“No todo lo técnicamente posible es éticamente aceptable. El conocimiento es innato al hombre, no se pueden frenar las ansias de conocer, pero sí se puede frenar la aplicación de esos conocimientos”, expresó el Dr. Justo Zanier, en la conferencia inaugural de las I Jornadas de Bioéticas organizadas por la Facultad de Ciencias Exactas con la colaboración del Centro de Estudios y Actividades para una Cultura de la Paz de la Facultad de Ciencias Humanas.

 “Conocer e investigar es sentirse trascendente, más cercano a Dios, pero no es necesario que juguemos a ser Dios. El hombre debe superar ese egoísmo racional de querer tener más. Hay que aprender a ser y no a tener”, dijo Zanier, Director del Programa de Bioética de la Universidad de Mar del Plata.
El Dr. Zanier fue uno de los invitados especiales a este encuentro de profesionales de distintas disciplinas quienes a través de sus presentaciones pusieron sobre el tapete de la discusión la función social que cumple la bioética como puente entre la vida y la tecnología.

Cuestiones de la vida cotidiana...
El tratamiento de cuestiones tales como: la detección de patologías genéticas, asesoramiento genético, clonación humana, fertilización asistida, organismos genéticamente modificados, el impacto de la ciencia moderna sobre la civilización, el cuidado del medio ambiente, la libertad negativa y positiva con respecto a la autonomía, el derecho de elegir nuestra propia muerte, la mirada del derecho sobre el aborto, la importancia de generar un nuevo humanismo partiendo desde la práctica de la reflexión sobre las acciones humanas desde la escuela primaria, la responsabilidad de los medios de comunicación, entre otras, fueron ampliamente debatidas por el público presente. 
La atención que concitaron estas Jornadas fue una prueba de la necesidad de tratamiento de estos temas no solamente entre científicos sino con una amplia participación del público, ya que la bioética refiere a cuestiones de la vida cotidiana.
El compromiso asumido por la Facultad de Ciencias Exactas hace hincapié en la necesidad de una educación integral que tiene por objeto lograr que los futuros profesionales-ciudadanos sean personas que tomen decisiones basándose en valores éticos y morales que respondan a las necesidades de la mayoría y tiendan a lograr un beneficio para todos.  Para la magister Cristina Boiero De Angelo, integrante del comité organizador, “esto es particularmente importante en aquellas personas dedicadas a la ciencia, porque deben tomar decisiones subjetivas respecto de hasta dónde investigar y cómo hacerlo; sin olvidar, además, que no todo lo que se investiga debe ser aplicado, y que aquello que es aplicado debe también responder a los mismos valores éticos y morales que lo originaron.”