Días atrás se realizó una reunión convocada por el Decanato de la Facultad de Ciencias Exactas, con la participación de docentes, no-docentes, becarios y alumnos, con el fin de tratar de manera conjunta el Presente y las Perspectivas de esta unidad académica ante la crisis del sistema universitario.

Entre otros temas, se destacó que, además de la situación coyuntural que afecta hoy a la Universidad, como consecuencia de la aplicación de la llamada “Ley de Déficit Cero”, tenemos que estar preparados institucionalmente para la discusión de la Ley de Presupuesto de la Nación, porque es allí, en esa instancia, donde se definirá el destino de la Universidad Pública Argentina.
Por otra parte, el Sistema Universitario también debe asumir que aun en condiciones normales de asistencia presupuestaria, debe rever sus objetivos y formas organizativas destinadas a alcanzarlos, para que su producción  en el proceso de generación y transmisión del conocimiento, esté en concordancia con la realidad socio - económica de la Nación.
Que si bien la enseñanza de grado es la actividad básica de la Facultad, se ratificó que la investigación, el postgrado y la transferencia al sector productivo y de servicio, son características insoslayables en la construcción de una Universidad. 
A nadie escapa que las causas estructurales de la pobreza deben ser removidas, poniendo en marcha el sistema productivo nacional. Es éste hoy un objetivo prioritario, y  para alcanzar el mismo, el Sistema Universitario Nacional debe ser considerado una herramienta estratégica. 
Las circunstancias históricas hoy nos agobian, nos angustian, pero a la vez, nos convocan a constituirnos en humildes artífices en la construcción del cambio que demandan las mayorías nacionales, y es aquí donde adquiere singular importancia nuestro rol de educadores: poder transmitir a nuestros alumnos la necesidad del compromiso para el cambio. Es decir, trocar la posición del lamento continuo y alienante, por la voluntad  y el esfuerzo para superar la perversa lógica que nos lleva a confundir lo difícil con lo imposible. 
Como consecuencia de la reunión, y a partir de distintas opiniones vertidas en la misma, se juzgó conveniente que las diversas temáticas del quehacer universitario sean debatidas en el seno de los Departamentos de la Facultad, en la creencia de que sobre la base de la diversidad y cantidad de opiniones surgirá la síntesis que nos indicará el camino a seguir, y entonces constituir cada uno de los Departamentos en un centro de debate y de generación de ideas.