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Ricardo Roig: “hay que democratizar el Estado” 

“Creo que hay un consenso generalizado en cuanto a que el ajuste implementado por el gobierno nacional a través de su Ministerio de Economía es un ajuste recesivo que, si bien intenta equilibrar las cuentas fiscales tratando de reducir el riesgo país y que esto implique una disminución en la tasa de interés, implica un sacrificio muy grande para el conjunto mayoritario  de la sociedad argentina y en el cual hay muy pocas probabilidades de que se vean los éxitos por lo menos en el corto plazo.

El éxito no está garantizado porque el ajuste aparece como una cuestión técnica y el problema no sólo es técnico sino básicamente político. En este momento de la historia de la humanidad, el desarrollo capitalista entra en una fase de globalización del capital en donde las crisis y los procesos económicos se retransmiten casi en forma instantánea por todo el mundo. Argentina tiene un modelo económico -la convertibilidad- que implica restricciones desde el punto de vista de la política monetaria. El sistema no dispone de los instrumentos para intervenir en la economía a través de su política monetaria. Con este nuevo ajuste, prácticamente se queda sin política fiscal, con lo cual estamos librados a los procesos que se desatan a nivel mundial en el sistema capitalista en su conjunto.
Hay como aspectos que pueden explicar la crisis. Uno es estrictamente económico, que se manifiesta en la recesión que tuvimos, en la alta tasa de desempleo, en la concentración del ingreso que hay. Por otra parte está el sistema político: había un viejo pensador que decía que las ideas dominantes son las ideas de la clase dominante. Esto está muy vinculado al concepto de hegemonía ¿y cuándo el poder dominante es hegemónico?, cuando tiene capacidad para instalar desde el Estado sus intereses como los intereses de toda la sociedad y eso es lo que está pasando en la actualidad, por eso hay una crisis política muy grande, porque el poder hegemónico no tiene la capacidad política para mostrar sus intereses como intereses que interesen a toda la sociedad, entonces hay una gran parte de la sociedad que queda excluida de este proceso que tiene un gran desarrollo  tecnológico, una generación de riqueza que es impresionante y  que sin embargo tiene también como contracara un nivel de pobreza también impresionante.

Evasión
Argentina tiene un sistema tributario que es altamente regresivo y además tiene grandes problemas de recaudación, entonces esas posibilidades de aumentar la recaudación por un lado tiene que ver con procesos técnicos, pero básicamente tiene que ver con la decisión política de buscar quiénes son los que evaden o los que tienen la capacidad de lobby para generar leyes o decretos que les permitan legalmente evadir el pago de tributos.
Creo que como toda crisis tiene sus aspectos positivos y negativos, el negativo es que en términos individuales van a ser tiempos muy duros, ahora creo que va a ser muy importante porque esta crisis nos hace profundizar y nos da, con toda su velocidad, los espacios para reflexionar o identificar cuáles son los sectores que por algunos otros motivos estamos desarticulados y ahora se están generando espacios como para que todos esos sectores que están siendo castigados en mayor o menor medida se empiecen a articular en pos de la construcción de un nuevo modelo de país. En lo social soy optimista porque creo que va a nacer un nuevo proyecto de país, pero esto va a implicar que en lo individual cada uno de nosotros pasemos momentos muy difíciles. Hay que democratizar el Estado, hay que vencer esta antinomia que se nos vende como lo público versus lo privado; lo público tiene que profundizarse para que sea realmente de toda la sociedad”.

(Material cedido por “En foco”, noticiero universitario de la Coordinación de Comunicación Institucional). 

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