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Ya lo emplea el Frigorífico Río Cuarto y otros matarifes locales
Crearon una técnica para detectar 
el síndrome de estrés porcino

Investigadores de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC han avanzado en la determinación de una técnica de detección del Síndrome de Estrés Porcino (SEP), enfermedad de la especie que disminuye la calidad de su carne y que entorpece su venta tanto en el mercado interno cuanto externo.

Uno de los integrantes del equipo de investigación, el doctor Rubén Davicino, dijo que el procedimiento, que ya se emplea en plantas industriales procesadoras de cerdos de la ciudad, como el Frigorífico Río Cuarto, permite detectar la enfermedad en la carne porcina antes de su procesamiento.
Esta enfermedad degrada cortes de gran demanda, como son el jamón y la bondiola, que los torna carnes de color pálido, más blanda y con exudación de líquidos, que terminan siendo rechazados por el consumidor.
«Esta exudación de líquidos -dijo Davicino-, por ejemplo, no permite que la sal con que se tratan estos cortes se diluya debidamente, con lo que no adquieren el sabor uniforme de estas carnes. Además, presentan manchas y toman un gusto distinto».
La investigación local, que lleva prácticamente tres años, ha avanzado y está prácticamente por culminar con las precisiones de algunas mediciones que completarán la utilización de la técnica, que es de mucho interés por parte de las plantas industriales, ya que les permite clasificar las carnes, que eviten el rechazo, puesto que aquellos porcinos que presentan la enfermedad pueden ser utilizados para procesar otros cortes.
En Europa el Síndrome Estrés Porcino, de origen genético, ha sido erradicado en gran parte, ya que con el cambio de genes de la raza puede ser controlado, explicó Davicino.
El investigador precisó que el origen del SEP puede ser genético o bien originarse por el mal trato del animal antes de su faenamiento.
El docente universitario puso de resalto que a los manufactureros les preocupa particularmente detectar este problema en los cerdos porque evitan presentar un producto que no tenga calidad uniforme.
La técnica es sencilla. Implica efectuar mediciones con «conductividad eléctrica» y con una sonda especialmente adaptada al sistema, señaló Davicino.
La investigación previa se realizó con cerdos domésticos de sexo macho mayores de once meses, en razas puras e híbridos comerciales.
Davicino dijo que el trabajo de investigación, que también fue presentado en el Seminario Académico Científico 2003, que realizó recientemente la UNRC tiene dos partes: una genética, desarrollada a través de una tesis del médico veterinario Ariel Bonelli, y la otra referida a las prácticas de laboratorio que la complementan, en la que investigan el propio Davicino, Rosendo Liboa, Jorge Parci, Alberto Echevarría, Juan Trolliet, Nazareno Giacomelli y Carlos Shiferly.
El trabajo de investigación y sus aplicaciones será presentado en el VII Congreso Nacional Porcino, que tendrá lugar en el mes de octubre en nuestra ciudad.
 

 

 
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