Un
problema: dos miradas
El perfil del alumno que ingresa a la
universidad
En el transcurso de los últimos
años se han producido cambios significativos, tales como: la crisis
del nivel medio y las nuevas transformaciones curriculares, la influencia
creciente de los medios masivos de comunicación, la predo-minancia
de la cultura de la imagen frente a la cultura escrita, el dominio y la
familiaridad de los jóvenes con la tecnología, la fragmentación
y la hete-rogeniedad de la juventud y la sociedad, etc. Estas variables
estarían definiendo el proceso de cambio continuo que se manifiesta
en el perfil del ingresante a la universidad, caracterizado por diferencias
tanto cognitivas como sociales y culturales, que plantean nuevos desafíos
en el intento de conocer y perfilar al joven que ingresa a la universidad.
En este sentido, se sabe que
en una institución educativa muchas veces existe una brecha entre
las expectativas institucionales en relación a sus alumnos y el
perfil real de los mismos, provocando por parte del estudiante, en muchos
casos, un rendimiento académico pobre, desinterés, pobre
aprovechamiento académico, fracasos, poca participación,
etc.
jammann
Entonces cabe preguntarse
¿cuál es el perfil de alumno universitario esperado?
A partir de los sucesivos diagnósticos
y trabajos realizados en el contexto de las AIVU se observa que muchos
docentes esperan que el alumno universitario presente, a nivel cognitivo:
un bagaje de conocimientos previos pertinentes con la disciplina de la
carrera elegida, esquemas de conocimiento y acción para conocer,
interpretar y organizar su realidad, procesos de estudio y aprendizaje
autónomos, posibilidad de transferir sus conocimientos a situaciones
nuevas, pensamiento crítico y reflexivo que le permita argumentar
y fundamentar sus ideas y opiniones. Asimismo que pueda interpretar correctamente
consignas y textos de las diferentes áreas disciplinarias y que
conozca y aplique diferentes estrategias de búsqueda, organización,
comunicación y producción de la información.
Por otro lado, en el aspecto
socio-afectivo, desean que: logre integrarse y adaptarse a la comunidad
universitaria, tenga un rol activo y protagónico en las clases,
participe en las instancias gremiales que existen en la comunidad universitaria,
tenga una clara definición vocacional en relación a la carrera
elegida y del campo ocupacional de la misma y logre asumir una actitud
responsable frente a las nuevas exigencias que implica ejercer el rol de
estudiante universitario.
Pero conocemos, a través
de los sucesivos diagnósticos, que el alumno que ingresa a la universidad
presenta dificultades, fundamentalmente, en lo que hace a la adquisición
de conocimientos previos, así como también comprensión
lectora y uso deficitario de estrategias de estudio. Además, en
muchos casos, no logra asumir plenamente su rol de alumno universitario.
Si a esto se le suma que muchos
docentes universitarios parten de supuestos que consideran las condiciones
mencionadas como adquiridas y ejercitadas plenamente en el nivel medio,
podríamos estar considerando a estos factores como obstaculizadores
de la posibilidad de los estudiantes de realizar aprendizajes significativos,
lograr un buen rendimiento académico y realizar un proceso de estudio
que le permita un avance regular en la carrera e incluso permanecer en
la universidad. En estas condiciones, un grupo muy significativo de alumnos
ingresantes podría constituirse en un grupo de alto riesgo
Debemos reflexionar que, como
institución, muchas veces delineamos políticas o lineamientos
a partir de un perfil ideal de alumno, con expectativas alejadas de las
características reales que presenta el mismo, lo que provoca fracasos
por parte del estudiante y frustraciones en el docente.
Algunas propuestas
Es por ello que se torna significativo
pensar, en un marco participativo y de compromiso de todos los actores
involucrados, en acciones que permitan tomar conciencia de la situación,
disminuir el nivel de expectativas, generar espacios de enseñanza
más adecuados a las condiciones de los estudiantes, concientizar
a los docentes acerca de la necesidad de reflexionar sobre sus prácticas
en relación al perfil del ingresante que inicia su vida universitaria,
profundizar las estrategias de articulación con el nivel medio en
desarrollo, etc. Esto nos permitiría develar y mostrar con mayor
claridad los puntos críticos, las prioridades y las posibles líneas
de acción que deberán definirse.
Si se constituye como una política
prioritaria de las universidades el considerar la situación especial
que vive el alumno que ingresa, con diferentes alternativas de apoyo,
acompañamiento y seguimiento para los estudiantes durante el transcurso
de la carrera de grado, estaremos abordando una problemática que
preocupa actualmente a las universidades que es la de mejorar el desempeño
académico y disminuir el nivel de lentificación, el desgranamiento
y la deserción estudiantil.
Esp. Inés Jure
Biblioteca Central
Del dicho al hecho: una cuestión
de conciencia
La
conciencia sólo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia
de que existe.
(J-P Sartre)
Cuando
solicitamos la colaboración de los usuarios de la biblioteca para
realizar una evaluación de los servicios de la misma, prometimos
informar de los resultados de la encuesta que servía como medio
de opinión.
Pero
la opinión, si no corresponde a una representación inexacta,
logra trascender cuando se la enmarca en un ámbito de reflexión,
toma de conciencia y búsqueda de solución. Es en este sentido
que hacemos la siguiente lectura de los datos acerca de la organización
de la biblioteca: resulta satisfactorio saber que el 71% de los usuarios
opina que la organización es buena o muy buena (ver gráfico);
sin embargo, se plantean las siguientes contradicciones: ¿por qué
si la organización es tan satisfactoria no se traduce en una consulta
más independiente o en mayor respeto por la conservación
del material? (el número de «mutilaciones bibliográficas»
creció en los dos últimos años en un 200%)...o ¿por
qué hay cada vez más libros extraviados o desordenados? (algunos
libros están hasta un año extraviados dentro de la biblioteca)...o
¿por qué no se pueden reducir los niveles de ruido en las
salas de consulta? (es uno de los aspectos señalados por los mismos
usuarios)…Y si en esto se quiere leer algún dejo de reproche, en
todo caso los usuarios no son los únicos destinatarios. Todos los
que somos de una u otra forma responsables del patrimonio de la biblioteca
deberíamos ser conscientes de la necesidad de lograr una cultura
bibliotecaria que no haga peligrar ese 71% de satisfacción, sino
que por el contrario eleve ese porcentaje.
De
la reflexión a la acción
Las medidas
que podemos tomar son de diferente índole y corresponden a diferentes
ámbitos de intervención: responsabilidad en el uso de espacios
y materiales, participación en la formación de usuarios,
celeridad en las sanciones, compromiso en el autocontrol y en la observación
del comportamiento ajeno, etc.
Sin
dudas también la atención del personal (aspecto del que hablaremos
en el próximo número de Perspectivas) debe contribuir a esa
cultura bibliotecaria y aunque somos conscientes de que «es tan difícil
verse a uno mismo como mirar para atrás sin volverse» (H.
Thoreau), estamos trabajando en la organización de un organigrama
de trabajo que dinamice la atención al público. |
Regularidades y promociones
Punto por punto
Ahora
que ya sos un Alumno Universitario, tené en cuenta que durante el
cursado de una materia debés cumplir una serie de requisitos mínimos
para obtener la condición de Alumno Regular. En caso de que no logres
cumplir con los mismos quedarás en condición de Alumno Libre.
Requisitos:
-
Alcanzar
una calificación de cuatro puntos en las evaluaciones parciales.
-
Cumplir con
las actividades previstas en el programa de la materia.
-
Cumplir con
la asistencia prefijada.
-
¿Sabés
qué implica la obtención de una Regularidad? Presupone la
acreditación de los aprendizajes que fuiste realizando durante el
cursado de una materia y, como logro, te permite rendir en condiciones
de regularidad con menos exigencias que si fueras libre.
-
Algunas materias
pueden ser susceptibles de un Régimen de Promoción; esto
presupone un sistema de evaluación especial durante el cursado que
te permite alcanzar la aprobación de la asignatura sin rendir examen
final, con los siguientes requisitos:
-
Tenés
que cumplir todas las actividades previstas para la promoción: clases
teóricas, teórico-prácticos y prácticos.
-
Además
tenés que cumplir con asistencias, generalmente más rígidas
que para la obtención de la regularidad.
-
Pero además
tenés que lograr altas calificaciones, generalmente con siete en
cada parcial o con promedio siete, pero nunca con notas inferiores a seis.
Considerá
que la cantidad de materias promocionables son determinadas por las facultades,
y más concretamente, solicitadas por los titulares de las asignaturas
quienes determinarán si su materia es susceptible de un Régimen
de Promoción, lo cual será considerado por el departamento
al que pertenece la materia y en última instancia aprobado por el
Secretario Académico y por el Consejo Directivo de tu Facultad.
Es importante
que conozcas lo siguiente…Desde Secretaría Académica estamos
trabajando en un sistema orientado a dotar de mayor flexibilidad a la enseñanza
de grado impartida en nuestra Universidad; este sistema está encaminado
a adaptar un currículo a fin de permitir su adecuación y
transformación en función de cambios científicos,
tecnológicos, profesionales y sociales imperantes en nuestra sociedad;
y además – y como un factor de vital importancia - a la construcción
por parte del alumno de su propio itinerario curricular.
Así
es que para aumentar el grado de flexibilidad de los currículos
de nuestra Universidad se recomienda - entre otras alternativas - la de
evaluar los planes de estudio en función del número más
adecuado y factible de asignaturas con sistemas de evaluación por
promoción.
Es muy
importante que en función de las consideraciones siguientes seas
vos mismo como alumno quien demande y requiera hacia el interior
de las propias facultades por una mayor cantidad de materias promocionables,
tendiendo a una adecuación curricular que te permita transitar tu
formación de grado en procura de lograr la mayor calidad académica
posible.
Opinión
de los usuarios sobre los servicios
de
la Biblioteca Central
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