Cuando se alude al sistema alimentario, se considera un conjunto de relaciones económicas que inciden de un modo directo en los procesos de producción primaria, transformación agroindustrial, acopio, distribución y consumo de los productos alimentarios.  El mismo no sólo incorpora las relaciones técnico funcionales entre las esferas referidas, sino también aquellas existentes entre los agentes sociales que participan en cada una de ellas.   

El concepto de sistema pretende delimitar, dentro del campo que se conoce como sistema económico, a las relaciones más directamente ligadas a la oferta y al consumo de alimentos como marco de políticas de desarrollo. Se trata de un sistema particular que se distingue de otros, de producción y consumo de bienes, por los determinantes biológicos del punto de partida y de llegada, la producción primaria y la nutrición humana respectivamente. 
Debido a su amplitud y diversidad, el concepto de sistema agroalimentario -conformado por un gran número de productos y productores- resulta ineficiente para el diseño de políticas, por otro lado, el análisis específico de los patrones de comportamiento de aquellos agentes relevantes es, sin embargo, insuficiente para analizar los factores de competitividad de cada subsector. Por lo tanto es necesario ubicarse en un nivel intermedio, entre el implicado  en el de sistema alimentario y el de las unidades de producción y consumo, a los fines de realizar el diagnóstico y el diseño de las políticas. 
Es precisamente el concepto de cadena alimentaria el que se ubica en este nivel intermedio, correspondiéndole por un lado la aplicación de la noción de sistema y, por otro, precisándolo en función de productos específicos o de familias de productos. Se define como cadena alimentaria al conjunto de relaciones socioeconómicas vinculadas a la producción de materias primas y su procesamiento, la producción de bienes, sus canales de comercialización -internos y externos- y los sistemas de distribución y consumos finales. 
El estudio de la cadena alimentaria de la carne vacuna –sobre el que se hará referencia- resulta de un recorte dentro del sistema económico, el cual abarca las relaciones económicas y sociales vinculadas con la producción y consumo de la carne. Además, dada la significación económica y social que históricamente ha tenido la ganadería bovina en la provincia de Córdoba, éste se circunscribe al ámbito de la misma. 

Principales características de la cadena 
En la provincia de Córdoba la cadena alimentaria de la carne bovina presenta características coincidentes con las vigentes en el ámbito nacional. Así, la estructura productiva de la fase de producción primaria está conformada mayoritariamente por empresas de tipo familiar, siendo escasas las unidades altamente capitalizadas. La producción de ganado vacuno es altamente significativa -la provincia es la segunda productora a nivel nacional-, existiendo la posibilidad de intensificarla mediante procesos de difusión de la tecnología disponible. 
Por su parte, la fase de procesamiento industrial se caracteriza por ser una actividad de proceso relativamente simple, y en donde coexisten dos sectores diferenciados en función del nivel sanitario y tecnológico disponible. La carne producida es comercializada principalmente en el mercado interno, el cual es relativamente menos exigente que el mercado internacional en cuanto a calidad y presentación. El grado de concentración es relativamente bajo y tampoco es significativa la presencia de capitales extranjeros. La participación en la faena de los establecimientos exportadores es menor, se trata de un segmento que exhibe mayor grado de eficiencia productiva y concentración económica.      
En cuanto a los canales de comercialización, se ha dado en los últimos años una pérdida de peso relativo de los remates-ferias, espacio que ha sido ganado por las ventas directas en los establecimientos rurales, mientras que los envíos a Liniers se mantienen relativamente estables. La relativa transparencia del mercado de carne vacuna -fundamentalmente debido al elevado número de oferentes y demandantes - favorece la posición negociadora de los productores primarios, en tanto limita las posibilidades de los grandes frigoríficos para fijar los precios. Sin embargo, esta situación se ve afectada por el cumplimiento insuficiente de las normas impositivas y sanitarias que se observa en el ámbito de todo el territorio nacional. 
Existe una escasa articulación entre la producción pecuaria, la industria y los servicios, reflejada principalmente en la mayor importancia relativa de la primera frente a las demás pero también en la presencia de una industria insuficiente para procesar toda la producción primaria, con limitaciones tecnológicas y de capacidad de inversión y con dificultades para obtener productos más diferenciados. Tampoco existen en el ámbito provincial industrias conexas que procesen otros subproductos derivados del ganado vacuno (cuero y derivados, sangre, etc.), que si bien no forman parte del sistema alimentario se desarrollan alrededor de la industria frigorífica. 
Se considera importante aprovechar las condiciones favorables del mercado mundial fortaleciendo la franja agroexportadora de esta cadena, con exportaciones que ya no sean los excedentes del consumo interno, y que estén conformadas por productos altamente diferenciados, con tipos y cortes de carne que responden a la demanda de los mercados. 
En síntesis, esta cadena alimentaria, hasta aquí productora de alimentos básicos tradicionales, es susceptible de transformarse en una cadena de productos básicos modernos de mayor valor agregado a través de la introducción de mejoras tecnológicas importantes en los distintos procesos y con participación creciente de productos diferenciados de mayor calidad y precio. Para ello, es necesario identificar las potencialidades de la cadena alimentaria regional de carne bovina y aportar al fortalecimiento de sus capacidades competitivas, mejorando las condiciones de la estructura productiva y consolidando las articulaciones en el interior de la cadena de forma tal que tales cambios contribuyan al desarrollo de la región. 

Estrategias para aumentar la competitividad de la cadena 
Por una parte, la reconversión de las empresas agropecuarias requiere una dotación de recursos financieros, tecnológicos y empresariales, los cuales no están disponibles para todas las empresas agropecuarias de la provincia de Córdoba. El desafío mayor está centrado en aquella franja de productores más pequeños, con menores recursos o con bajos niveles tecnológicos, para quienes deberán presentarse la mayor cantidad de estrategias posibles.  
El incremento de los volúmenes de producción requerirá de una estrategia de intensificación en la actividad ganadera. Además, será importante considerar las nuevas demandas del mercado interno y del mercado internacional, para lo cual deberán adecuarse la producción ganadera y la industria procesadora teniendo en cuenta que estas demandas se caracterizan por exigencias de calidad y variedad. En este sentido, las posibilidades de la provincia son excelentes en función de sus condiciones agroecológicas, por lo que es posible la producción de todo tipo de producto cárnico. No obstante, la situación tecnológico-productiva de la actividad primaria, la desarticulación con la industria y el propio desempeño de esta última aparecen como fuertes limitantes en el corto plazo. 
Por otra parte, el marco institucional que acompaña a esta actividad en la provincia de Córdoba presenta ciertas fortalezas y también debilidades. En el caso de las instituciones públicas, diversos programas tendientes a mejorar la situación del sector primario y de la agroindustria están en vigencia; sin embargo, muchos de estos programas sólo pueden ser aprovechados por aquellos productores capaces de responder a los estímulos del mercado, pero carece de opciones para aquellos que, teniendo la decisión de reconvertirse, no cuentan con los recursos para hacerlo. 
Una importante limitación se encuentra en el desempeño de la industria frigorífica provincial, la cual no cuenta con la capacidad instalada suficiente para procesar el número de cabezas de ganado producido por el sector primario. Por lo tanto, es necesario emprender una estrategia de reconversión y expansión industrial que abarque incluso, la instalación de nuevas plantas frigoríficas. 
La concreción de este tipo de reconversión productiva no puede quedar librada a las fuerzas espontáneas del mercado puesto que en este caso, el objetivo podría malograrse, demorarse excesivamente o aumentar innecesariamente los costos sociales derivados del desplazamiento de algunos agentes económicos vinculados a la actividad. 
Además, se deberá tener muy en cuenta que el mero fortalecimiento de uno de los eslabones, como en este caso la industria frigorífica, tampoco es suficiente para generar una dinámica expansiva sustentable; por el contrario, es indispensable emprender una estrategia global que incluya a todos los componentes de la cadena productiva. 
De este modo se abre un amplio abanico de estrategias de reconversión, asumidas por los agentes de acuerdo a sus propias condiciones de partida, en donde jueguen factores tales como el tamaño de la explotación, las condiciones agroecológicas, el nivel de endeudamiento, junto con otros, que hacen a la capacidad de innovación, y, por  otro lado, las políticas e instrumentos puestos en práctica. 
Para lograr que estas acciones involucren a la mayoría de los actores y al mismo tiempo se constituyan en opciones viables, es necesario que las mismas se desarrollen dentro de un marco de coordinación institucional. Esta coordinación debe apuntar en primer lugar a minimizar los recursos requeridos para el desarrollo de las diferentes estrategias, evitando la duplicación de esfuerzos entre las distintas instituciones. En segundo lugar, debe contemplar la necesidad de coordinar las ofertas por parte de las instituciones públicas con las demandas de las instituciones u organizaciones privadas, lo que significa romper con la idea de conflicto de intereses entre ambas. Y, finalmente, aunque no menos importante, deberá evitar que los beneficios de esta coordinación alcancen exclusivamente a un grupo selecto y continúen marginando a la mayoría de los productores. 
En este sentido, los gobiernos municipales y provincial, actuando en forma conjunta con otras instituciones públicas y con las asociaciones de productores, cámaras industriales y de comercio se constituyen en el espacio idóneo para la búsqueda de soluciones a la compleja problemática territorial, frente a un proceso de reestructuración que, encarado tanto a nivel nacional como internacional, condiciona los espacios territoriales a los intereses de los grupos de poder más concentrados.  
Por lo tanto, para que la cadena alimentaria de la carne bovina se constituya en una contribución al desarrollo regional, deberá involucrar al más amplio espectro de agentes económicos y sociales relacionados con esta actividad, priorizando la articulación intra e inter sectorial y en donde el esfuerzo conjunto será la base de una estrategia posible. 

(*) Instituto de Desarrollo Regional 
Del libro: “La cadena alimentaria de la carne bovina en Córdoba”; Geymonat, A., Vagnola, A., Granda, J., Regolini, M.   y  
Donadoni, M.  - FCE - UNRC 
ageymonat@eco.unrc.edu.ar