Ingeniería busca su lugar en la futura universidad

En una asamblea interclaustros realizada meses atrás en la facultad de Ingeniería, los alumnos sorprendieron a los docentes con un planteo simple pero crucial: ¿qué es lo que efectivamente hace y produce nuestra facultad?. Parecía una obviedad. Sin embargo, la consigna llevaba la saludable intención de mirar por un instante hacia atrás y revisar una especie de “stock” de resultados. Se sabe, muchas veces hay que retroceder un paso para luego avanzar tres, y los estudiantes habían acertado.
En los tiempos que corren, la universidad pública transita –obligadamente- por el perverso camino del ajuste y sus integrantes se encuentran permanentemente acotados a pelear por el reconocimiento social que a esta institución le corresponde. Por eso, en esa reunión los alumnos subrayaban en la necesidad de contar con los mejores argumentos para explicar la situación de la Universidad y más aún, la propia Facultad. Luego, con entusiasmo, se acordó entre todos la realización de una “Jornada Institucional de Ingeniería”, que tuvo lugar el 16 de octubre último y con importantes resultados.

Lo que somos, hacemos y queremos
Durante el encuentro los diferentes grupos de trabajo e investigación de esta unidad académica expusieron los alcances de las actividades que realizan. Todos ajustados a dos objetivos definidos con anterioridad: “trazar el estado de situación actual de la facultad de Ingeniería en los aspectos que abarca en el marco de las políticas socioeconómicas y educativas del país” y “promover la reflexión crítica sobre diversos aspectos institucionales de la Facultad en vistas a una superación”. 
¿Quiénes somos, qué hacemos y qué queremos y debemos cambiar en Ingeniería?,  anticipaba la portada de la carpeta de presentación de la Jornada. El decano Diego Moitre disparó el primer cuadro de situación cuando presentó un detallado informe de los aspectos salientes que caracterizan al silencioso crecimiento de la unidad académica. En carreras de grado hay cuatro especialidades de ingeniería reconocidas oficialmente y con títulos de validez nacional (90 materias). En posgrado, funcionan cinco carreras a término, reconocidas oficialmente y también con títulos de alcance nacional. Además, un programa de posgrado acreditado por la CONEAU.
En investigación y desarrollo tecnológico, llega a 14 la cantidad promedio anual de proyectos que se llevan adelante con diferentes niveles de financiamiento (1996/2000). En extensión universitaria y la prestación de servicios a terceros, la Facultad obtuvo en los últimos años importante cantidad de fondos externos, cuyo promedio anual para el período 97/2001 alcanzó los 70 mil pesos. Un relación positiva cuando se compara esa cifra con los 188 mil pesos por año que recibe en concepto de presupuesto.
Desde el punto de vista académico, Ingeniería presenta un medido crecimiento de su matrícula, coincidente con la apertura de la oferta en Telecomunicaciones. Hasta 1997, el promedio de ingresantes oscilaba en los 160 alumnos, pero desde el año siguiente y hasta el 2000, alcanzó a los 410 ingresantes por período lectivo. Las autoridades evalúan que existe una buen indicador de la cantidad de jóvenes que egresan de las carreras, muy a pesar de las cargas horarias y exigencias curriculares que las caracterizan. Desde 1996 hasta el presente 2001 hay 26 egresados por año, lo que representa un 16% entre la vinculación ingresantes-graduados. No obstante, se pretenden mejorar aún más.  El total de alumnos activos (con dos o más asignaturas aprobadas) es de 1.452. Sobre un total de 148 docentes, la relación educador-educando resulta óptima: un profesor (o auxiliar) cada 10 alumnos. Los profesores con dedicación exclusiva representan el 75% sobre un total de 61, mientras que los auxiliares con actividad full-time constituyen el 45%, sobre 87. Hasta la fecha, el 18% del personal docente cumplió con la formación de cuarto nivel, mediante posgrados u otras modalidades. Se proyecta para el año próximo llevar ese indicador hasta el 25%.
 

El objetivo de lograr la acreditación de carreras
La ley de Educación Superior establece que deberán ser acreditadas las carreras cuyos títulos correspondan a profesiones reguladas por el Estado, tal como lo determine el Ministerio de Educación de la Nación en acuerdo con el Consejo de Universidades. 
El tema esta casi escondido entre tantos inconvenientes que afectan hoy al sistema superior y hasta suena como un contrasentido cuando muchas facultades no tienen asegurado un presupuesto que garantice su funcionamiento. Pero no es ese el caso de Ingeniería en la UNRC. 
Desbordados de libros, papeles, carpetas con interminables expedientes, dos escritorios dibujan la geografía principal del despacho del decano de la Facultad, Diego Moitre. Enseguida recibe a Hoja Aparte y se dispone cómodamente a lanzar una andanada de conceptos e ideas sobre la situación de la unidad que conduce. Motivado y verborrágico, se envalentona con cada tema relacionado con su profesión. Pero se nota que tiene una sola obsesión: lograr la acreditación de las carreras de Ingeniería. ni más ni menos. 
“Es una situación que en algún momento tendrá que definirse, porque está determinado por la actual ley de Educación Superior”, sostiene. “Puedo decir que en nuestra facultad estamos en una buena posición con respecto a otras del país”, agrega. 
Para Moitre no hay dudas. Cuando los claustros de esa casa académica se preguntan que se pretende y qué se debe cambiar atento a los difíciles tiempos que se avecinan, él responde que “el eje de análisis pasa por obtener la acreditación de las carreras de la facultad”. En un breve documento presentado en las Jornadas Institucionales, explica que la acreditación de una carrera específica, se define como el reconocimiento a la satisfacción de un conjunto de normas y estándares de calidad mínimos previamente establecidos, de tal manera que ello permita un proceso eficiente de enseñanza y aprendizaje. Según sostuvo el decano, “se ha trabajado bien, más allá de algún retraso, se avanzó mucho en forma conjunta con el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI) y ya existe un informe final en el CIN y en el Ministerio de Educación”. El tema de la acreditación de carreras de esta disciplina quedará definirse el año próximo.
También, Moitre evaluó satisfactoriamente la realización de las referidas jornadas de hace unos días, sobre las cuáles consideró que “es la única forma de avanzar para obtener los mejores resultados”. Más adelante, se mostró interesado en profundizar “una política de extensión fuerte y dinámica, no solo para nuestra facultad sino para el conjunto de la Universidad”. Admitió que “es una apuesta que debemos mejorar mucho más en Ingeniería, a pesar de que es importante la cantidad de ingresos que llegan por servicios a terceros”. 
La charla llegaba a su fin y un sinnúmero de temas quedaban en el borrador. Sin embargo, quedaba fija una fuerte conclusión. Con esfuerzo, claro, Ingeniería parece transitar por el camino adecuado.

Grupos de trabajo de la Facultad de Ingeniería



GOP – Grupo de trabajo de optimización

IPSEP – Instituto de Protección de sistemas eléctricos de potencia

LEM – Laboratorio de ensayo de materiales

GIDPO – Grupo de investig. y desarrollo de productos oleaginosos

GASEP – Grupo de análisis de sistemas eléctricos de potencia

GES – Grpo de energía solar

GEA – Grupo de electrónica aplicada

EIPA – Equipo interdisciplinario de proyectos ambientales

LINC – Laboratorio de Ingeniería de Control

LMTeH – Laboratorio de máquinas térmicas e hidráulicas

GIR – Grupo de ingeniería de las reacciones

GMC – Grupo de mecánica computacional

Grupo de secado

LACAD – Laboratorio de diseño asistido por computadora

Grupo de mecánica aplicada

CEI – Centro de Estudiantes de Ingeniería - Proy. de estación meteorológica

GAPI – Gabinete de asesoramiento pedagógico de ingeniería
Lic. Sergio Rivarola