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Carlos Bortis, Vicedecano de la Facultad de Ingeniería
“Hemos retrocedido dos siglos”

 “El recorte nos afecta a todos y creo que lo más grave de todo esto es el ánimo de la gente. Un docente que tiene que trabajar y no sabe lo que va a cobrar y no sólo eso, sino la incertidumbre sobre si va a poder continuar su proyecto de investigación o docencia, y si vamos a tener un año con un cierre feliz.

Creo que hay cosas más graves: el poder económico-financiero nacional y mundial está desatando las últimas batallas que le restan para expropiarse de dos puntos fundamentales que le están quedando al país: la educación y la salud.
Este no es un ataque cualquiera en la reducción presupuestaria, está muy bien orientado, con toda la sapiencia de quienes nos dirigen. Lo que están tratando de definir acá es la culminación de la destrucción de la educación pública, y en ese sentido tenemos que ser claros: se trata de un problema no sólo de la educación, sino del país. Creo que están tratando de terminar de destruir este país, volver a un esquema como el de 1880, cuando muy pocos eran los dueños de este país. Creo que estamos en esa misma situación, que hemos retrocedido dos siglos y que la Universidad tiene que dar respuestas contundentes a este tema. La Universidad, constructora de conocimientos tiene que explicitar que ésta no es la única salida que tiene el sistema económico financiero, acá hay que revalidar los roles políticos, la estrategia de un país no la pueden construir los economistas, esta estrategia se construye con muchísimos más actores. El economista es una parte muy ínfima, yo diría la menor de todas, porque cuenta lo que otros producen.
En ese sentido creo que esta crisis casi terminal que tiene la Argentina donde ya se está hablando de un 24 ó 25 % de excluidos del sistema social, creo que nos lleva a repensar en los roles que estamos cumpliendo acá en la Universidad y en ese sentido creo que la Facultad de Ingeniería puede y debe aportar distintas visiones y alternativas a ese modelo. 

Arancelamiento
Creo que están cercando a la Universidad para que no quede más remedio que arancelar. A título personal creo que habría otras alternativas, la Universidad Nacional de Río Cuarto tiene otras posibles fuentes de ayuda para su autofinanciamiento, creo que habría que explorarlas urgentemente, y deberíamos poner en marcha estas variables que seguramente van a tener consenso.

De ahora a fin de año
Uno vislumbra que los conflictos van a seguir y van a aumentar. El pueblo argentino está demostrando con una madurez increíble que no ha renunciado a discutirle a Cavallo y a su grupo económico, a FIEL y al que esté defendiendo hoy al sistema financiero. Creo que hay muchos ejemplos de lucha con un nivel altísimo de lucha, de compromiso y creo que va a ser una culminación de año muy difícil, muy problemática, sobre todo para el sector universitario, pero creo que a nivel país también. Pensemos que hoy el recorte es del 13 por ciento y se vislumbra que está entre el 20 y el 30 para el próximo mes; el impacto que va a tener en la región, sobre todo en la ciudad: mayor empobrecimiento, mayor posibilidad de gente cesanteada. Entonces esto es cada vez más dramático, es un círculo vicioso que tiende a estrechar cada vez más el círculo de los que más poseen y dejar mucho más amplio el de los que menos tienen. El Estado está lo más chico posible. Lo que hay que hacer es volver a expandir el país, que es lo que se  ha reducido. No tenemos que seguir pensando cómo reducir al Estado y cerrar sus cuentas, porque hace diez años la privatización era la panacea, hoy el déficit cero y mañana va a ser el  no Estado, esa es la tendencia. Entonces hay que volver a crecer como país porque la gente ya no tiene dónde vivir. Estamos excluyendo a un gran porcentaje de la sociedad y esto no tiene viabilidad. 

¿Paga el Estado?
El sector privado ha hecho un gran esfuerzo, pero sólo la pequeña y mediana empresa, a la que le han transferido la carga impositiva de las grandes concentraciones. Estos han tenido que pagar parte de la evasión de las grandes cadenas de supermercados, automotrices, etc. Se calcula hoy por hoy que la evasión es de alrededor de 35 mil millones de pesos. Por otro lado estamos pagando 12 mil millones de dólares de una deuda que nadie sabe cuán legítima es. Creo que este ahorro de  300 o 400  millones que puede ser el Estado es ridículo ante lo otro. Es simplemente expropiar lo que está quedando del Estado.

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