Privatizaciones y arancel
Una discusión crítica sobre los intereses y argumentos
que impulsan la
privatización de la universidad pública argentina
La privatización de la educación superior forma parte
de la agenda neoliberal a escala mundial desde hace más de 25 años.
Aunque en general el término privatización alude a la venta
o concesión de la propiedad del estado al sector privado, concebimos
la privatización de la universidad como un fenómeno de mayor
amplitud. La entendemos como el proceso mediante el cual se introduce en
el campo de la educación pública superior la lógica
del lucro, afectando su forma de propiedad, de provisión y/o de
financiamiento. Las formas de avance de la privatización son múltiples,
involucrando, entre otras, la implantación de aranceles, cupos,
ajustes presupuestarios, criterios de competencia, recepción de
fondos privados y cambios curriculares que promueven una formación
afín a las necesidades del mercado. El arancel universitario es
un paso especialmente codiciado y sustantivo en el proceso de la privatización,
capaz de transformar de un golpe la naturaleza misma de la educación
pública
En la Argentina la ofensiva privatizadora en la universidad pública
adquirió especial intensidad en la segunda mitad de la década
del 90. Hacia 1993, las políticas neoliberales ya habían
sido en gran parte implementadas en el país, el ajuste estructural
era una realidad incuestionable y el proceso se disponía a ingresar
en una nueva y superior etapa: la de las denominadas reformas de segunda
generación. A través de estas reformas se buscaba que todo
el entramado de instituciones políticas, sociales, educativas, jurídicas
y económicas se adecuara a la nueva dinámica de acumulación,
favoreciendo su consolidación y continuidad.
La promoción y difusión de las reformas tendientes a
la privatización de la educación superior tuvo como principal
motor las recomendaciones y exigencias de organismos internacionales –dedicados
o no a la cultura y educación- como el Banco Mundial, la UNESCO
y el FMI. Estos organismos se encargaron además de la provisión
de la batería de documentos, publicaciones y papers que hicieron
las veces de fundamento “teórico” en este ataque. Sin embargo, no
sería acertado minimizar el lugar ocupado por un conjunto de académicos,
políticos y funcionarios locales en la aceptación, difusión
y articulación del pensamiento privatizador en materia educativa.
De hecho, el proceso de adaptación de los argumentos privatizadores
a la universidad argentina estuvo principalmente a cargo de economistas
y educadores argentinos de orientación neoliberal. Estos actores
contaron con abundante apoyo y financiamiento externo y de instituciones
empresarias y públicas nacionales para la recopilación estadística
y el desarrollo de aquellos argumentos que pretenden servir de sustento
a las reformas ortodoxas. Tampoco fue menor el papel desempeñado
por ciertos órganos periodísticos y algunos comunicadores
que de manera sistemática, más o menos encubierta, se ensañaron
con la educación pública embarcándose en una suerte
de campaña de desprestigio análoga a la que se emprendió
contra los servicios públicos estatales con el fin de crear un clima
propicio para las privatizaciones fraudulentas que se sucedieron en la
década del 90. Por último, es necesario señalar que
muchas de las autoridades universitarias aportaron también a la
instalación del discurso neoliberal, generando incluso entre no
pocos estudiantes y docentes una postura más permeable a las propuestas
de ajuste y reestructuración.
Introducción al documento preliminar “Contra el arancel”
elaborado por
Docentes y graduados de la Facultad de Ciencias Económicas
de la UBA – 2002.
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