Corría 1989
Corría 1989, plena renuncia de Alfonsín recuerdo...
y yo indagaba: ¿por qué tantos autos en las estaciones de
servicio?., no entendía muy bien lo que ocurría, gente saqueando
supermercados, comercios...
En medio de ese oscuro panorama otro presidente sobrevendría.
Un señor que ayudaba a la gente con el dinero de los deportes en
los que participaba, jugaba al tenis al golf al fútbol entre otras
disciplinas.
Pero... este hombre con pinta de gauchito de carnavalito resultó
ser no tan benévolo como parecía y pronto comenzó
a vender parte de la familia. La abuela, la bisabuela y la tía
se remataron a bajo precio. A pesar de la tragedia Doña Rosa fue
convencida por los sabios de tv quienes pregonaban que las
viejas sobraban y que al entregarlas tendríamos la felicidad asegurada.
A los compradores se ve que les sirvió.
En 1991 un señor pelado solucionó los aumentos
de precios que siempre preocupaban, en poco tiempo como por arte de magia
todo se tranquilizó. En vano no nos habíamos librado de las
viejas se murmuraba. De repente como si nada hubiera ocurrido comprábamos
en cuotas toda clase de artefacto: licuadoras, televisores, microondas
tostadoras por doquier ¡el paraíso, el paraíso! Gritaban
¡qué nos habían prometido, el primer mundo! se escuchaba.
Así, en plena algarabía entre fastfood y dietas LIGHT, shopping
y cibercafé se modernizaba el país.
Hasta el pequeño sultán de Anillaco tuvo un avión
de lujo para ir a visitar a los papis del norte donde admiraban el éxito
del experimento argentino mientras nosotros estábamos chochos entre
parrillas chinas y vinos de Hong Kong.
No obstante tanto jolgorio comenzamos a sentir gritos desesperados,
pedidos de auxilio de expulsados del modelo que nos negamos escuchar. Tuvimos
la sensación que no nos pertenecía, que provenían
de otras partes de otra realidad. Igualmente era un hecho que las calles
y las rutas no sólo viajaban vehículos. Uhh! No podían
faltar los mismos sabios de los medios analizando ahora sobre la
inconstitucionalidad, que el piquete violaba la libre vialidad. De este
modo doña rosa la volvieron a engañar, cuántas veces
habré escuchado en mi barrio: ‘’son grupos violentos’’ o ‘’hay sectores
de izquierda’’ ‘’váyanse a trabajar negros de m...’’. No sabiendo
que pronto ellos estarían en semejante situación.
Y pasó el tiempo, la convertibilidad no funcionaba tan bien,
y no es para tanto con sólo decirles que después de tres
años de embriaguez un tequila nos cayó bastante mal.
¡Vamos, vamos! fue un mal trago nada más a levantarse
había elecciones nuevamente, año 94. Poco y nada nos importó
la vida suntuosa del presidente, ni el peaje, ni los desocupados ni la
desaparición de la mediana y pequeña-empresa ni la pobreza,
ni la concentración del la riqueza en pocas manos ni la corrupción
ni las ganancias extraordinarias de los bancos, de los bancos.... de los
bancos.
Recordemos juntos: era Carlos o el caos, era el cero o el caos ,era
la compu o el caos, además queríamos seguir viajando barato
por el exterior. Ergo, continuó el sultán riojano en el poder
y el camino derechito al caos que pudimos evitar.
Así, entre flexibilizaciones y contratos basura había
que estimular las inversiones, no podíamos perder la alegría
del tren globalizado para seguir siendo felices y comer más perdices,
Ahí¡ me olvidaba decirles chau el Art. 14 bis de la constitución
nacional. Pero no había con qué darle a pesar de los intentos
por mejorarla la varita mágica no funcionaba, necesitábamos
al ´´chupete´´ sin duda el hombre añorado
para terminar con la fiesta para pocos. Serio correcto con pinta
de honesto el yerno excelente que todas las madres quisieran tener.
¡Ay chupete... chupete que buen rey hubiera sido en algún
país civilizado de Europa, lastima que te tocó gobernar en
esta Argentina en decadencia!
Chupete se caracteriza además de por ser aburrido por que conoce
con lujo de detalle las formas diplomáticas, combina bien los colores,
nunca grita ni insulta, eso sí, no le pidas que decida o que resuelva
un problema.
Recién iniciado el gobierno de la alianza todos ilusionados,
para que. ‘’La Carta de los Argentinos’’ terminó siendo un sinónimo
la misma farsa que el ‘’salariazo’’ ´´la revolución
productiva’’ menemista, es decir nada o mejor dicho más ajuste.
Subida de impuestos reducción de salarios tratar de contraer
el gasto más de lo mismo digamos..., resultado obvio: mayor recesión
aumento del desempleo.
Llegaba el” blindaje’’ parecía que esto nos salvaba, resultado:
pagar la deuda con más deuda.
Bueno muchachos, basta de vueltas Lopez Murphy era la solución,
por fin el momento que la ultraderecha liberal había soñado;
y qué mejor debutando con medidas que borraban la educación
pública ineficiente y despilfarradora según los muchachos
de FIEL y el CEMA, que respiro... el gordo dura horas derribado por
los estudiantes.
Te acordás del riesgo país, el trauma del gobierno de
la alianza al que había que bajar a toda costa, ¿cómo?.
Era la pregunta. Con el cuentito de la buen pipa que escuchamos hasta el
cansancio: hay que reducir el gasto, lo que implicaba entre otras cuestiones
reducir ingresos de jubilados y asalariados, de esta manera aumenta
la capacidad de pago del Estado lo cual estimula la llegada de capitales
y crédito, por lo que desciende la tasa de interés
permitiendo el acceso de créditos blandos para el consumo y la producción,
reduciendo finalmente el desempleo. Mientras este círculo virtuoso
se completa nos vamos muriendo, pero no importa...
Después de tanto ir y venir sin saber qué hacer el pobre
monarca Fernando termina delegando el ejecutivo( si es que lo tuvo a
cargo alguna vez) al creador del monstruo, si aunque no lo crean vuelve
“el pelado” y paradójicamente todos lo aplaudimos, digo paradójicamente
por que se corrobora que los argentinos necesitamos que nos roben 2 ó
3 veces para certificar que efectivamente nos están robando.
Mingo llega como el salvador de la patria ´´la ley de competitividad´´
constituyó pomposamente la carta de presentación, fíjense
qué curioso, hasta sonaba lindo por su parecido onomatopéyico
con la convertibilidad. Que dicho sea de paso no tenía nada de competitividad
¿ en qué hace al país más competitivo
la entrega de superpoderes o el impuesto al cheque?.
Como era de prever, estas medidas no dieron los resultados esperados
y a partir de allí un cúmulo de acontecimientos sucesivos
termina de sepultar al gobierno de la alianza. Primero vino el megacanje
para que las generaciones siguientes tengan con qué divertirse.
El Estado entra en cesación de pago, el publicitado déficit
cero a costa de los mismos de siempre, la plata se va de los bancos, el
ministro se aferra a su creación con su nueva producción,
la película “el corralito”, vuelve el 89: saqueos a supermercados
y comercios espontáneos o no, De la Rua declara el estado de sitio
mientras negocia con el peronismo su permanencia, la cosa ya resulta inaguantable,
algo había que hacer...
El pueblo sale a las calles en masa; sí el pueblo sale a protestar
¡no lo podía creer¡ la sociedad por fin había
despertado del largo letargo individualista en el que lo había subsumido
el neoliberalismo en la Argentina.
Sin dudas que el estallido social del 19y 20 de diciembre del 2002
será una fecha histórica para nuestro país por que
si bien es cierto que pequeños burgueses salieron por sus cuentas,
el detonante de las manifestaciones fue la declaración del estado
de sitio. La clase media le dijo no a la dictadura militar, le dijo nunca
más a las soluciones autoritarias en la Argentina, hecho que
constituye un gesto valioso que nos debíamos a nosotros mismos por
ser cómplices silenciosos del proceso del ’76 y fundamentalmente
en homenaje a 30.000 que se quedaron sin voz.
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Por Mauro Forlani,
estudiante de Ciencia Política,
UNRC
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