El recorte es uno más de los que se vienen practicando desde 1992 con la aplicación de la Ley Federal, que ya reconocía la necesidad de presupuesto y nunca llegó a su aplicación. Luego vino una reestructuración laboral en el ´98 que tampoco se aplicó, sigue suspendida, yo creo que esto es una consecuencia de toda la política neoliberal que va de ajuste tras ajuste, donde no hay ningún tipo de idea propia, donde nuestros gobernantes lamentablemente han cedido lo fundamental de su función que es la toma de decisiones y la conformación de un proyecto de país y, por ende de un proyecto educativo, a los intereses foráneos. 

Y en esa disyuntiva lo único que nos presentan a la sociedad toda es como una obsesión en el cumplimiento de una deuda de dudosa legalidad que, obviamente, golpea con dureza a la educación como golpea en la seguridad social y como se ve en los números como los 16 millones de pobres, no podía estar exceptuada la educación porque un país que no tiene un proyecto de país per se, no tiene un proyecto de educación. Por eso no es sorprendente, y por lo cual debemos responder con la máxima energía, con todos los otros sectores excluidos de la sociedad, a los que además se les hace creer que son los responsables de su propia exclusión.
Esto, cuando se agrega a los otros recortes, representa un golpe más a nuestras posibilidades de crecimiento en lo social, lo educativo y afecta obviamente a los proyectos personales, de áreas y a la Universidad en todo su conjunto.

Otras opciones
Yo creo que otras alternativas hay, y ese es otro de los aspectos perversos que se nos presenta de un modo paradigmático, como si hubiera una sola solución posible y que cambia semana a semana y eso no es así porque hay propuestas alternativas. Por ejemplo, es absurdo pretender que recortando el presupuesto a sectores que ya están excluidos, como la seguridad social, estos 16 millones de desocupados que están debajo de la línea de pobreza es cercenando aún más la capacidad de consumo que se va a reactivar la economía, la economía de un Estado que ha perdido todo tipo de iniciativa porque no ha quedado más que un despojo de Estado, puesto que hoy no produce nada más y los pequeños reductos que pueden ser las ANSES, AFIP, PAMI, y las UUNN es lo último para llevarse y ¿para después qué?
Obviamente que hay alternativas, no podemos seguir manteniendo el Estado, pagando jubilaciones cuando hemos privatizado las jubilaciones y desde su creación hasta la fecha se han llevado como 18 mil millones de dólares de los cuales se estima que unos seis mil millones han sido repatriados  a otros países.
Estamos en un país que paradójicamente, mantiene el nivel de producto bruto interno per cápita más alto de América Latina o sea que riqueza se produce. Hay alternativas y tenemos el compromiso en la Universidad de participar activamente proponiendo ideas para que esto ocurra, apoyando los movimientos populares que surgen. Hay novedades puesto que muchos representantes políticos y sindicales no cumplen el rol que deberían cumplir y entonces aparecen nuevas manifestaciones sociales que representan los intereses del pueblo, de los excluidos, de los que no tienen ninguna otra alternativa.
Creo que estamos en un país que tiene otras posibilidades y el no apostar particularmente a la educación o tratar de transformarla en un factor de lucro en lugar de una inversión estratégica, como  bien lo hacen los países desarrollados. 

Representantes y representados
Debemos obligar a aquellos que hemos elegido, a nuestros legisladores a que realmente respondan a los intereses del pueblo y no a sus intereses sectoriales y personales porque hemos asistido en la última votación de esta ley de déficit cero a ese escenario patético en el que todo el mundo estaba en desacuerdo, pero todo el mundo votaba a favor. Obligar a nuestros legisladores a que sí lo hagan, transformar nuestros instrumentos democráticos en que sean legítimos a la hora de representar nuestros intereses. De alguna manera tenemos que reconstruir los vínculos entre nuestros representantes que no nos representan y el pueblo. Lo que uno necesita es que las estructuras frente a las cuales una nación se define y hace su proyecto futuro que represente realmente el interés del pueblo y que vaya en beneficio de la mayoría, porque acá ha crecido la riqueza del país en términos globales y ha crecido la pobreza en términos generales. 

Las repercusiones sociales
Yo espero que los estallidos sociales, que muchas veces se nos instala el término “estallido social” en términos descalificativos, que se siga obrando con la prudencia e inteligencia que se ha mostrado. Los movimientos son las nuevas manifestaciones del pueblo porque sino, lo que sí está preparado en esto que parece ser una improvisación constante con estos cambios de rumbo de una semana a otra, es la represión. Sino veamos que sin tener aprobación de los senadores ya hay tropas extranjeras en el país ya operando en Salta. El proyecto se presenta dos días después de que ya han desembarcado y Pérez Esquivel ya ha denunciado y cuestionado qué se pretende con este plan. Esperemos que los estallidos sociales no ocurran para desmedro de la gran mayoría como siempre ha ocurrido lamentablemente en este país.

Oscar Taurián es Director del Centro de Cómputos de la UNRC