Milstein, una luz que no se apaga
Conocedor profundo de los claustros universitarios y de los vaivenes
por los que transitó la investigación en Argentina, César
Milstein fue el referente máximo de la vida científica de
nuestro país. Aquí, un recorrido por sus ideas -muchas veces
polémicas- sobre la Universidad y la ciencia, tal como las planteó
en su momento el investigador; premio Nobel en 1984 y fallecido en marzo
último
La universidad no puede ser masiva
”No puede haber carreras serias con 100 mil alumnos. La universidad
no puede ser masiva. En primer año, nosotros éramos 75 estudiantes
y había recursos para hacer experimentos.”
”No puede haber una universidad de alto nivel si los profesores no
hacen investigación.”
”La premisa de que la universidad debe ser gratuita hay que defenderla
con orgullo. Es una gran conquista. Pero también es un engaño.
¿De qué le sirve al hijo de un obrero que la universidad
sea gratuita si no puede ir?”
”Las universidades deberían ser centros de investigación
básica. Pero en Argentina la investigación tiene muy poco
impacto.”
Argentina no apoya a la ciencia
”Son los jóvenes los que tienen que recibir el apoyo de una
política científica nacional. No diciéndoles que investiguen
aquello o esto para satisfacer al mercado, sino dándoles señales
claras de que el gobierno apoya las buenas ideas. La ciencia crea el mercado.”
”En el país, el apoyo a la ciencia fue casi nulo.”
”En Argentina llega un gobierno con buenas intenciones y el que viene
después deshace todo. La ciencia no se basa en períodos de
cuatro años. Hacen falta veinte.”
”Bernardo Houssay dijo alguna vez que Argentina es un país demasiado
pobre como para no promover las ciencias básicas. Una buena política
de desarrollo implica un apoyo sostenido a la ciencia. De lo contrario,
el número de pobres va a aumentar, y los que no son pobres se van
a ir empobreciendo.”
”En Argentina falta confianza. Los inversores privados creen que la
ciencia es una porquería, entonces van afuera. La cantidad de dinero
puesto en ciencia en el país es una miseria: menos del 0,40% del
PBI.”
La investigación no debe tener límites
”Tiene que haber un sólido soporte económico. La ciencia
no es democrática.”
”La investigación no debe tener límites. No me molesta
saber que se puede clonar un hombre, pero sí me molestaría
horrendamente que se lo haga. El conocimiento no es aterrador, sí
lo es el uso que de él se haga.”
”Para parar el conocimiento, debería haber un suicidio masivo
de intelectuales, científicos y gente pensante.”
”No se puede dejar la investigación en manos privadas ni jamás
abandonar a la ciencia como valor cultural en sí mismo.”
”Sé que hay gente que está ganando fortunas con mis descubrimientos:
son los grandes fabricantes de medicamentos. Pero yo estoy dedicado a la
investigación básica. La plata no es mi gran obsesión.”
”Hago poca investigación. Cada vez menos. No puedo mantener
la atención todo el tiempo. Llega una edad en la que uno sabe que
el pico ha pasado y cuesta mucho mantenerlo.”
Nuestros talentos crecen como hongos
”Nunca se me cruzó por la cabeza ser ministro.”
”Argentina está en una posición privilegiada porque es
un país lleno de talentos. Y esto se demuestra cuando se van del
país.”
”Yo soy optimista porque en Argentina, no sé por qué,
hay una cantidad de talentos que salen como hongos. Uno no sabe de dónde
salieron, pero de alguna manera salen. Y yo creo que eso a la larga va
a dar sus frutos.”
”Somos campeones mundiales en fuga de cerebros. Y el motivo no es el
estrictamente científico: es el grado de inestabilidad, de autoritarismo,
de irracionalidad en el que ha vivido Argentina durante tantos años.”
”La desorganización de los argentinos es manifiesta. Se sorprenden
cuando les digo que saco las entradas para el teatro con tres meses de
anticipación. Tal vez esa desorganización en la vida privada
no sea tan mala, pero en un nivel de acción pública se necesita
planificación.”
Mi vida es el laboratorio
”Tener hijos hubiera sido un problema. La vida científica es
muy absorbente. El de los hijos es otro experimento que no he hecho.”
”Me cuestra trabajo desenchufarme del laboratorio. Cuando vuelvo a
casa, cocino -si no, no se come-, después emprendo una caminata,
escucho las noticias y recién antes de dormirme me olvido del laboratorio.”
”Mi padre fue un inmigrante judío que se estableció en
Argentina y debió mantenerse solo desde los 15 años. Mi madre,
una maestra, hija de una modesta familia de inmigrantes. Para ambos, ningún
sacrificio era demasiado grande a fin de que sus tres hijos fueran a la
Universidad.”
”Soy lector de novelas, no de ensayos, porque no estoy interesado en
las conclusiones que saquen los otros de sus experiencias. Me interesa
tomarme el trabajo de sacar mis propias conclusiones.”
”-¿Qué hará con los 75 mil dólares del
premio?
-En primer lugar, comprarme una bicicleta nueva.”
Tengo raíces en otro lado
”Sin el éxodo de intelectuales el desarrollo del país
hubiera sido mejor. Hubiera continuado el entusiasmo que viví cuando
volví al país en 1961, que trajo el resurgimiento de la ciencia
en los 60. Pero en el 70 ya empezaba a estar todo perdido.”
”Yo ya tengo raíces en otro lado. Para la gente más joven
el problema es otro: volver significa perder el tren, abandonar los proyectos.
Es casi como dejar la ciencia.”
”Me siento cómodo en Inglaterra. Antes extrañaba mucho
el dulce de leche, pero ahora -por el colesterol- no puedo comerlo. Extraño
la relación de amistad, la relación humana que hay en Argentina.”
”Cuando me fui de Argentina tenía 35 años, y eso no se
borra. Tampoco el hecho de que hace treinta años que estoy en Cambridge.
Le debo mucho a Inglaterra. Fue el país que me recibió con
los brazos abiertos y Argentina fue el que me echó.”
Extraído de revista 3 puntos
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