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Nuevas
Tecnologías y Adultos
Mayores.
Uso, Concepciones
y
Valores de los objetos tecnológicos*
Este artículo forma
parte de la investigación “Comunicación, Nuevas Tecnologías
y Vejez”, la cual tiene como eje central indagar el uso de las nuevas tecnologías
en comunicación (NTC) por parte de los adultos mayores a través
de métodos cualitativos. Asimismo, se presentan solo resultados
preliminares de la indagación sobre la relación entre los
adultos mayores y las diferentes tecnologías existentes en su entorno.
Haciendo especial hincapié en las NTC.
La concepción
de la tecnología
El involucrar mediante preguntas
a todos los aparatos existentes en el entorno, para luego puntualizar
explícitamente en las NTC, responde una hipótesis previa.
Esta implica partir del supuesto que la relación con las NTC tiene
lugar en el marco de la relación con las tecnologías en general,
y responde a la concepción involucrada en esta última.
En “Tres formas de ser-con
la tecnología”, Carl Mitcham propone destacar de la relación
hombre-tecnología tres formas posibles, tres maneras de ser-con
la tecnología, rescatando el lugar central que tienen las técnicas
en el análisis de Heidegger.
En el artículo se
desarrollan descripciones histórico-filosóficas, “tres actitudes
históricamente situables del hombre respecto a la tecnología. |
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1. El escepticismo
antiguo, que torna a toda la tecnología sospechosa.
2. El optimismo ilustrado,
que promociona a la tecnología como quintaesencia del progreso y
el conocimiento.
3. El desasosiego romántico,
que promueve una actitud ambigua con la tecnología ya que si bien
es un aspecto de la creatividad humana termina debilitando los lazos de
afecto sociales”.
Cuando se interroga a los
adultos mayores respecto a la comparación entre los aparatos actuales
y los de “ antes”, surge una concepción sobre la tecnología
que remite al optimismo ilustrado.
La tecnología es relacionada
explícita o implícitamente al progreso y al conocimiento.
El progreso está
implícito en la evaluación de los aparatos actuales,
que “son mejores y más completos”, que tienen más funciones:
antes la licuadora y ahora la procesadora, ejemplifican. Que son técnicamente
“superiores”, pues “la técnica era distinta”.
Pero también esta
explícito en esos mismos aparatos que son “más modernos”.
En definitiva, “es mucho
más útil para el ser humano lo que hay ahora”.
Surge entonces el Progreso
con mayúsculas: “antes todo era más primitivo”, ahora “todo
va mejor”.
La relación con
la tecnología
El objetivo general de la
investigación es determinar las razones por las cuales los adultos
mayores, según su propia perspectiva, se ven negados o limitados
en el uso de las nuevas tecnologías en comunicación, para
lo cual el cuadrado semiótico greimasiano es una herramienta apta
para su concreción.
El cuadrado semiótico.
Al ser posible definir cualquier
objeto semiótico según el modo de su producción, los
componentes que intervienen en ese proceso se articulan entre sí
según un “recorrido” que va desde lo más simple a lo más
complejo, de lo más abstracto a lo más concreto. Es decir
desde un nivel profundo hacia uno superficial, desde el nivel semiótico
hacia el nivel discursivo. Es en el nivel fundamental donde se debe situar
al cuadrado semiótico.
El modelo se construye con
dos operaciones (negación y aserción) y con tres relaciones
que determinan las cuatro posiciones interdefinidas (contrariedad, contradicción
y complementariedad). El punto de partida es una relación cualitativa,
de contrariedad, entre dos posiciones de sentido donde cada una de ellas
presupone a la otra, por lo que se forma un “eje semántico” entre
ambas.
El cuadrado semiótico
del uso.
El uso de las tecnologías
es el “eje semántico” sobre el cual se indagará el uso y
el no uso de ellas. Esto implica tomar los dos términos en su relación
de presuposición mutua, de contrariedad y por lo tanto como opuestos.
La posibilidad de uso presupone
la posición contraria: la posibilidad de no uso.
Pero el cuadrado tiene como
otra relación básica a la de contradicción, surge
entonces las posibilidades de negar al uso y al no uso. La afirmación
de estas posibilidades implica realizar una operación de aserción,
y por lo tanto habilita el pasaje a las posiciones originarias de uso y
no uso de las nuevas tecnologías. Se conforma así el cuadrado
semiótico que intenta dar cuenta de las posiciones diferenciales
respecto al uso de las nuevas tecnologías.
Este cuadrado será
la herramienta que nos permitirá abordar el conjunto de discursos
particulares acerca del uso de NTC.
USO / Utilidad. Evitar esfuerzos
/ NO USO / Dificultad. No necesidad
NO USO / Saber / USO
/ Edad. Afecto Negativo.
Relación de Contrariedad.
Relación de Contradicción. Relación de Complementariedad.
Estos son algunos fragmentos
del discurso general de los entrevistados, que manifiestan en superficie
las posiciones de sentido del cuadrado del uso antes descripto.
1 - / USO/ Þ
Utilidad. Evita esfuerzos.
Luego de la enumeración
de los aparatos que existen en su hogar, y ante la pregunta de si todos
son utilizados, una entrevistada que vive con la familia de su hija dice
que “a la mayoría, todos los utilizamos”. Y legitima su uso porque
todos son “útiles, todo útil”, y respecto al secarropas dice
que “es una tecnología divina”.
Otra respuesta respecto
al uso de un aparato, lo pone en relación al esfuerzo que evita:
“El lavarropas es lo principal, que no se tiene que cinchar como antes
que lavábamos las colchas.”
2 - / NO USO / Þ Dificultad.
No necesidad.
El no uso de las NTC se
especifica mediante la dificultad de manipulación del aparato: “el
televisor ya tiene como 25 años o 20 y tiene botones fáciles.
Y el lavarropas también es muy fácil: se enchufa y se prende
como si fuera una luz y funciona. Así que yo no tengo lavarropas
moderno, moderno. Tengo un lavarropas que es antiguo”.
Ante la pregunta respecto
al interés sobre la computadora, una adulta mayor contesta: “no
la necesito en este momento. Si tuviera que trabajar, sí. Pero como
no tengo que trabajar, yo me animo a aprender todo”.
3 - / NO USO / Þ El
saber.
Luego de afirmar que todos
los aparatos que tiene en su casa los usa, una entrevistada reconoce: “si
no lo conozco no lo uso. Ahora cuando aprendí, sí. Pero aprendo
sobre la marcha. Te doy un ejemplo: el compact, hay que saber qué
tocar.”
Otra dice que le cuesta
grabar en la videocassettera, cuando se la interroga si le parece que esos
aparatos “están hechos para los jóvenes” opina que “puede
ser, pero sabés qué? Lo que no sabemos es porque no nos interesa.”
4 - / USO / Þ Afecto
Negativo. Edad.
La madre comenta sobre la
hija: “Ella tiene microondas que calienta, yo soy enemiga, no me gusta
nada de lo que sea eso. Yo, me gusta cocinarme ahí, sin usar nada
de esas cosas”.
Negarse a usar también
está en relación a la edad: “Siempre les pido a la gente
joven o de mediana edad que hagan los cursos porque es importante. Yo a
veces me siento mal porque no entiendo lo que se dice nada de computación.
Pero también pienso ‘no estoy en edad de iniciar un curso’.”
Respecto a los aparatos
actuales existe una opinión generalizada: “serán los mejores,
pero no para mí. Me parece que ya, el tiempo mío ya… ha pasado,
mi época. Es más para la juventud”.
Del análisis del
corpus formado por las entrevistas, se desprende entonces que:
- El uso de una
NT se relaciona con la utilidad y el esfuerzo que puede evitar.
- El no uso, a su vez, con
la dificultad de empleo y la no “necesidad” para hacerlo.
- El saber se presenta como
la forma de negar el no uso , existente entre los adultos mayores, de las
nuevas tecnologías de comunicación.
- Sin embargo, la negación
del uso se legitima por “la edad”.
El valor de la tecnología
Las NTC son indicios del
estado de la civilización para los ancianos entrevistados.
Su concepción de
las tecnologías desde el optimismo ilustrado las enarbola como
quintaesencia del progreso científico, el cuál a su vez determina
el avance de la técnica. Los objetos tecnológicos son el
símbolo del Progreso social. Un progreso social vivido como imparable:
“la ciencia no tiene quien la detenga en su avance, quien la pueda frenar.”
Esta valorización
de la tecnología abre entonces la posibilidad de indagar la relación
con la tecnología desde los valores que la atraviesan y dan forma.
Jean Baudrillard propone
cuatro tipos de valor en la sociedad: valor de uso, valor de cambio, valor
signo y valor símbolo. Estos pueden ser referidos a los objetos,
los cuales pueden así ser valorados desde su materialidad o significación.
El valor de uso esta en
relación a la funcionalidad.
Tanto para el uso como el
no uso, los adultos mayores valorizan las NT por su utilidad, su necesidad,
porque evitan esfuerzos o son difíciles de usar. Estos términos
descubren la lógica funcional del valor de uso. Pues el uso funcional
del objeto pasa por su estructura técnica y su manipulación
práctica (“los botones”).
El valor simbólico
pone de manifiesto el vínculo afectivo del sujeto.
El regalo pone en escena
el intercambio simbólico del don. El objeto entonces remite a la
relación entre sujetos, es investido de la pasión, del recuerdo.
Es el
sentimiento el que
retiene junto a un objeto.
¿Cuáles aparatos
le parece a Ud. que son mejores, los de ahora o los de antes?, inquiere
el entrevistador. La respuesta no se hace esperar: “La radio. Para mí
siguió siendo la radio. Veo la radio de mamá y veo ya ahora
después la radio cuando me regaló un hermano, cuando me casé
y siguieron otras radios”.
Pero también el aparato
tecnológico tiene valor de signo.
El objeto no remite ya a
su propia funcionalidad ni al sujeto que lo posee, sino que remite a otros
objetos.
Un tercio de los entrevistados,
ante la situación de valorar diferencialmente los aparatos actuales
respecto a los anteriores, respondió simplemente “ la radio”. Los
actuales “serán los mejores pero no para mí. . . Es más
para la juventud” fue una de las respuestas. Se está en presencia
del valor que articula la negación al uso: “la edad”. Pero este
término descubre algo más que una relación subjetiva
con un objeto particular, se descubre la función de distinción
social que se articula en torno al mismo.
Ante la interrogación
acerca del uso real o potencial de la computadora, gran parte de los adultos
mayores decían que no la necesitaban. Pero los que sí la
necesitan son los jóvenes y los que trabajan.
La computadora se relaciona
con la radio, los aparatos “antiguos” remiten a los “modernos”: las tecnologías
tradicionales y las NT forman un sistema. Y es en ese sistema donde el
objeto tecnológico adquiere significación.
La posibilidad de utilización
de toda tecnología se cruza así con la de ser poseída.
La apropiación del
objeto implica una función distintiva que se inscribe o desemboca
en una función discriminante: cada sujeto social tiene legitimidad
de apropiación y uso sobre ciertos objetos tecnológicos.
(*) por Ramón Adolfo
Flores.
Psicólogo Social.
FPCS. Universidad Nacional de La Plata |