El expus
Fidel ¿ángel o demonio?
La semana pasada todos nos vimos envueltos por los vientos de revolución,
socialismo, bolivarismo; en todos los medios de comunicación se
habló (y se sigue hablando) sobre Chávez, Lula, pero sobre
todo de Fidel.
Fidel, un hombre que ha logrado muchas cosas desde su forma de ver
el mundo, soportando constantemente el bloqueo y la propaganda estadounidense,
que trata a una pequeña isla como si fuera un gran demonio, unos
de los mayores peligros para el mundo, mientras
Bush y Compañía S.A. asesinan inocentes, justificados
por la búsqueda de un hombre, o varios, que ellos mismos “crearon”.
Acá en Argentina se criticó muchísimo a Fidel
sobre su respeto o no a ciertos derechos humanos (libertad de expresión,
libertad política, etc.), pero esos mismos que tanto critican, nunca
miran para adentro, son los mismos que apoyaron y dejaron libres a miles
de militares genocidas, impusieron un sistema económico que devastó
la Argentina e hizo que el derecho a la vida sea un privilegio de unos
pocos, así como el del trabajo, salud y justicia.
Cuba es un lugar que no conozco personalmente, y la gran mayoría
de nosotros tampoco, así que ¿cómo podemos emitir
juicio sobre un lugar que no conocemos?, o emitir juicio basados en la
propaganda de los medios masivos de comunicación, la mayoría
al servicio de los intereses estadounidenses?
Sobre lo que sí puedo emitir juicio, y lo voy a hacer, es sobre
la cantidad de gente que se acercó espontáneamente a escuchar
a Fidel, sin duda una de las personas más importantes de los últimos
cien años.
Algunos dicen que fueron 15.000, otros dicen 30.000, el número
es incierto, pero la importancia pasa por la movilización espontánea
de la gente, movilización que ningún político argentino
logra, ni siquiera juntan 3.000 personas, y encima la mayoría de
estos asistentes están pagos. De eso no queda duda.
Yo creo que no es para ilusionarse mucho, pero tampoco es un hecho
sin importancia, como quieren hacer creer algunos periodistas seudo-democráticos.
Toda esa gente junta expresa la necesidad de cambio en la sociedad
argentina, una continuidad del cacerolazo, del no a Menem y al modelo que
representa, del no a la politiquería barata y a la falsedad ideológica
que nos presentan muchos políticos, que se disfrazan de los que
les convenga según las circunstancias.
¿Si Fidel es un ángel? Creo que no.
¿Entonces es un demonio? Definitivamente no.
Solamente es un hombre especial, que cree en un ideal de un mundo justo
y sin mentiras ni propaganda trucha, ni políticos que dicen A y
hacen Z, todo a espaldas de esta Argentina que está desesperada
por un cambio real. |
Germán Mendizábal
Alumno de la carrera Analista Químico, Facultad de Ciencias
Exactas, UNRC.
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