente se llamaba el extensionismo para los sectores desfavorecidos sino que la estamos pensando como abrir las puertas hacia adentro, para que sea el territorio el que entre en la universidad y la enriquezca discutiendo sobre ella”. Consideró que “en ese diálogo tenemos mucho que aprender y es lo que vienen empezando a producir como efecto los consejos sociales”.
Consultado acerca de la reforma de ciencia y técnica en nuestra Universidad y el rol participativo de los consejos sociales sobre qué temas de investigación son prioritarios, Rinesi expresó que es “muy interesante”. Complementó su opinión diciendo que “hay muchas experiencias en el mundo”, entre ellas los buzones ciudadanos en universidades españolas, para dar voz a los consejos y, con ello, ampliar el juego de las decisiones relativas a qué se hace con fondos públicos. Planteó que ni las universidades, ni los consejos sociales, ni el estado deberían decidir por sí solos sino que las opciones de investigación “deberían ser el fruto de un diálogo”, una de cuyas voces ha de ser la de un consejo social.
En sintonía, Florencia Fernández aseveró que “en la Universidad de Avellaneda le damos mucha importancia al Consejo Social, que forma parte del Consejo Superior”. Detalló que el social es polifónico por cuanto “tiene representación de la unión industrial, comerciantes, sociedades de fomento, bibliotecas”, cada una de las cuales elige a sus representantes. El presidente del Consejo es “el secretario de Cultura, Educación y Promoción de las artes de Avellaneda, Antonio Caruso, una personalidad muy reconocida en la ciudad por su trayectoria” que “participa tanto en reuniones de comisiones donde se tratan los temas y también en el consejo superior”.
El Consejo Social de la casa de estudios de Avellaneda funciona “desde 2012” y “siempre tuvo participación en el Consejo Superior”.
Alicia Motta, también consejera social, representa a sociedades de fomento. Entrevistada por la 97.7 Radio UNRC, consignó que “la dinámica es articular saberes de la universidad llegando a la comunidad y viceversa”. La valoró como “muy buena porque tenemos mucha presencia barrial en nuestra universidad; estamos en contacto directo con todo lo que tiene que ver con la universidad, que estudia nuestras propuestas y de ahí se desarrollan proyectos cuyos destinatarios son los barrios”. Ejemplificó el modo de llevar adelante acciones al reseñar que “nosotros nos reunimos periódicamente, analizamos proyectos entre las 52 sociedades de fomento y los llevamos a la universidad”.
Uno de los aspectos que resaltó fue el espíritu comunitario del Consejo Social en la Universidad de Avellaneda, ciudad del sur del Gran Buenos Aires que a través de organizaciones intermedias despliega los planes Fines, para que quienes estaban tentados a no concluir la secundaria revean su posición y finalicen. Pues bien, esto no compete solo a entidades intermedia ya que “lo hacemos junto a la universidad”. Uno de los beneficios de esta interacción es que, al estar en contacto con la universidad, más de uno de los que en definitiva concluyen el nivel medio luego cursa estudios superiores.
Otra muestra de la sinergia entre universidad y territorio es que en la Universidad Nacional de Avellaneda “hay una licenciatura en Enfermería” y sus estudiantes hacen “tareas dentro del barrio”. Como lo manifestó Motta, las organizaciones intermedias necesitan “los saberes de la universidad para desarrollar de forma más efectiva el quehacer dentro de un barrio y de la sociedad en general”. Y las universidades también precisan, tal lo marcó Eduardi Rinesi, dialogar con otras entidades de las que “tienen mucho que aprender”.
DEPARTAMENTO DE PRENSA Y DIFUSIÓN