Un régimen injusto
-Buenos días, ¿ésta es la casa en la que vivía
el ladrón Juancito?
-Sí, ésta es.
-Entonces queda usted detenido.
-Oiga, pero yo no soy Juancito, él ya no vive aquí.
-No importa, me va a tener que acompañar.
De modo análogo al diálogo imaginario funciona el régimen
de descensos en el fútbol argentino.
Belgrano de Córdoba, que ya descendió a la Primera B
Nacional, aun si perdiera los dos cotejos finales quedaría delante
de Talleres y Unión, que ni siquiera ganando el par de encuentros
restantes lo alcanzarían.
Si se tiene en cuenta que los descensos directos de la A son dos, Los
Piratas se salvarían.
La respuesta a la imaginable pregunta “¿por qué se fueron,
entonces?” radica en la reglamentación: bajan al Nacional B los
equipos cuyos promedios sean vigésimo y decimonoveno, mientras que
el decimoséptimo y el decimoctavo disputan un par de partidos con
los mejores equipos del Nacional B exceptuados los que ascienden directo.
Esto, que a muchos hace preferir las ecuaciones con dos incógnitas,
no termina aquí.
Dado que el régimen de promedios toma no sólo la temporada
en curso sino las dos anteriores para los equipos que las hubieran jugado,
se presentan casos como el de Belgrano, que pese a su aceptable rendimiento
en la 2001 / 02 se va abajo por lo hecho en la ’99 / 00 y la 2000 / 01.
Es así como pagan los que en Belgrano están hoy, de forma
similar al pobre diablo cuya desgracia era vivir en una casa que antes
había sido de un ladrón.
Alberto Ferreyra
Otra vez Fútbol.
Lunes, 21.30 a 22.30,
FM 97.7 Radio Universidad |
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