Proponen canjear
deuda por educación
Ante representantes de las más variadas civilizaciones y culturas,
el gobierno argentino pidió días atrás a la Unesco
que lidere la propuesta del canje de deuda por educación, como parte
de una iniciativa global impulsada junto con Brasil.
La petición corrió por cuenta del ministro de Educación,
Daniel Filmus, ante el magno auditorio de la 32a. Conferencia General de
la Unesco, presidida por el director general del organismo, el japonés
Koichiro Matsuura, que escuchó con atención el discurso de
ocho minutos del funcionario argentino.
Presentada con el apoyo de los representantes de Venezuela y Uruguay,
la propuesta comprende el compromiso de dejar de pagar un porcentaje del
servicio de la deuda acordado con los organismos y países acreedores
para destinar sumas adicionales al presupuesto educativo. El objetivo es
garantizar el acceso universal a una enseñanza de calidad, mediante
una ejecución de los fondos monitoreada por entidades civiles y
no gubernamentales.
El mensaje
«Venimos a proponer a la Unesco que lidere la iniciativa de canjear
parte de los servicios de la agobiante deuda externa, que deben enfrentar
muchos países en desarrollo, por inversiones en educación
y conocimiento», expresó Filmus en su mensaje.
Sumó su palabra, así, a la propuesta que el jueves último
presentó ante el mismo auditorio el ministro de Educación
de Brasil, Cristovam Buarque, que consideró indispensable su aprobación
para poder desarrollar programas de alfabetización, el acceso de
familias pobres a la escuela y mejorar la formación de los maestros,
entre otros objetivos.
En el caso argentino, anticipó Filmus, este canje podría
significar en una primera etapa nuevas partidas por $ 150 millones, por
ejemplo, para asignar becas orientadas a que todos los chicos terminen
la enseñanza básica obligatoria. Hoy, el 30 % de los alumnos
no llegan a completar el tradicional segundo año del secundario.
El titular de Educación comentó que la iniciativa ya
está acordada con el canciller Rafael Bielsa y el ministro de Economía,
Roberto Lavagna, y que es una prioridad del presidente Néstor Kirchner.
Precisó que la liberación de fondos del pago de la deuda
permitiría también aumentar la inversión en ciencia
y tecnología, uno de los objetivos de su gestión.
«La prioridad es fortalecer los dos extremos: la formación
básica y el desarrollo científico y tecnológico, para
que el país alcance una política estratégica de desarrollo»,
dijo Filmus.
Pese a que algunas estimaciones previas indicaban que la propuesta
del canje por educación podría aportar hasta $ 300 millones
o $ 500 millones adicionales al presupuesto educativo, el ministro advirtió
que aún es prematuro hablar de montos porque, en definitiva, las
negociaciones serán bilaterales y en tres niveles distintos: con
los organismos internacionales de crédito, con los Estados acreedores
y con los tenedores de bonos, que conforman la «deuda privada».
Para este último caso no se ofrecerá un canje por los servicios
de la deuda, sino algún mecanismo de desgravación impositiva
que permita crear un fondo de estímulo a la educación.
El director de la Unesco-Brasil, Jorge Werthein, consideró viable
la iniciativa, que tras los mensajes de los ministros será convertida
en una resolución para ser analizada por el organismo.
«Espero que sea apoyada por los países. La Unesco está
decidida a asumir el liderazgo que pide la Argentina y llevar esta voz
a todos los foros en los que el organismo participa», anticipó
Werthein, de nacionalidad argentina. Explicó que la misión
de la Unesco será ofrecer capacidad técnica para la ejecución
de este tipo de programas y dar cuenta de la utilización de los
recursos a la comunidad internacional.
Filmus fundamentó la propuesta del trueque de deuda por educación
en mecanismos similares acordados entre distintos países en otras
disciplinas. Citó el caso de España, que llegó a un
acuerdo con Perú y Bolivia para fomentar planes de desarrollo social,
y con Costa Rica, para promover inversiones en favor de la preservación
del medio ambiente, mediante el denominado «canje de deuda por oxígeno».
La intención del gobierno argentino, que ya cuenta con el respaldo
de Unicef, es asignar a alguna institución civil el monitoreo del
uso de estos fondos, para garantizar que efectivamente sean adicionales
al presupuesto y que se cumpla con el destino específico de los
recursos, que no podrían ser destinados al pago de salarios. Dicha
asociación civil podría ser la Mesa del Diálogo Argentino.
El ministro recordó en su mensaje que la idea de desarrollar
mecanismos de trueque de deuda por educación es una de las principales
recomendaciones elaboradas por Jacques Delors en su recordado trabajo «La
educación encierra un tesoro», encargado por la propia Unesco
y convertido en una base doctrinal para la elección de programas
de apoyo a la educación |
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