Algunas aclaraciones desde ASPURC
Prescripción por genéricos
El 30 de agosto último, la reglamentación de prescripción
por genéricos se convirtió en ley después de su aprobación
en la Cámara de Diputados. Así, una medida surgida por la
emergencia sanitaria pudo transformarse en una política que modifica
las formas de consumo de medicamentos en nuestro país. Este hecho
hace posible que los consumidores puedan optar por las marcas más
accesibles de un medicamento, sin resignarse a suspender un tratamiento
o a no poder comenzarlo.
Estas importantes modificaciones han generado también grandes
controversias y confusiones motivadas por intereses económicos,
políticos o por simple desconocimiento. Surge la necesidad entonces
de aclarar conceptos que no son de uso común pero que han tomado
gran relevancia en los últimos meses.
La reciente ley ha reglamentado la prescripción de medicamentos
sólo a través de su nombre genérico, no debe confundirse
esto con un medicamento genérico, pues son dos cosas distintas.
Al recetar por el nombre genérico, el profesional está colocando
la denominación científica del medicamento, denominación
que está aprobada por la O.M.S. y que a partir de la ley, debe aparecer
claramente en los envases de todos los medicamentos.
Calidad, bioequivalencia y derechos
Al hablar de genéricos surgen dudas básicas: ¿cómo
se controla la calidad de los medicamentos que responden a un mismo nombre
genérico?, ¿son bioequivalentes?, ¿qué implica
esto?
Los medicamentos de idéntico nombre genérico, potencia
y composición cumplen la misma función y producen el mismo
efecto. Además de la droga activa, que es lo primordial, un medicamento
puede incluir componentes que actúan sobre la capacidad de absorción
en el organismo. Entre uno y otro medicamento de igual nombre genérico
puede existir una variación en estos componentes, en este caso,
ya no son bioequivalentes, pero esto no implica ningún riesgo en
el paciente, pues se mantiene la fórmula farmacéutica que
es lo que realmente actuará en el organismo.
Por otro lado, se debe destacar que todos los medicamentos que están
a la venta son controlados por el ANMAT(Administración Nacional
de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) Este control,
si bien no incluye el de bioequivalencia, pues es muy costoso y esta restringido
a medicamentos muy complejos, sí implica un exhaustivo análisis
y sólo se aprueban aquellos medicamentos que demuestran su eficacia
y se adecuan a las pautas establecidas.
La aplicación de esta política implica un cambio en los
hábitos de consumo y en relaciones políticas y económicas
pautadas desde hace años. Es previsible la generación de
argumentos contradictorios y dudas desde todos los sectores involucrados.
Sin embargo, esta medida, ya aplicada en varios países del mundo,
permite recuperar funciones y procesos básicos: el médico
reasume su rol científico, al recetar el fármaco y no un
nombre de fantasía; el farmacéutico deja de ser un dispensador
y retoma su rol profesional y el paciente asume una posición activa
y vuelve a hacer valer sus derechos eligiendo el precio de su medicamento. |
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