Se expidió
la Comisión de Educación Superior
Tras un año de trabajo, y con algunos meses de atraso,
el 22 de mayo presentó su informe la Comisión Nacional para
el Mejoramiento de la Educación Superior. El comité
presidido por el ex ministro de Educación Hugo Juri fue
creado el año pasado por el entonces
ministro Andrés Delich para
hacer un diagnóstico y elevar propuestas
para la educación terciaria y universitaria. Entre sus
principales conclusiones está la constatación de la
tendencia a la desaceleración del crecimiento de la matrícula
universitaria en los próximos años, y la flagrante ausencia
de políticas públicas para la educación.
La pesquisa también detectó que existe un profundo pesimismo
entre los integrantes del sistema educativo superior, donde el 85 por
ciento no cree que en el futuro mejore el acceso de la población
a la universidad. La Comisión Nacional
también propuso crear un ciclo general común
para todas las carreras que, luego de dos años,
otorgue a los estudiantes un título intermedio.
El comité de 30 miembros, dividido
en cuatro subcomisiones, estuvo integrado, entre otros,
por Mario Albornoz, Adolfo
Stubrin, Carlos Pérez Rasetti, Catalina Nosiglia,
Aldo Ferrer, Marcela Mollis, Alicia Camilloni, Mario Mena y
Juan Carlos Del Bello.
En la presentación del documento requerido por la
administración anterior, la ministra de Educación, Graciela
Giannettasio, recalcó que el informe "no es un dogma"
y "lo más valioso que tiene es instalar
este debate". Sobre el tema del arancelamiento, destacó que
"sé que fuera de este recinto deben
estar pensando que un informe sobre la educación
superior está hablando o no del arancel... Que quede en
claro que ese no es un problema a analizar en este momento".
A su turno, Catalina Nosiglia,
a cargo de la subcomisión Demanda Social de la Educación
Superior, explicó que "para los próximos años, se
prevé una desaceleración del crecimiento de la matrícula".
El informe detalla que "las hipótesis más
plausibles de evolución futura del ingreso a las universidades
indican como más probable una tendencia
a la desaceleración del fuerte ritmo de crecimiento registrado en
el último quinquenio". Según Graciela Riquelme, integrante
de la comisión, esto se debe a que "está llegando a un techo
el egreso de estudiantes de la escuela media". La comisión
consideró que entre 2000-2020 el crecimiento de la matrícula
será del 56 por ciento: de los 343 mil nuevos
inscriptos que hubo en 2000, se pasaría a 429 mil en 2010, y a 537
mil en 2020.
Entretanto, la subcomisión destinada
a la Organización Institucional del
Sistema de Educación Superior concluyó que hay "ausencia
de una política pública para el sector".
Su coordinador, Adolfo Stubrin, explicó que "hay que generar leyes
de base que den lineamientos para fijar un plan nacional de educación
superior, sin entrar en conflicto con las autonomías
provinciales y universitarias. El eje
sería que las
universidades se conviertan en unidades de
planificación de políticas educativas". Para
ello propusieron crear una agencia descentralizada para administrar los
planes de desarrollo.
Sobre el futuro de la universidad las expectativas son pesimistas.
De acuerdo a un estudio del Instituto
de Estudios Sociales de la Universidad de Quilmes
(UnQui), el 85,8 % cree que en los próximos años no
mejorará el acceso de la población a los estudios superiores,
mientras que el 57,9 % piensa que continuará siendo un ámbito
exclusivo de los sectores medios y altos. La encuesta -a más
de mil profesores, alumnos, políticos, empresarios y trabajadores
vinculados a la educación superior- reveló que
más del 70 % de los consultados opina que la universidad está
perdiendo su
rol histórico de "promotora de la movilidad social". Sobre
las causas, el 87 % responsabilizó a las dificultades económicas,
y un 83 % también apuntó al bajo nivel
de la escuela media. Además,
para el 70 % de los consultados, el Estado
debe facilitar el acceso a la educación superior mediante
becas.
A la hora de las propuestas, la
Comisión Nacional para el Mejoramiento de la Educación
Superior sugirió crear un Ciclo General de Conocimientos
Básicos, de dos años, que sería
una primera etapa de todas las carreras. El
Ciclo General daría formación
básica tanto en universidades como en terciarios
y colegios universitarios. Luego, los alumnos recibirían
un título intermedio, válido para seguir una carrera
de grado en cualquier universidad.
"Dicho ciclo podrá incorporar la
posibilidad de orientaciones (por ejemplo, en ciencias sociales y humanas
o en ciencias naturales y exactas)", señaló el estudio.
Su finalidad sería facilitar el paso de la escuela al
nivel superior, articular universidad y terciarios, y favorecer la
movilidad de alumnos entre instituciones y carreras.
Este Ciclo contaría con el respaldo de la ministra Giannettasio
y del secretario de Políticas Universitarias, Juan Carlos Pugliese.
Según esta propuesta, las carreras
de educación superior conservarían
su duración actual de "cuatro o cinco años
con ese primer ciclo de dos años que otorgará
un título que dará constancia
de una formación, aunque sin salida
laboral", detalló Carlos Pérez Rasetti.
Luego, "se podrá acceder a una carrera de grado que
variará de acuerdo al diseño", explicó
el especialista que coordinó la subcomisión
de Diversificación Institucional y Estructura.
Sobre la deserción, Pérez
Rasetti, dijo que "el ciclo podría
contar con un cuerpo docente especializado en atender
a los alumnos que recién ingresan. Así se podría
aumentar la retención". La mitad del abandono
ocurre en los primeros dos años. Dicho Ciclo General apuntaría
también a "la necesidad de fortalecer los conocimientos básicos
para preparar a los estudiantes a afrontar la rápida
mudanza de los saberes", agregó Mario Albornoz,
titular de la subcomisión de Tendencias
del Conocimiento, quien planteó mejorar
la articulación entre las universidades y el Conicet.
- Las cifras del sistema de educación superior
El relevamiento de la Comisión Nacional para el Mejoramiento
de la Educación Superior detalló que en nuestro país
hay 1,7 millón de alumnos en la educación universitaria
y terciaria no universitaria. Los alumnos
concurren a 91 universidades y
1754 institutos no universitarios (terciarios y colegios
universitarios), de los cuales casi la mitad está en la Capital
Federal o en la provincia de Buenos Aires, que ofrecen más de 11
mil títulos. "Si bien ambos subsistemas han mostrado
una significativa expansión, el no universitario
ha tenido un crecimiento mayor", ya que "pasó
de atender 93.645 alumnos en 1980 a 439.909 en el 2000
(369,7 %)".
En tanto, las universidades, que tenían 393.828
alumnos en 1980, veinte años más tarde
tienen 1.285.361 alumnos (226,3 %)". El incremento
se debería a la alta desocupación, el aumento
de exigencias para acceder al mercado laboral, y también por los
requisitos de la llamada "sociedad de la información".
Más allá de la dispersión territorial y de diversidad
de carreras y títulos que ofrecen los terciarios
no universitarios, el 74,5 % del alumnado
cursa en universidades. Asimismo, existe "una fuerte vinculación"
entre el acceso y el tipo de educación superior y el origen
socioeconómico y la situación geográfica,
debido a que "el 25 por ciento de
los universitarios terminó la secundaria en una ciudad o provincia
diferente", y en cambio, "el 90 por ciento de los estudiantes
de los profesorados lo
hace en mismo lugar en donde curso el nivel medio".
(Fuente Educyt)
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