Viejo, pero no tanto...
Hoja Aparte sale los viernes, así que cuando recibimos
este mensaje pensamos que sería tarde para publicarlo en esta edición.
De todos modos la esencia del mensaje que porta esta carta es tan importante
que, desde luego, supera la instancia de inmediatez de la manifestación
de este miércoles. Por eso decidimos publicarla.
Carta a mis conciudadanos:
Por qué voy a ir a la manifestación del miércoles
15 de agosto.
Mediante esta carta quiero convencer a mis conciudadanos a que asistan
a la marcha convocada por los trabajadores para el miércoles 15
de agosto en todas las ciudades del país.
Creo que la mayoría de los que lean esta carta sienten, como
yo, una gran angustia por nuestro futuro, mucha bronca contra los que nos
roban cotidianamente y una enorme impotencia por sentir que no se puede
hacer nada para cambiarlo.
Soy docente universitario, tengo una maravillosa mujer y tres hijos.
Pienso ir con ellos a la marcha. Porque creo que no todo está perdido,
creo que si todos salimos a la calle y le mostramos a los que nos gobiernan
que no estamos conformes con la manera en que lo hacen, estamos haciendo
algo, aunque sea muy pequeño. Para mí la marcha le da un
poco de sentido a seguir viviendo en este país. Quiero seguir viviendo
aquí. No quiero que me sigan robando. No quiero entregar mi país
a una banda de forajidos.
Como universitario sé que hay otras opciones. Nos han mentido
diciéndonos que hay que ahorrar. Es cierto que hay que eficientar
los gastos, pero no es cierto que los problemas del país se van
a arreglar sacándoles dinero a los jubilados o a los trabajadores
o gastando menos en EDUCACIÓN o SALUD. Lo que hay que hacer es que
las empresas como las telefónicas o las compañías
petroleras o mineras paguen los mismos impuestos que paga Ud. señor
almacenero o Ud. propietario de una PYME. Una compañía el
año pasado facturó 28.000 millones de dólares. ¿Sabe
Ud. cuánto pagó de impuesto a las ganancias?. Cero, nada,
ni un solo peso. Y la lista sigue. Y son datos reales. Compruébelo
Ud. mismo. Ahí está el dinero, no en la cartera de un jubilado
o en la de un docente ni en comprar menos gasas para los hospitales.
Tengo mucha bronca pero tengo todavía más preocupación
por mis hijos. En pocos años deberían comenzar sus estudios
Universitarios. Si esto sigue como va, pronto las universidades van a estar
aranceladas con aranceles cercanos a los $300. No creo que pueda mandarlos
a estudiar. ¿Y qué futuro les queda? ¿Y a sus hijos?.
Sin estudios universitarios, en un mundo que cada vez es más competitivo.
NO QUIERO ESO PARA MIS HIJOS.
Por eso voy el miércoles 15 a la marcha en Río Cuarto
y el Jueves 16 a la de Córdoba.
Si Ud. está dudando si ir o no, piense en sus hijos o sobrinos
o nietos. Piense en el país que les estamos dejando. Piense que
vamos a estar muchos trabajadores con nuestros hijos.
Por favor, venga con nosotros.
Osvaldo Campanella
Docente del Departamento de Geología |
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