150 alumnos del programa de
alfabetización en la Universidad
En el Aula Mayor de la UNRC un centenar y medio de alumnos de
los diez centros de alfabetización que funcionan en Río Cuarto
desde junio pasado compartieron junto a sus familiares un encuentro con
el rector Leonidas Cholaky Sobari y el intendente Alberto Cantero, en lo
que fue el acto conmemorativo del Día Mundial de la Alfabetización,
instituido en la década del ’60 por la UNESCO.
Así los rostros y las manos curtidas por el trabajo,
la ropa sencilla, los pequeñas con sus mamaderas y juguetes y las
ganas de aprender, reemplazaron la habitual solemnidad de las colaciones
de grado y el ambiente intelectual de los debates y clases magristrales.
La Municipalidad y la Universidad están llevando
a cabo esta iniciativa conjunta, en el marco del Programa de Alfabetización
Cultural y Educación Popular, y organizaron este encuentro para
entregar a los alumnos un testimonio de asistencia a los centros y para
escuchar las palabras del intendente y del rector, quienes entablaron un
diálogo con este auditorio diferente y con deseos de aprender en
medio de sus vicisitudes.
Al acto, en que se entonaron con fuerza popular las estrofas
del Himno Nacional y actuó el Conjunto de Música Instrumental
de la Universidad, asistieron también Fernando Sasatelli; secretario
de Educación, Cultura y Deportes de la Municipalidad; Marisa Moyano,
secretaria académica de la Universidad; Enrique Bérgamo y
Sergio Centurión, ambos coordinadores de los programas de alfabetización.
Cholaky: «La Universidad salió a la calle»
Al hablar el rector Cholaky sostuvo que «la Universidad
salió a la calle esta vez no para ofrecer sus carreras o para reclamar
ante el Estado lo que es justo, sino para reconstruir ese derecho que todos
los ciudadanos debemos ejercer con libertad y eficiencia: poder leer y
escribir».
Agregó Cholaky que «la democracia comienza
cuando todos podemos insertar nuestra voz en la sociedad para hacernos
oír y cuando podemos manejar desde el conocimiento y la voluntad
los mensajes que se lanzan constantemente sobre nosotros».
«En esta Universidad -añadió la máxima
autoridad del centro de altos estudios- creemos firmemente en el compromiso
social que las instituciones del Estado deben asumir».
«En un tiempo de crisis -enfatizó- y de cambios
constantes como los que vivimos, ese compromiso debe ser cada día
más fuerte y cada día más poderoso» para «restituir
la solidaridad como lazo social fundamental».
El Programa de Alfabetización Cultural y Educación
Popular
surgió con el objetivo de «generar una propuesta alternativa
de alfabetización, en el marco de la educación no formal,
tomando en consideración que cualquier intento de generar una política
de participación democrática exige como base de sustento
que todos los ciudadanos puedan acceder efectivamente al ejercicio de la
palabra pública».
Hay progreso
Enrique Bérgamo, coordinador general del programa,
al comentar su marcha, expresó que «hay progresos» en
los actividades de los alfabetizandos.
«Algunos han comenzado a expresarse por escrito
y han dirigido una nota al rector y al intendente para expresarle su agradecimiento
y otros avanzan en la escritura, interpretando textos y leyendo. También,
realizan operaciones matemáticas, en algunos casos simples, en otros
más complejas, y desde la oralidad los asistentes han aprendido
cuáles son los derechos humanos, particularmente los de los niños».
Bérgamo dijo que funcionan diez centros alfabetizadores
en distintos lugares de la ciudad, como en los barrios Santa Rosa, Las
Delicias, Chino, Las Quintas e Hipódromo, entre otros.
El coordinador académico reconoció que «se
está a la mitad del proceso de alfabetización, que es un
momento clave para llevar a buen fin el programa, razón por la cual
se han cumplido estos festejos para que los asistentes revaloricen lo que
hacen para su mejor calidad de vida».
Cantero
El intendente Cantero, refiriéndose a los alumnos,
dijo que «tanto la Universidad cuanto el Municipio, así como
la ciudad, son de ustedes. Juntos emprendemos esta tarea, que la vamos
a continuar con la voluntad de ustedes».
«No hay peor desamparo -señaló- que
no saber leer y escribir, y nos proponemos aprenderlo entre todos».
«La Universidad y la Municipalidad -remarcó
Cantero- estamos comprometidos junto a ustedes en la tarea más noble
que se puede llevar a cabo: permitir el acceso a la educación».
«Queremos que aprendan a leer y a escribir, para
luego, si es posible, llegar hasta la propia Universidad a estudiar»,
destacó.
Estos programas de alfabetización conjuntos entre
la Universidad y la Municipalidad se iniciaron el 4 de junio, y los 22
alfabetizadores que participan llevan 50 horas frente a las aulas de los
distintos centros de alfabetización.
Hablan los alumnos
Juan Carlos dijo que «la experiencia es muy buena;
nunca fui a la escuela pero estoy aprendiendo a escribir. Ahora con mis
compañeros estamos haciendo una carta al rector y al intendente
para que estos cursos continúen el año que viene. Para mí
el valor de aprender a escribir es que me da independencia en mi trabajo.
Antes para leer una nota tenía que recurrir a un compañero;
ahora ya casi lo hago solo».
Por su parte, Dora (75 años), la alumna de mayor
edad, reconoció que le resulta «difícil aprender a
leer y a escribir, pero ya sé firmar», enfatizó con
orgullo.
«Yo nunca fui a la escuela -dijo luego-, aunque
aprendí a sumar pero me olvidé; ahora me cuesta, pero con
voluntad voy a lograrlo».
Uno de los alfabetizadores, Walter, se mostró «satisfecho»
por la experiencia compartida con los alumnos, de distinta condición
social y edad.
«Uno se realiza con sus alumnos -enfatizó-.
Ellos ponen ganas y nos estimulan. Les damos lápices y cuadernos,
y ellos los cuidan como si fueran un nuevo tesoro».
Cartas personales
El rector Cholaky contestó de puño y letra
trece cartas escritas y entregadas por los alumnos de los centros de alfabetización.
En general, le pidieron a la máxima autoridad de
la Universidad que el programa en marcha junto a la Municipalidad continúe
el año próximo.
Otras misivas indagaron sobre el funcionamiento y las
carreras que se dictan en las distintas facultades y el deseo de sus autores
de poder algún día cursar en ellas.
El rector respondió a las distintas inquietudes
en forma personal en otras tantas cartas que hizo llegar a sus remitentes. |
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