Borradores
Reflexiones sobre un objeto que se expande

Editorial
Volumen N° 10-11
Año 2010 - 2° Época

Las manos

de Miguel Hernández
(De Vientos del pueblo
España, 1937).

Dos especies de manos se enfrentan en la vida,
brotan del corazón, irrumpen por los brazos,
saltan, y desembocan sobre la luz herida
a golpes, a zarpazos.

La mano es la herramienta del alma, su mensaje,
y el cuerpo tiene en ella su rama combatiente.
Alzad, moved las manos en un gran oleaje,
hombres de mi simiente.

Ante la aurora veo surgir las manos puras
de los trabajadores terrestres y marinos,
como una primavera de alegres dentaduras,
de dedos matutinos.

Endurecidamente pobladas de sudores,
retumbantes las venas desde las uñas rotas,
constelan los espacios de andamios y clamores,
relámpagos y gotas.

Conducen herrerías, azadas y telares,
muerden metales, montes, raptan hachas, encinas,
y construyen, si quieren, hasta en los mismos mares
fábricas, pueblos, minas.

Estas sonoras manos oscuras y lucientes
las reviste una piel de invencible corteza,
y son inagotables y generosas fuentes
de vida y de riqueza.

Como si con los astros el polvo peleara,
como si los planetas lucharan con gusanos,
la especie de las manos trabajadora y clara
lucha con otras manos.

Feroces y reunidas en un bando sangriento
avanzan al hundirse los cielos vespertinos
unas manos de hueso lívido y avariento,
paisaje de asesinos.

No han sonado: no cantan. Sus dedos vagan roncos,
mudamente aletean, se ciernen, se propagan.
Ni tejieron la pana, ni mecieron los troncos,
y blandas de ocio vagan.

Empuñan crucifijos y acaparan tesoros
que a nadie corresponden sino a quien los labora,
y sus mudos crepúsculos absorben los sonoros
caudales de la aurora.

Orgullo de puñales, arma de bombardeos
con un cáliz, un crimen y un muerto en cada uña:
ejecutoras pálidas de los negros deseos
que la avaricia empuña.

¿Quién lavará estas manos fangosas que se extienden
al agua y la deshonran, enrojecen y estragan?
Nadie lavará manos que en el puñal se encienden
y en el amor se apagan.

Las laboriosas manos de los trabajadores
caerán sobre vosotras con dientes y cuchillas.
Y las verán cortadas tantos explotadores
en sus mismas rodillas.

ISSN 1851-4383

 

 

 

 

 

 

Nuestras manos son manos trabajadoras. No cargan ladrillos, no fabrican mesas ni hacen un pozo para plantar un árbol, pero siembran en el yermo donde la sombra escasea y abren picadas donde la luz no alcanza. Por eso, llevamos con orgullo el compromiso constante de educar, aquí, en una universidad pública del interior del interior, que mira sin asombro la complejidad del mundo, la feroz pulsión del presente, la inmediatez del futuro y la imperiosa necesidad de reconstruir la memoria.

Así, creemos fabricar oportunidades para el pensar que asume su condición histórica, académica y política en un tiempo signado por la violencia de la mentira y la urgencia de lo inmediato. Nuestro instrumento es la palabra. Una vez más. Como siempre lo ha sido, como siempre lo es cuando el hombre se mira a sí mismo y a los otros con la necesidad urgente de construir un nosotros, más justo, más sano, más digno, más libre. La palabra construye muros y puentes. Oculta y devela con igual intensidad. Construye el mundo y nos constituye como sujetos. Estará allí, donde el pensamiento sea capaz de asumir su condición revulsiva y donde el futuro se entienda como un proyecto vital del pueblo y no como el producto azaroso de la adversidad de los tiempos. La palabra es nuestro trabajo. Porque lo real también está conformado con esas palabras en las que el conocimiento se resuelve como un gesto comunitario. Un gesto que se convierte en pregunta y vuelve sobre sus pasos para traer nuevas sobre el mundo o sobre nosotros mismos. Somos dichos por la palabra y por eso un afuera de ella se nos hace inconcebible. Su mediación inevitable es también el camino necesario para acceder al mundo. Nada tan crucial, entonces, nada tan definitivo y axial como la palabra. Porque con ella se teje el destino de los hombres y su tiempo, y el de los pueblos que cobijan a esos hombres.

El presente volumen doble de “Borradores” –Nº X/XI (2009/2010)- se presenta entonces, como un ejercicio de la interrogación y de la sospecha, pero también como el producto de una convicción: todo está por hacer, nada ha sido definitivamente dicho y nunca lo será. Por eso, en este número doble flotan ciertos cambios. Algunas secciones ya no son las que eran y otras sobreviven. Así, entre otras cosas, hemos eliminado la sección que antes denomináramos “Estudiantes, Ensayos y Perspectivas”, porque creemos que muchas veces la separación entre estudiantes y docentes-investigadores no agrega nada al proceso social de construcción del conocimiento. El conocimiento se produce allí donde hay algo nuevo por aprender y en donde la reflexión sobre el saber está al servicio de la sociedad y no al servicio de los egoísmos furtivos que tejen sus telarañas dentro de los escuetos límites de sus pequeñas certezas.

Asimismo, y algo más calmos, incorporamos otras secciones como “Ciencia Ficción, la otra respuesta al destino del hombre”. En ella, un viejo título robado de un texto clásico y perdido de los setenta nos ayuda a indagar, una vez más, en los desafíos de un género que a veces parece desvanecerse, pero que jamás, desde la urgencia mítica y a la vez utópica que lo anima, deja de proponer en sus obras una matriz cognitiva única, que sale a la caza del mundo y del hombre como ninguna otra forma de literatura la ha hecho alguna vez.

En este volumen entonces, hemos agrupado los numerosos trabajos presentados en el transcurrir del último año, en las secciones nuevas y en las tradicionales, después de una lenta pero profunda tarea de evaluación, asumida esta vez por profesores de la casa y directores de aquellos proyectos de investigación que merodean las preguntas que todos compartimos.

Los invitamos, entonces, a realizar el sano ejercicio de la reflexión y de la crítica, abierta y dialógica. Y a compartir el fruto del trabajo de todas esas manos que nos confiaron sus palabras, con el propósito dignísimo de construir entre todos algo parecido al presente, pero mejor.

 

MARISA MOYANO, EUGENIA ÁLVAREZ, HUGO AGUILAR, ELENA BERRUTI y MARITA NOVO

Responsables de edición del Volumen X/XI – (2009/2010) de la Revista Borradores

 

Artículos y secciones fijas

Estudios literarios

Lenguaje, Teoría y discursos

Enseñanza de la lengua y la literatura

Reseñas críticas

Ciencia Ficción, la otra respuesta al destino del hombre

Juan Filloy y su Obra

DOSSIER

Evaluadores de este Volumen

Hugo Aguilar

Marisa Moyano

José Di Marco

Elena Berruti

Clide Gremiger

María del Carmen Novo

Martha Navarro

Eugenia Álvarez

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