Los resultados científicos, en particular en nuestro país, son el fruto del esfuerzo de muchos años y sus beneficios econó-micos son puestos en función de la sociedad.  Destacándose el reconocimiento internacional que tienen los resultados e investigadores en otros países.

Cada día es mayor la brecha entre el primer y Tercer mundo también en materia de conocimientos y tecnologías, agudizada por la globalización neoliberal.  El tema de la ciencia y la técnica se ha convertido - para algunos autores- en un «instrumento para desacreditar» a las naciones pobres.  El conocimiento científico está cada vez más en el centro del desarrollo y de nuestras vidas;  la Ciencia, la Tecnología y el Medio Ambiente conforman un terreno en el que resaltan las diferencias entre ricos y pobres.  Tomemos el ejemplo de los gastos de investigación, que entre Estados Unidos, la Unión Europea y Japón representan el 82% del total mundial.  El Banco Mundial, por su parte, ha dividido a los países en cuatro grupos, de acuerdo con su desarrollo científico y técnico, y en los dos más bajos figuran más de cien naciones, entre ellas la mayoría de países latinoamericanos.  En nuestro país, la información presupuestaria nos confirma la tendencia.  Los Gastos en Servicios Sociales, para el año 2002 - datos del último ejercicio de ejecución devengada disponible- es de 30,449,5 millones de pesos, de los cuales Ciencia y Técnica se beneficia de 648,2 millones de pesos.  La participación porcentual en el P.B.I. es:  para los Servicios Sociales 10,40 % de los Gastos de la Administración Gubernamental, de los cuales sólo el  0,22 % corresponden a Ciencia y Técnica, para igual período.  Y si dirigimos la mirada hacia la estructura porcentual de la ejecución devengada de Gastos por Finalidad y Función (2002), los Servicios Sociales participan del 71,9 % del total de Gastos,  dentro de los cuales, Ciencia y Técnica de un 1,5%.
Cabe destacar el esfuerzo que realiza el Grupo de los Setenta y Siete en la promoción y transferencia de la investigación, la ciencia y la tecnología.  Sobre la reunión de ese movimiento en la primera Conferencia de Alto Nivel Sur-Sur sobre Ciencia y Tecnología, celebrada en Dubai en octubre de 2002, éste fue un espacio para el debate donde se instó al uso correcto del conocimiento y se exigió que los países ricos cumplan sus compromisos con el Sur, destacándose la necesidad de mantener la identidad de los avances tecnológicos. 
Los resultados científicos, en particular en nuestro país, son el fruto del esfuerzo de muchos años y sus beneficios económicos son puestos en función de la sociedad.  Destacándose el reconocimiento internacional que tienen los resultados e investigadores en otros países.
Las solicitudes de patentes también muestran la desigualdad existente, ya que el 94 % corresponde a las naciones ricas, en particular Estados Unidos, Canadá, Japón y Europa Occidental.
Una vez más los países pobres persisten en la búsqueda de vías alternativas para acceder al desarrollo, al conocimiento y a la investigación.  Esta necesidad de acceder a ellos persigue promover el desarrollo sustentable y la cooperación entre los países. Cabe destacar que, a modo de ejemplo, sobre la degradación de las tierras agrícolas, la salinización y la desertificación, es imperiosa la necesidad de tener acceso a la ciencia y la técnica para disminuir esos males y preservar el entorno.
Por último, otro dato ilustrativo de referencia, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, en los próximos cuatro años proyecta disponer de unos tres mil millones de dólares, cifra algo absurda si se compara con los más de cincuenta mil millones que gasta Washington en investigaciones militares.
 

Lic. Gabriela Estrada 
Docente del Departamento de Economía - Facultad de Ciencias Económicas