El especialista en Estrategias
de Empresas afirmó que el ente perdió el fin social para el
que fue creado
Olmedo: “El correo no debió ser privatizado”
Según el flamante Especialista en Estrategias de Empresas
Rubén Olmedo, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNRC,
la ex Empresa Nacional de Correos y Telecomunicaciones (ENCO-TEL) «no
debió ser privatizada sino bien administrada y eficientizada porque
su privati-zación la privó del fin social para el cual fue
creada».
«El concesionamiento limitó de 5 mil a 1.500 las oficinas
de correo en distintas partes del país, cuyos servicios era el único
con el cual contaban esas localidades y quedaron las empresas sin el servicio
de transporte de las encomiendas a través del ferrocarril, que Alfredo
Martínez de Hoz, al limitar los ramales ferroviarios, entregó
este negocio a las empresas de autotransportes, con el que subsidiaban la
falta de pasajeros con el transporte de encomiendas en sus bodegas».
Olmedo, que tuvo como director de tesis al doctor Juan José Gilli,
profesor de la Universidad de la UBA e invitado de universidades extranjeras,
y que aprobó su trabajo ante un tribunal integrado por el doctor Luis
Del Bo, el máster Gustavo Sader, ambos de la Facultad de Ciencias
Económicas, y el doctor Héctor Felipe Alvarez, de la Universidad
de Córdoba, enfatizó que el correo era una empresa que «no
debía ser privatizada como ocurre en otros países del mundo
por su fin social, y el Estado debió ejercer su poder de policía
para hacerlo eficiente y no pasarlo a las empresas privadas».
Impacto negativo
«La privatización del correo tuvo impacto absolutamente negativo
-puntualizó Olmedo- desde el punto de vista de la cultura del personal,
porque con más de doscientos años de existencia, de pronto,
se vio trastocada su conducción por falta de un cambio en la estructura
en los niveles gerenciales de la empresa».
«Se deshumanizó el trato del personal porque se reemplazó
el nivel directivo con máquinas que dejaron de ser sus interlocutores,
como hoy nos ocurre a los usuarios de este servicio y de otros privatizados»,
añadió Olmedo, que durante 20 años prestó servicios
en la ex ENCOTEL.
El tesista, que es profesor de la Facultad de Ciencias Económicas
local responsabilizó también de la situación que hoy
vive el correo a las entidades gremiales, «quienes -dijo- fueron cómplices
de esta privatización perjudicial del servicio de correos».
«Hoy el correo privatizado, con menos cartas para transportar como
ocurrió después de los años ’70 -unas seis millones
de piezas menos-, tiene los mismos defectos que tenía cuando lo administraba
el Estado».
«Por ejemplo, el nivel de extravío de piezas postales es el
mismo que hace treinta años. La privatización no lo eficientizó»,
recalcó.
«El Estado debe exigirle hoy al correo, como servicio privatizado,
el cumplimiento de los requisitos del pliego de licitación, estén
bien o estén mal, y luego que cumpla el servicio en todos los rincones
del país, lo que hoy no se hace y, una prueba de ello, se puede ver
en cualquier localidad cercana».
Olmedo reconoció que algunas privatizaciones «representaron,
en principio, un cambio en la calidad del servicio, como en el caso de Entel
y Ferrocarriles Argentinos; ahora advertimos que los ferrocarriles no cumplen
con los pliegos de condiciones, porque el Estado no ejerció a tiempo
el poder de policía».
|
Para Rubén Olmedo el Estado debe ejercer su poder de policía
|