La extensión universitaria:
perspectivas actuales para el diseño curricular en la Educación Superior

Hoy en el entorno internacional se percibe un escenario marcado por los efectos del proceso de globalización neoliberal, que con sus políticas de ajustes ha reducido considerablemente los recursos destinados a la esfera de la enseñanza universitaria y ha estimulado la privatización en todos los sectores de la vida económica y social. Resulta, a su vez, un incremento del mercado en la Educación Superior, fortalecimiento del enfoque lucrativo, universidad-empresa y la insistencia en darle preponderancia sólo a los conocimientos científico-tecnológicos y con valor económico.

Esta situación impone un reto a la universidad: la necesidad de una nueva visión y un nuevo paradigma educativo en la enseñanza superior, que debería estar centrado en el estudiante, lo cual exige cambios sustanciales. Es necesario preservar, reforzar y fomentar aún más las misiones y valores fundamentales de la Educación Superior, en particular la misión de contribuir al desarrollo sostenible y el mejoramiento general de la sociedad. Por ello, tenemos la responsabilidad de formar profesionales altamente calificados, ciudadanos responsables, capaces de atender a las necesidades de todos los aspectos de la actividad humana, ofreciéndoles cualificaciones que estén a la altura de los tiempos modernos.
La educación tiene el encargo social de preparar al hombre para la vida, y la universidad lo prepara para la vida profesional, de forma tal que pueda insertarse de manera efectiva en el mundo sociolaboral.
Estamos frente al reto de formar un estilo de pensamiento integrador en el alumno, pero la responsabilidad mayor es del maestro, el cual tiene que sentar las bases desde un modo de actuación que propulse el proceso interno de visión global en los alumnos.

Desde la enseñanza primaria hasta la profesional, se ha fomentado un estilo de pensamiento fragmentado. Este accionar puede ser muy peligroso para el desarrollo científico y social, además, de restarle credibilidad a la escuela, pues en la realidad naturaleza y sociedad se funden, por tanto, no se puede interpretar la realidad adecuadamente con esta visión segmentada.
 Se hace indispensable en la Educación Superior satisfacer la necesidad de un proceso de recontextualización del discurso pedagógico sobre la base de formar profesionales competentes con un desempeño de excelencia acorde con las necesidades del desarrollo de la nación y del mundo, y  por otro lado, convicciones que generen un compromiso social con su país, promuevan la ética de la profesión, la honestidad científica y ciudadana, así como el sentido de la creatividad, la conservación y el enriquecimiento de los valores nacionales y de las mejores tradiciones universales. En otras palabras, la excelencia como factor de formación integral tiene el cometido de preparar a un individuo capaz de asumir su rol de liderazgo en los procesos de cambio que se avecinan para nuestras sociedades.
La profesionalidad no debe limitarse a los problemas científico-técnicos de las ciencias que sustenta una profesión determinada, ni debe agotarse el accionar en la actuación técnica, sino debe buscarse una conjugación de pensamiento y acción en el amplio contexto sociocultural.
La formación educativa cumple la gran misión de preservar el acervo cultural de un pueblo, además de enriquecer la personalidad individual de cada miembro de la comunidad. Muchos profesionales contemporáneos, deformados por una especialización más estrecha, viven en un mundo espiritual muy pequeño. El graduado universitario desconocerá la rica y compleja vida contemporánea a menos que se le abran, desde un comienzo, anchos ventanales que le proporcionen una visión amplia del mundo. Piénsese en lo que puede ocurrir con quienes cultivan una especialidad en Química, Física o Ingeniería, por ejemplo, si no los introduce en los grandes temas sociales y políticos, económicos y culturales. Tales especializaciones no proporcionan el basamento cultural mínimo que necesita hoy un universitario.
Se trata de proyectar la formación del profesional partiendo de la más amplia acepción del concepto de cultura, para producir una transformación de la situación actual. La educación cultural integral del estudiante universitario es todavía una aspiración, pero no una realidad, en el proyecto educativo la dimensión de extensión universitaria desempeña un papel esencial en este logro. Mientras que la vida curricular promueve y desarrolla la labor educativa sobre la base del carácter científico del conocimiento, la extensión universitaria tiene como soporte fundamental, para el desarrollo del modelo del profesional, la promoción cultural en su concepción más genérica. La formación y desarrollo de valores a partir de la cultura se realiza al interior de la universidad y en su interrelación con la sociedad.
Este pensamiento holístico requiere de acciones integradas a su vez entre los elementos estructurales de la Educación Superior: la dimensión curricular, la extensión universitaria y la investigación.
Una concepción estrecha en la formación del profesional trae consigo determinados efectos para el desarrollo científico y social, pues una práctica pedagógica con estas características conspira contra la formación de un individuo que debe estar preparado para asumir su rol de liderazgo en los procesos de cambio que se avecinan para nuestras sociedades. Un profesional deformado por una especialización estrecha vive con muchas limitaciones en la sociedad; un conjunto de prácticas repetitivas atrofia su creatividad, lo somete a un aprendizaje con conocimientos aislados, formando en él una visión parcial, unilateral del mundo, impidiendo una visión universal y globalizadora de la realidad.
De  ahí, la necesidad de buscar vías que propicien la integración entre la extensión universitaria y la dimensión curricular en lo referido a las acciones que matizan el carácter humanista del modelo curricular cubano, pero estas vías no pueden tener carácter espontáneo, sino que deben concebirse  sobre la base de un estudio de la realidad. Ello determina el problema científico de nuestra investigación, centrado en la ausencia de estrategias que permitan la integración entre la dimensión curricular y la extensión universitaria desde el accionar de un área concreta de carácter general, que posibilite el cumplimiento de la función totalizadora de la extensión universitaria.
Para influir en la solución de este problema nos propusimos fundamentar una estrategia para propiciar la integración entre estas dimensiones a partir de acciones derivadas de la disciplina Historia del Arte como área concreta de carácter general capaz de promover una cultura humanística en la formación profesional.
El aporte de significación práctica de nuestro trabajo consiste en que propone una estrategia que se ha concebido a partir de un diseño orgánico y pluridimensional, encaminado a lograr procesos de integración desde un área concreta de carácter general, en este caso, la Historia del Arte, capaz de promover una cultura humanística en la formación profesional. Aunque las acciones propuestas están dirigidas fundamentalmente hacia esta disciplina, este accionar puede ser asumido por docentes de otras áreas de carácter general como la literatura, la historia, la filosofía, la lingüística, interesados en fortalecer la formación cultural integral del estudiante universitario.
La significación práctica de este trabajo se materializa, además, en la propuesta de vías concretas para la solución inmediata de problemas que atentan contra los procesos de integración entre las dimensiones curricular y extracurricular. 
A partir de los datos constatados en la investigación se realizó el montaje de una estrategia para propiciar la integración entre lo curricular y lo extracurricular a partir del accionar de la disciplina de la Historia del Arte como área concreta de carácter general, capaz de promover una cultura humanística en la formación profesional.
El diseño general de la estrategia respondió a:

1. Determinación del diagnóstico de necesidades de la integración de la actividad cultural al proceso de formación general del estudiante.
2. A partir del diagnóstico de necesidades se concibió el trazado de acciones centrado en tres direcciones fundamentales:
Instauración de  cursos intensivos
Se proponen cursos en los que se incluyen contenidos relacionados con formas expresivas, códigos artísticos, manifestaciones y obras más relevantes de la Historia del Arte Universal, Latinoamericano y Cubano.
El diseño de la estrategia incluye una amplia y variada gama de cursos para que sea posible contemplar la diversidad de intereses, aspiraciones, necesidades, problemas y capacidad de los alumnos. Para asegurar el éxito hemos seleccionado los contenidos, teniendo en cuenta el real apetito intelectual de los estudiantes.
En cuanto a su ubicación temporal se propone que estos cursos de formación cultural se desarrollen a lo largo de toda la carrera profesional, o sea, desde el primer año hasta el primer semestre del quinto año académico, no se incluye el segundo semestre del último año por las particularidades de esta etapa en el plan de estudio de las carreras. Cada curso tendrá una duración de cuatro horas distribuidas en dos semanas
Responde a una anticuada filosofía educativa el organizar un plan fijo de cursos que todo estudiante debe tomar. Por supuesto, que las diferencias y exigencias individuales sobre el principio de necesidades e intereses reales fundamenta una estructuración académica en que no se obligue al estudiante a tomar ningún curso prefijado. La obligación solo se limitará a tomar un número de ellos a lo largo de la carrera. Los estudiantes escogerán libremente los cursos dentro de un repertorio elaborado con finalidad educativa que estarán orientados a su formación cultural.   Estos cursos de extensión son propuestos a partir de la disciplina de Historia del Arte, área concreta de carácter general que atraviesa todo el currículo teniendo en cuenta sus particularidades de carácter humanista, por consiguiente, esta instauración de cursos intensivos no aparecerá de una forma añadida, sino integrada paralelamente a los estudios de la profesión. Los estudiantes serán guiados por un asesoramiento que los oriente en la elección y ordenamiento de los mismos. Esta forma permite, además, que los estudios de formación general vayan influyendo y dando sentido a los estudios profesionales.
Se propone que el colectivo de año con un especialista de Historia de Arte sea quien proponga y valore directamente con el grupo de estudiantes qué cursos seleccionar, se respetarán siempre los intereses, necesidades y motivaciones de los alumnos. Los estudiantes podrán solicitar otros temas de su interés. Todos estos cursos deberán ser valorados previamente por la Comisión de Carrera.
Es significativo destacar que estos cursos no son ni optativos ni facultativos, sino cursos de formación general que formarán parte del currículo práctico.
Tampoco es pedagógicamente adecuada la idea de ofrecer a los estudiantes varios carriles paralelos, compuesto cada uno de ellos por una serie determinada, de tal manera que la elección de una serie de recursos impliquen automá-ticamente la exclusión de los que estarían ubicados en todos los otros carriles. Por lo tanto el colectivo de año deberá graduar los cursos en períodos diversos para facilitarle al alumno la posibilidad de cursar el que desee. 

Empleo de las nuevas tecnologías
La función productiva se incluye entre las tres funciones primordiales de la Universidad, la misma fortalece la identidad de la institución con respecto a otras instituciones educativas, debido a su interconexión con el mundo laboral. Entre sus acciones fundamentales se encuentra el uso de las nuevas tecnologías de la información científica.
La informática ha invadido todas las esferas de la actividad humana, conceptos como la multimedia, el hipertexto, la hipermedia CD –ROM, la internet, forman parte del lenguaje común y por otra parte, el volumen de información crece precipitadamente ayudado por disímiles equipos electrónicos.
Nuestro sistema educacional debe responder en la medida de las posibilidades a estos adelantos tecnológicos, por ello se requiere de que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para acometer tales tareas, es decir, se deben crear situaciones educativas en donde en lugar de enseñar a acumular la información, la tarea del alumno sea aprender cómo procesar el contenido.
Por tanto, uno de los planes directores de la Educación Superior es el empleo de las nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje, o sea, esta disciplina es un área concreta de carácter general que aparece en todo el currículo y mediante las posibilidades que ofrece se pueden construir sistemas computacionales que den su aporte a la formación integral del estudiante.
Por todo lo anterior, se propone la integración de la disciplina Historia del Arte, área también concreta de carácter general con esta área, teniendo en cuenta que la computación atraviesa todas las carreras, además, de que con sistemas automatizados de aprendizaje mediante la multimedia se pueden crear materiales sumamente interesantes, muy atractivos y de disfrute para los estudiantes.
Para dar respuesta a esta necesidad se proponen tres acciones:
a). Un curso a distancia de Historia del Arte (favorece la formación cultural del estudiante y desarrolla las habilidades para la lectura de una obra plástica)
b). Un banco de terminologías en la intranet que tendría como objetivo esencial facilitar a estudiantes y a toda la comunidad universitaria, conceptos claves relacionados con las artes plásticas. Esta terminología aparecería con una imagen que ilustraría el concepto. Entre estos términos posibles se relacionan, a modo de ejemplo, los siguientes:

        • arte prehistórico 
        • arte popular
        • arte precolombino
        • grabado
        • aguafuerte
        • aguatinta
        • cerámica
        • volumen
        • color 
        • ritmo
        • perspectiva
        • línea
c). Un sitio web con una galería virtual de arte cubano, la cual consta de una lista de autores seleccionables y para cada uno de ellos da la posibilidad de ver sus cuadros de seis en seis en formato pequeño. Si se da clic encima de cualquier cuadro este se amplía con el fin de ver detalladamente la obra. Por otra parte, la galería consta de herramientas de búsquedas que permite ubicar obras con datos parciales del título y/o del artista. Este trabajo está montado sobre tecnología web que posibilita un acceso simultáneo de un gran número de personas en el mundo, lo cual es muy provechoso para la difusión y promoción del arte y especialmente, para contribuir a la formación cultural del estudiante universitario. 

1.2 Creación de una cátedra de las artes plásticas
Partiendo de que la cátedra se concibe como un espacio que se eleva por sobre toda una estructura en función de desarrollar el ejercicio de los profesionales que integran una rama es que nuestra estrategia propone la creación de una cátedra de las artes plásticas en coordinación con el Departamento de Extensión Universitaria que tendría como objetivo el desarrollo de habilidades apreciativas del arte, así como la promoción de la cultura artística.
Se concibe elevar la incorporación de la comunidad universitaria, pero las acciones se han diseñado no como algo añadido, separadas del currículo práctico, sino integradas a esta dimensión, mediante la incorporación de las acciones y líneas de trabajo a los proyectos educativos de los años en las diferentes carreras.
La cátedra trabajaría en diferentes direcciones:

  • Talleres extracurriculares para la promoción del arte y la cultura.
  • Programas de educación de pregrado y postgrado.
  • Cultura y turismo
  • Investigación
  • Eventos científicos, culturales y docentes
  • Colaboración
Este diseño de estrategia posibilita el cumplimiento de la función totalizadora de la extensión universitaria, pues propicia la integración entre la dimensión curricular y esta dimensión desde el accionar de la Historia del Arte, integrada a otras áreas específicas de carácter general que atraviesan todo el currículo. Se ha concebido como un diseño orgánico y pluridimensional, capaz de promover una cultura humanista en la formación del profesional. Los modos de actuación que se proponen están encaminados a fortalecer una labor dirigida a propiciar esta integración a partir de los proyectos educativos de los años en las diferentes carreras. El diseño brinda herramientas  a los Jefes de Carrera y colectivos para integrar la extensión a los proyectos educativos de los años.

(*)  por Msc. Marilyn Helguera Vega - Univ. Cuba.