Modificación del artículo 50 de la Ley
de Educación Superior
Mientras las universidades nacionales manifestan al unísono
su oposición al proyecto de ley que promueve una mayor exigencia
en el rendimiento académico y la implementación de un sistema
de multas a pagar por parte de los alumnos que tengan rendir o cursar materias
de manera reiterada, el secretario de Educación Superior, Juan Carlos
Gottifredi, defiende lo que es su iniciativa y destaca que “tiene que haber
algún tipo de sanción para quien desaprovecha la oportunidad
que la sociedad le da”.
El proyecto es resistido por las universidades. Así lo reflejan
los rectores de Río Cuarto, Leonidas Cholaky Sobari; del Comahue,
Jorge Rabassa; de la Universidad del Centro, Néstor Auza; de San
Luis, Alberto Puchmüller, y de la Universidad de Catamarca, Julio
Luis Salerno.
En su totalidad, expresaron su oposición a la modificación
del artículo 50 de la Ley de Educación Superior, cuya implementación
implicaría una efectividad del 70 por ciento en el rendimiento académico
relacionado con las oportunidades utilizadas para cursar y para rendir,
a la vez que el cobro de multas a sufragar por los alumnos que deban recursar
materias o repetir exámenes por haber quedado en condición
de libres o por haber desaprobado exámenes.
Desde el Ministerio
Juan Carlos Gottifredi
El fundamento del proyecto es el sostenimiento de la gratuidad
de la educación superior. Pero la gratuidad no es un concesión
graciosas que hace un gobierno, sino un contrato entre la sociedad y el
individuo. La primera financia la educación del segundo y éste
se compromete a aprovechar la oportunidad que le brinda la sociedad.
Esto no excluye a nadie, porque quien trabaja lo que hace
es cursar menos materias. Es el 70 por ciento de lo que cada uno decide
hacer o un mínimo de dos materias por año.
No tiene nada que ver el arancel con el cobro de una multa
porque alguien haya fallado en una materia. Quien falla desaprovecha una
oportunidad y para volver a tenerla debe abonar.
Decir que es un arancel es una ridiculez. Hay que leer
el fundamento de esta iniciativa, que no tiene nada que ver ni con la privatización,
ni con el arancelamiento, sino con la responsabilidad del individuo, al
que la sociedad le está pagando para que estudie y en lugar de estudiar
desaprovecha la oportunidad.
En las universidades
Leonidas Cholaky Sobari, rector de la Universidad Nacional de
Río Cuarto
Yo estoy en desacuerdo con ese proyecto, ya lo hemos expresado
en el CIN en su momento.
Es un proyecto de exclusión. Son distintas las
condiciones de una universidad y de otra. Los sistemas universitarios son
diferentes. Cada universidad presenta una situación particular.
Nosotros en los tres últimos años tenemos
casi el 70 u 80 por ciento del estudiantado que rinde más de dos
materias y un 40 por ciento por ciento que rinde más de cinco materias.
Entonces creo que aplicar multas y decir que se va a subvencionar la educación
universitaria no tiene sentido.
Además, el modelo económico obliga a muchos
universitarios a trabajar para costear sus estudios y también para
ayudar a mantener la familia.
Jorge Rabassa, rector de la Universidad del Comahue
Para decirlo de una manera elegante, me parece un error
que en este momento de crisis casi terminal de las universidades públicas
estar lanzando proyectos de esa naturaleza.
Néstor Auza, rector de la Universidad del Centro
Es una intromisión, al menos. Las universidades
en eso son autónomas y pueden establecer su propio reglamento de
enseñanza y promoción.
La multa genera una idea de arancelamiento, porque el
estudiante, para poder reivindicar, va a tener que pagar. Hay que tener
mucho cuidado con esto, porque puede ser un avance concreto en la introducción
de una medida, a la que no nosotros nos negamos, que es la de arancelar
la universidad.
Alberto Puchmüller, rector de la Universidad de San Luis
Me parece una barbaridad. No estoy de acuerdo con eso.
Acá hay que hablar de un rendimiento académico de los alumnos.
Nosotros lo hemos planteado en nuestra universidad, pero hay que hacer
un análisis mucho más serio, más profundo. Hay que
preguntarse por qué los alumnos están en esa situación,
hay gente que trabaja, hay causas externas a la universidad, como la situación
socioeconómica y laboral de los estudiantes, y hay problemas internos,
que hacen a la organización de lo académico y el desarrollo
de la enseñanza.
Las medidas no deben ser de tipo punitivo, sino que tienen
que ser correctivas y tomadas por las universidades.
Julio Luis Salerno, rector de la Universidad de Catamarca
Todos estamos interesados en lograr un mayor rendimiento académico
y formas de retención más efectivas, pero eso corresponde
al análisis interno de cada universidad. |
¿Están dadas las condiciones para una
articulación?
A las universidades nacionales recortadas, empobrecidas y que
se debaten en la imposibilidad de mantenerse en pie institucionalmente,
se les pide que se conviertan en uno de los pilares de la reconversión
de las instituciones de educación superior no universitarias, paradójicamente
diseñadas para recibir a los alumnos que terminen expulsados del
subsistema universitario.
El secretario de Educación Superior, Juan Carlos
Gottifredi, fue consultado por HOJA APARTE respecto de si están
dadas las condiciones para pensar una integración de la educación
superior de carácter universitario y no universitario, ante lo cual
respondió que “no podemos esperar tener recursos, sino que debemos
extremar nuestra inteligencia y creatividad para poder lograr este desarrollo”
y agregó que “no se trata de crear nuevas instituciones, sino de
mejorar las existentes”.
- ¿A qué lógica responde el impulso actual de
la política de integración del Sistema de Educación
Superior?
- Lo que estamos tratando de hacer es que el sistema público
de educación que pertenece a la Nación y a las provincias
se integre para tener una mayor cobertura de la educación superior
y para posibilitar que la gente que tenga que estudiar en un instituto
terciario que no pertenece a una universidad, pueda concluir una carrera
universitaria.
- ¿Esto de los colegios universitarios, no son en alguna
medida una privatización de los ciclos básicos?
- No. Porque las instituciones que pertenecen a las provincias van
a seguir perteneciendo al Estado.
- Pero hay muchas empresas privadas que tienen centrados sus intereses
en este proyecto.
- Me parece bien que sea así. Pero esto se abre tanto para los
públicos como para los privados.
Son muchos los interrogantes que quedan abierto ante este
panorama. Uno de ellos es cómo se financiarán los emprendimientos
que tengan por finalidad la evaluación, la reconversión de
la planta docente, la integración de equipos y áreas disciplinares
de ambos subsistemas, los proyectos de investigación interinstitucionales,
las propuestas de capacitación y vinculación con el medio,
las áreas productivas y las demandas locales y regionales.
Cabe preguntarse cómo se pueden discutir estas
políticas de integración del Sistema de Educación
Superior, mientras se vive en condiciones de permanente amenaza para las
universidades nacionales, en particular su autonomía, gratuidad
y libre acceso.
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