Graduados: más allá del éxito
personal
Señores graduados:
Sólo deseo expresarles unas pocas palabras.
En primer lugar los felicito por concretar vuestro anhelo y el
de sus padres; como es culminar sus estudios universitarios y apropiarse
de una profesión y título universitario.
También, quiero agradecerles que hayan elegido a esta
Universidad Nacional, Pública y Gratuita para formarse y concretar
ese anhelo de ser un profesional universitario.
En segundo lugar, por el hecho de haber concretado sus expectativas
personales en una Universidad de las características de la nuestra:
Nacional, Pública y Gratuita, los convoco a actuar tanto como
profesionales y ciudadanos con gran honestidad, con creatividad, con responsabilidad
social y con una solidaridad con los compatriotas más necesitados,
los que más sufren, con los marginados, con los que soportan las
crueldades de un mundo que persigue ideas, acapara riqueza y privilegios
en una minoría y somete o excluye social- económica y culturalmente
a la mayoría.
En tercer lugar, les deseo el mayor de los éxitos en vuestras
vidas y en la profesión; pero no se olviden que sólo con
el éxito personal no alcanza para desarrollarse con la dignidad
que le corresponde a todo ser humano, pues éste por lo general es
efímero y no duradero.
Momentos como el actual, demandan dejar de lado el individualismo
perverso y negativo, que es una de las características de la sociedad
neoliberal de nuestros días; pues nos está vaciando o llevando
a menospreciar los valores esenciales y principios éticos de toda
sociedad que se precie de civilizada, culta, democrática, equitativa
y solidaria.
Para romper con este esquema de actuar y para que vuestros éxitos
personales sobrevivan en vuestras generaciones futuras, es necesario recobrar
la identidad de la Nación, dejar de lado los egoísmos y tener
sueños de un mundo mejor, donde la alegría y bienestar sean
patrimonio de todos.
Luchen desde ahora mismo y del lugar en que estén, con
responsabilidad y principios éticos por un Estado-Nación
soberano, solidario, protector y respetuoso de los derechos esenciales:
salud, educación, trabajo digno, libertad y seguridad previsional
y ciudadana para todos los ciudadanos.
Luchen y denuncien las hipocresías, los actos de corrupción
y el servilismo.
Defiendan donde puedan a la educación pública,
de toda presión de los grupos económicos-financieros nacionales
e internacionales y de sus acólitos.
Pues como decía Robert Owen a comienzos de la revolución
industrial en Gran Bretaña; “la educación pública
es el instrumento de bien más poderoso que se haya puesto jamás
en manos del hombre”.
De ahí, que también les hago un llamado a
vencer la arrolladora tendencia actual a considerar que el Estado moderno
debe desprenderse de una de sus tradicionales e irrenunciables función
– la de garantizar la educación de todos los ciudadanos que habitan
su territorio - .
No olvidemos lo que decía el filósofo y economista
Stuart Mill en 1859 “ el valor de un Estado es el valor de los individuos
que lo integran. Un estado que posterga el interés de la expansión
mental y la elevación de la gente descubrirá que, con hombres
pequeños, no se puede lograr nada grande”; por el contrario, sin
educación pública, la democracia se erosiona y la convivencia
social corre un gran peligro, porque la educación es un camino de
esperanza, se la vapulea y se la desea destruir.
Es necesario que la educación pública sea el espacio
común de niños y jóvenes de todos los sectores sociales
de nuestro país, para que todos tengan igualdad de oportunidades
y que también sea el eje central para construir una identidad nacional,
alrededor de un conjunto de valores y creencias, que aún diferentes
y abiertos, sean capaces de convivir y sirvan para desarrollar en plenitud
vuestra sociedad.
Discurso del Rector de la UNRC, Profesor Leonidas Cholaky
Sobari, en la 126º Colación de Grados de la UNRC |
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