Los
riesgos naturales en el sur de la provincia de Córdoba(*)
En forma elemental
todos nos referimos al riesgo con una concepción similar. Pensamos
que construir una casa muy cerca de la orilla de un río es riesgoso
ya que si este crece se puede inundar y por lo tanto producir un daño
que puede ser
permanente o no, pero que de cualquier forma
significa un costo,
una pérdida.
Cuando en Geología nos
referimos al Riesgo estamos pensando en cómo evaluar los probables
daños que un evento natural puede producir sobre los recursos y
sobre el hombre y sus construcciones o propiedades. Se entiende por eventos
naturales las inundaciones, las avalanchas, la erosión fluvial,
la erosión de suelos, los terremotos o sismos, el vulcanismo, la
degradación de suelos, la contaminación de suelos y aguas,
la desertización, entre otros.
Para tener una correcta evaluación
del Riesgo se hace necesario establecer algunos conceptos o criterios que
permitan considerar la posibilidad de la reiteración en el tiempo
y en el espacio de los eventos antes señalados. Esto permitirá
elaborar mapas o cartas de Riesgos.
Estos son:
-La fragilidad natural: son
las condiciones naturales o que son propias del medio que investigamos
(suelo, agua, relieve, etc.) que facilitan o no los procesos degradación
o alteración de esos recursos. Por ejemplo: un suelo que tiene poco
contenido de humus y es arenoso generalmente es poco resistente a los procesos
de erosión.
-La vulnerabilidad: resulta
de la confrontación de la fragilidad del sistema natural con una
determinada actividad antrópica. Por ejemplo: para que un territorio
sea vulnerable a la inundación además de que muestre condiciones
naturales adecuadas (terrazas bajas de un río) debe desarrollarse
en él una actividad humana de valor económico (vivienda,
industrias, agricultura, comercio, etc.). Entonces para ser vulnerable
no basta con que el sistema sea frágil, además debe existir
una actividad antrópica de determinado valor económico. Cuanto
mayor sea ese valor y más frágil sea, el territorio será
más vulnerable.
-La amenaza o peligro: esto
se refiere a la probabilidad de que un evento de determinada magnitud se
produzca en un determinado lapso. En el caso de una inundación,
los datos históricos permiten evaluar cada cuanto tiempo existe
la probabilidad (o posibilidad) que se produzca una crecida del río
y por lo tanto una inundación. Así el peligro será
mayor cuanto más cortos sean los tiempos entre dos crecidas de similar
magnitud. Se calcula que el tiempo de recurrencia de la inundación
de Río Cuarto, año 1943, es aproximadamente de 100 años,
por lo tanto la amenaza por este tipo de crecidas no es muy alto.
-El riesgo: surge de comparar
la vulnerabilidad de un área determinada frente a una amenaza. Por
ejemplo frente a la probabilidad de una crecida del río Cuarto,
el riesgo se evaluará en función de cual es la relación
existente entre el río y la altura de los territorios aledaños
y la actividad económica que se desarrolla en ese territorio. La
terraza baja será más frágil que la intermedia o la
alta, pero es poco vulnerable ya que sólo se realizan actividades
de recreación con poca inversión económica. En cambio
la terraza intermedia será menos frágil ya que por su posición
sólo se puede inundar en crecidas menos frecuentes, pero es más
vulnerable ya que se han instalado viviendas y actividades comerciales
y de servicios que han requerido mayores inversiones.
Para elaborar una mapa de Riesgo
es necesario contar con mapas de: suelos, geomorfológicos, hidrográficos,
geológicos, de vegetación, etc. También son necesarios
otros tipos de mapas llamados temáticos que muestran la distribución
de los rasgos producidos por algunos procesos naturales: rasgos erosión
de suelos, de erosión eólica, de acumulación de sedimentos,
mapas de áreas inundables, mapas de degradación de suelos,
etc.
Diversos tipos de riesgos han
sido detectados en la región sur de Córdoba, algunos de ellos
se dan en toda la región aunque no con la misma magnitud.
En la sierra de Comechingones
se destacan el riesgo a la erosión hídrica de suelos, el
riesgo a la desertización y el riesgo sísmico. Los vinculados
al suelo teniendo en cuenta que la actividad económica y la población
son bajas, no son de alto riesgo. El riesgo sísmico puede llegar
a ser importante ya que puede afectar las poblaciones serranas turísticas.
En las llanuras onduladas subhúmedas
a semiáridas, que rodean las sierras, los riesgos de erosión
de suelos y de erosión eólica son los más importantes.
La principal actividad productiva de la región está asociada
a este recurso natural y las pérdidas de suelo son de gran afectación
a su economía. En estas zonas cuando la actividad agrícola
incluye cultivos que requieren un uso muy intensivo de agroquímicos
tiene mucha importancia el riesgo de contaminación de suelos y del
agua subterránea. El riesgo de contaminación del agua subterránea
es mayor cuanto más cercana a la superficie se encuentre y cuanto
más poroso y pobre en humus y arcillas es el suelo. El riesgo de
desertización es moderado siendo algunas zonas periserranas y algunas
áreas del valle de la Cruz las de mayor riesgo.
En las llanuras muy suavemente
onduladas húmedas y subhúmedas al este de la ciudad de Río
Cuarto los problemas son similares, pero el riesgo de erosión hídrica
y eólica es de menor magnitud. Son muy importantes los riesgos de
contaminación del suelo y el agua por los agroquímicos ya
que su uso es aún más intensivo. Si a esto se suma en muchos
áreas una fuerte tendencia al monocultivo y últimamente al
uso indiscriminado del riego estos riesgos se potencian aún más,
fundamentalmente el de desertización.
Las llanuras arenosas del sur
muestran un muy alto riesgo a la erosión eólica, a la degradación
química y física del suelo, y por consiguiente, a la desertización.
Mientras el uso dominante de la tierra sea ganadero y la agricultura de
granos se realice con un buen manejo de las rotaciones, los riesgos son
menores, pero un uso intensivo agrícola puede ser catastrófico.
Las llanuras deprimidas del
sur (área de Curapaligüe, Levalle, Tigre Muerto, La Amarga)
y las depresiones de La Chanchera, La Brava, Bajos del Saladillo, son áreas
sometidas a inundación y degradación química y física
de suelos pero dada la actividad económica restringida el riesgo
es bajo.
Por último podemos referirnos
a algunos riesgos urbanos que tienen mucha importancia por ser las áreas
de concentración de la población y con actividades económicas
de mayor inversión. Uno de los problemas para las poblaciones cercanas
a las sierras de Comechingones es el riesgo sísmico ya que la mayoría
de ellas, a excepción de Sampacho, no están preparadas para
estos eventos naturales. Otro problema es la inundación, aún
poblaciones que no están cercanas a ríos importantes han
sido víctimas de problemas de inundación (caso Cabrera).
Generalmente, se generan por lluvias de gran intensidad cuyos excesos se
encauzan en caminos secundarios y terciarios que desembocan en las mismas.
Las ciudades que se ubican cercanas al río Tercero presentan bajo
riesgo de inundación ya que el río está muy regulado
por los embalses. Por último la erosión en caminos y calles
de tierra de las propias ciudades es muy importante ya que en la mayoría
de ellas no existe un sistema de desagües pluviales que controlen
el agua. Ejemplos muy claros de calles fuertemente erosionadas las podemos
observar en el distrito Alberdi de Río Cuarto donde sólo
para la calle Olegario Andrade se ha calculado un mínimo de perdida
de sedimentos de 490.000 Tn.
Concluyendo, los Mapas de Riesgo
se constituyen en un documento de gran importancia para planificar y ordenar
el uso del territorio, dictar normativas para ese uso, evaluar los impactos
ambientales provocados por las obras del hombre, evaluar el impacto producido
por un evento natural catastrófico y fundamentalmente para establecer
medidas de prevención que permitan reducir los daños que
ellos provocan.
(*)
Prof. Mario Pablo Cantú
Dpto.
de Geología.
Facultad
de Ciencias Exactas
U.N.R.C.
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