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DEL
MUNDO CONTESTATARIO
DE
LOS ‘60 A LA CULTURA INTERSTICIAL*
Entrevista al comunicador e
historiador de cine español Román Gubern
Especialista en la
realización de lecturas oblicuas, capaces de mostrarnos
qué hay detrás
de lo aparente;
mirando el reverso
de las cosas, Gubern
nos habla de un lado
oculto, escondido
tras lo visible. Su
meta es descubrir lo otro.
De algún modo,
siempre nos está diciendo
que las apariencias
engañan, que debemos agudizar la mirada, profundizarla.
La suya es una invitación
a la posibilidad
de realizar
más de una lectura, sabiendo
que no existe una
única manera de mirar el mundo.
Es fundamental para
nuestro juicio
que los teóricos
de los mass media
sigan esta línea
de trabajo, reservada durante años a los ámbitos de la psicología.
Esa mirada en el interior
de los individuos y las cosas, puede ser un gran disparador a
la hora de revelar
los misterios de la comunicación en la construcción
del hombre. |
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-Usted ha investigado
en torno a temas muy relacionados con los conceptos de identidad, otredad
y mismidad, a la luz de los nuevos procesos de globalización podría
redefinir esta noción.
La identidad es una manera
de afirmación personal en relación con lo que no se es. Es
decir, si yo me siento judío, católico, protestante, hinduista
significa que no soy lo otro. De manera que la identidad tiene un aspecto
positivo de reencuentro con uno mismo y un aspecto de acotación
de este yo con lo otro distinto. De esta dialéctica entre lo que
soy y no soy, nace esta conciencia que esta asociada a la pertenencia a
un grupo. Es decir, busca una inversión o una sintonía con
un colectivo, con un grupo de personas con los cuales tiene afinidades
y patrones de conducta similares, así se explica como existe esta
cohesión. Incluso a niveles tan triviales como los partidos de fútbol.
Si uno es de River o de Boca su identidad viene definida por la contraposición
contra los adversarios y, a la vez, con la comunión con los míos.
De modo que este juego dialéctico entre los míos y los otros,
es lo que define y acota el territorio de la identidad.
-¿Se puede hablar
de identidad política?
Naturalmente, su cohesión
esta basada en esa unión, integración, participación
en ideales comunes en un programa político. Hay algo de religioso
en la identidad, que debe ser criticada porque esa comunión con
otros, tiende ser excluyente. En esa comunión los míos son
los buenos, los otros los malos. De modo que, en la identidad existe un
punto que los etólogos llamarían de agresividad, de defensa
de la identidad. Postura de desconfianza hacia el otro que no es como yo.
De allí vienen los problemas de racismo porque hay grupos étnicos
que tienen unas culturas, unas tradiciones, una lengua y ven al otro como
un adversario contra su identidad que es la buena o que es “la mía”.
Es un elemento agresivo a la endogamia de la identidad.
-Los movimientos migratorios,
las nuevas comunicaciones, nos llevan a pensar en la bella metáfora
de Marshall McLuhan, la idea de que estamos en una aldea global donde todos
se comunican ...Usted dijo que esta metáfora no se había
cumplido. ¿Por qué pensar así?
Primero quiero decir que
tengo un gran respeto por su obra. Le conocí personalmente, es un
hombre brillante. Sus escritos son preinformáticos, están
escritos en la época de la radio y la televisión y su horizonte
futuro acaba con los satélites de las comunicaciones, allí
llega su frontera. Justamente a partir del satélite empieza el mundo
global intercomunicado Lo que ocurre es que en las aldeas todo el mundo
se comunica con todo el mundo, en el mundo moderno por desgracia esta democracia
comunicativa no existe. En el campo de la comunicación de masas
los flujos van del norte al sur y al este que son un poco recipiendarios
de las industrias trasnacionales que distribuyen y diseminan la información.
No hay mas que observar la difusión de la información, vemos
el mundo a través de los ojos de las agencias de noticias anglo-sajonas,
occidentales.
-Su idea es interesante
pero ¿en las aldeas todo el mundo se comunica con todo el mundo?
En las aldeas eso ocurre.
Las que tienen 500 personas o 1000 como mucho. El 90 por ciento esta interconec-tada
de forma horizontal y desjerarquizada. Habrá tal vez un alcalde,
un cura, todos se conocen por su nombre, todos se comunican con todo el
mundo. Se ven por la calle. Esto no ocurre en el mundo moderno, hay grandes
masas mudas, gigantescas masas mudas de millones y millones de personas...La
UNESCO en los años ´70 publica un informe llamado Mac-Bride
que llevaba como título “Un solo mundo voces múltiples”.
Desde que se ha publicado este informe debo decir que no se ha cumplido
la profecía de voces múltiples. Cada vez hay menos voces,
porque las voces públicas están concentradas en menos manos,
en oligopolios. Hasta el punto que cuando hay una guerra tribal en África
llegan los camarógrafos de la CNN y sus reporteros, están
tres días confeccionan un informe apresurado y todo el mundo incluido
el sur, interpreta este conflicto y lo metaboliza. Los propios agentes
del sur lo ven y los interpretan a los ojos del norte que ha mirado su
propio conflicto. Esto constituye una perversión. Es notorio que
las grandes masas están mudas porque hay unos pocos que hablan y
hablan usurpando sus palabras.
-Es como si los ideales
del ‘68 se hubieran muerto...
Los efectos más importantes
en el 68 fueron los que afectaron al campo de las costumbres y en la vida
cotidiana de la sexualidad. Hubo una revolución sexual en el 68
por ejemplo, se modifico la imagen de la droga, se registraron cambios
en las políticas educativas, en la universidad y en la enseñanza
en general. Pero evidentemente no cambio el mundo. No cambio las estructuras
de poder. Fue una sacudida que cambio el campo de la estética, la
cultura underground, la contracultura, los comics, el cine pero siguieron
gobernando los que gobernaban, los ricos siguieron mandando, los pobres
siguieron obedeciendo. Eso no cambió.
-Hace algún tiempo
un profesor me dijo que el mayo francés del ´68 fue una fiesta
en su momento pero que los europeos cuando llegaba el verano querían
irse de vacaciones, que había que terminar con el mayo...
El 68 no fue sólo
París, fue Berkeley, quiero decir fue Milán y en menor medida
Madrid porque había una dictadura. El 68 fue una convulsión
del mundo occidental, fue una especie de insurrección juvenil contra
una cultura consumista, pasivisadora de los ciudadanos, etc. Tuvo efectos
positivos que han perdurado en el plano de las culturas, en la estética
pero llevas razón que la fiesta es para unos, para los estudiantes,
pero si eso significaba que te quedabas sin veranear en la playas, maldita
la gracia....Igual algo ha quedado de todo aquello.. Es similar a lo que
ha pasado con el surrealismo, el surrealismo fracasó en lo esencial
y triunfó en lo accesorio. Lo esencial era cambiar el mundo, la
sociedad, el poder, en lo accesorio si que ha durado. En la publicidad
de los anuncios que utilizan los juegos del surrealismo, del absurdo..
Pienso que el mundo no ha cambiado mucho y el fracaso de la experiencia
soviética, la caída del muro de Berlín hace diez años
u once ha acabado por demostrar que el comunismo se ha revelado como un
sistema que ha fracasado porque las masas obreras no se han tirado a la
calle a defender el sistema soviético. Cuando se derrumbaba se quedaron
en casa.
-¿Ha triunfado
el mundo capitalista?
Esto me parece evidente.
Lo que ocurre es que los problemas que quería resolver el comunismo
siguen en pie. El comunismo ha caído pero aquellos problemas que
querían afrontar y resolver siguen sin ser resueltos. El capitalismo
no los va ha resolver ni quiere hacerlo. De modo que antes había
dos sistemas ambos defectuosos. En la actualidad hay un solo amo.
-¿No existen a
su entender grietas en el sistema? En ese sentido los movimientos anti-globalización
no representan algunas respuestas a los problemas actuales.
Por fortuna el mundo no
es homogéneo, monolítico. En el seno del mundo capitalista
hegemónico
donde gobiernan los mercados de capital hay grietas. La prueba esta en
la protesta callejera de los ecologistas y otras agrupaciones. Esto hace
que los grandes gestores del capital reunidos en distintos sitios han tenido
que admitirlo y han modificado sus agendas. Han dicho, “es verdad, hay
que buscar un rostro más humano”, puede que sea una reflexión
hipócrita pero han acusado recibo de esto. En Okinawa en Japón,
en el verano del 2000, los grandes poderes reconocieron públicamente,
algo que todos los comunicadores del mundo sabíamos desde hace 20
años que, las nuevas tecnologías están amplificando
la brecha, el abismo entre países ricos y los pobres. Esto no quiere
decir que las nuevas tecnologías hayan creado las brechas, la brecha
ya existía entre ricos y pobres pero las nuevas tecnologías
no hacen, mas que amplificar y consolidar que los pobres son pobres y los
ricos más ricos. Por lo tanto tienen más oportunidades laborales,
más acceso al conocimiento... Lo que ocurre es que fue reconocido
por los poderes financieros internacionales pero la medida que han
propuesto me parece hipócrita. Concretamente aprobar altos presupuestos
para crear infraestructuras en el tercer mundo mientras se contempla el
paisaje del África subsahariana minado por el SIDA y el hambre es
preocupante. Antes de tirar fibra óptica, se debe afrontar el analfabetismo
porque en esos países mas de la mitad de la población es
analfabeta sin olvidarnos de los graves problemas alimentarios que tienen.
Se diagnostica que hay un mal pero no se diagnostica de raíz. Hay
que tener en cuenta una gran mentira, se dice que Internet es global. Internet
no es global en este momento, solo el 2,5 de la humanidad está conectada
a la red.
-Nos podría explicar
qué es la Claustrofilia y la Agorofilia y de donde surgen esos nombres
Lo he desarrollado en el
último libro que se llama “El Eros electrónico”. Las industrias
intentan equipar los hogares al máximo para que el consumo se haga
en la casa porque es más rentable para las empresas que la gente
compre un video cassette que una entrada de cine. Es más interesante
para las multinacionales que usted compre un compact disck que pague la
entrada a un concierto. Es decir la apropiación individual de hardware
y software es más rentable que el consumo propio de entradas de
cine o de conciertos etc. Lo que fomentan las multinacionales de la informática
es una cultura del enclaustramiento, el aislamiento, la claustrofilia,
todo pasa en casa. En casa tengo mis terminales, mi pantalla de email,
una cultura de la claustrofilia que tiende a producir un aislamiento sensorial
psicológico y social que es especialmente grabe en ciertas edades
de la vida, en la infancia, por ejemplo, donde es importante el contacto
fisico interpersonal De modo que esa cultura claustrofilica nos retira
de la cultura comunicativa y los espacios compartidos, el club, el bar,
el ateneo, la taberna, la sala de conciertos en donde la gente se encuentra
fisicamente. Los italianos han inventado una palabra para este fenómeno
agorofilico, que es la agregación. Creo en las ventajas de recibir
información en casa que son muchas y todos usamos, pero recluir
cada vez mas a los ciudadanos en sus nichos para que no estén en
contacto personal me parece grave y esta produciendo disfunciones muy serias
en la sociedad.
-En relación con
los últimos tiempos usted ha dicho que nadie quiere quedar fuera
del sistema como antes cuando se pregonaba una cultura contestataria al
sistema im-perante. ¿Puede aclararnos estas formulaciones?
La cultura del ´68
es de la marginación. Se decía que el sistema era malvado,
que el sistema integraba a la gente y los devoraba. Todos defendían
la contracultura del sistema, los comics underground, era una especie de
guerrilla contra el sistema. Nadie quería integrarse y se miraba
con desprecio a quien hacia carrera con la industria del cine. Las
herramientas de trabajo eran tecnologías pre-electrónicas,
la fotocopia-dora, cine en súper 8, este fenómeno se extinguió
porque vino la cultura yuppie que se integró rápidamente.
En la actualidad la gente no quiere marginarse con arrogancia y orgullo
como en aquella época. La gente se queja y protesta, denuncia disfunciones
sociales pero no quiere marginarse. Propongo que ese viejo concepto marginación
sea reemplazado por la cultura intersticial. Es decir, la cultura dominante,
la cultura de las multinacionales, la cultura spilbergiana deja huecos
al descubierto, zonas que no ocupa por razones de rentabilidad, que no
son propicias para una economía de escala como la de Hollywood.
Hay que llenar esos espacios con lo que la cultura hege-mónica no
llena y en la medida que Internet es un medio horizontal y desjerarquizado
permite aplicar un principio de la teoría del caos que es el efecto
mariposa. El aleteo de una mariposa en el golfo de México puede
producir un tifón en el mar de china. Digo esto porque la cultura
intersticial permite consolidar esas inmensas minorías trasnacionales
a las cuales le gusta las películas de Víctor Erice, Manuel
Olivera y ese público está en Tokio, en Toronto, en Valparaíso
en Copenhague o en Sudáfrica y ese carácter global desjerarquizado
y horizontal permite ir consolidando este nuevo frente que es la cultura
intersticial.
(*) por Stella
M. Poggian
Docente de la Universidad
Nacional del Comahue. / Ms. en Comunicación Audiovisual. |
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