Un encuentro, varias propuestas
Los días 13 y 14 de diciembre del 2002 participamos, junto
a diez mil delegados de todo el país, del 6º Congreso Nacional
de la CTA, en el cual se lanzó el Movimiento Político,
Social y Cultural, bajo el lema Pan, Trabajo, Soberanía y Democracia.
Estas son las conclusiones más trascendentes del encuentro:
Caracterización del Movimiento.
Ante la necesidad de la construcción de un nuevo Movimiento
Político y Social nuestro debate se encaminó hacia la discusión
de políticas organizativas que afiancen la unidad del campo popular.
En este sentido el convocar y autoconvocarnos a esta construcción
supone abrir un espacio de debate y construcción de la dirección
consciente que requiere el campo popular, condición necesaria para
profundizar la democracia frente a la amenaza del autoritarismo, garantizar
la distribución de la riqueza frente a la desigualdad vigente y
sostener la autonomía nacional frente a la injerencia de los organismos
financieros, la propuesta del ALCA y las estrategias belicistas del
imperialismo norteamericano.Uno de nuestros principales frentes de acción
es la lucha contra el ALCA, rectificamos nuestro compromiso a fortalecer
el Mercosur con una política dirigida a la industrialización,
la complementación de nuestras economías y fundamentalmente
con los intereses de los trabajadores. Lo que implica dar el paso necesario
para que Argentina acompañe el proceso de cuestionamiento al neoliberalismo
que se extiende en América Latina
Planteamos una manera distinta de pensar la cuestión del poder,
no se trata simplemente de dotar de más poder a nuestras organizaciones,
sino de fortalecer la capacidad de los representados para intervenir
en las decisiones. La construcción de la unidad política
supone definiciones fundamentales: garantizar amplia unidad política,
como modo de confrontar el dispositivo de dominación, expresado
en el temor como principal factor de disciplinamiento social y superar
los sectarismos. El movimiento no se constituye en torno a una candidatura,
sino a partir de la definición de una salida popular y nacional
frente a la crisis.
De la necesidad de la formación e investigación.
En esta lucha es central la trascendencia de la Cultura y el carácter
estratégico que ella tiene en la construcción de la fuerza
propia y de un proyecto emancipatorio y transformador. Se propiciará
un espacio de formación que confronte la ideología capitalista,
en su expresión hegemónica actual: el neoliberalismo. Es
necesario hacer visible la instrumentación que dicho modelo hace
del conocimiento científico, presentándolo como neutral y
al margen de los intereses sociales y políticos de los grupos dominantes.
Promovemos la formación política de los dirigentes sociales
apuntando al conocimiento de la realidad local, regional, provincial, nacional
e internacional. El carácter de la formación deberá
ser clasista, democrático, popular, anticapitalista y pluralista.
Durante el transcurso del 2003, se crearán Institutos de Formación
e Investigación y la Escuela de Formación de Dirigentes
Populares.
Una nueva concepción de lo organizativo.
Ante la diversidad de las organizaciones populares se requiere de un
esfuerzo de articulación superador. La apuesta estratégica
de la C.T.A., al concebir a la clase trabajadora integrada por ocupados,
desocupados, precarizados y jubilados define la posibilidad cierta de constituir
un movimiento con capacidad de construir nuevas representaciones y transformar
integralmente la sociedad argentina.
Por Ricardo Carrera, Patricia Molina y Marcelo Ruiz, docentes
de las facultades de Ciencias Exactas y Agronomía y Veterinaria
de la UNRC. |
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