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Dónde está el tractor? o Cocco, the clown... 

Hace unos días me invitaron a pasear por un campo. Saludos de cortesía y temas obligados: precios, cultivos y rindex, rotación y labranza cero. Luego el viento, humedad y sequía. Modernización del campo, electrificación rural, la báscula para saber de producción, clasificación y calidad de semillas, nuevos silos y diversidades de maquinarias que no dejan de admirarnos .
Pausa. Luego la universidad, calidad y por fin, sueldos... La universidad nacional argentina es la institución que más evalúa al personal. Para no exagerar diría que es una de las instituciones que evalúa por períodos irrazonablemente breves sin tomar en cuenta la actividad que debe desarrollarse. En el campo, la campaña fue buena si la relación costo y beneficio fue de tal magnitud y para ello hubo que respetar todo un proceso desde la elección de la semilla hasta que le pagaron el producido de la cosecha... Y parece razonable, cualquier especulación intermedia es vana, solo al final del proceso se sabe si ganamos o no.
En cambio, la memoria de cada docente se pierde en la variedad de detalles para llenar por lo menos una o dos veces por mes una planilla que diga que hizo lo que debía hacer, aunque en tiempo transcurrido entre informes sea apenas de días en relación con el cronograma presentado y ajustado ya varias veces en el año. Podrán preguntarse qué tengo contra la evaluación reiterada, continua, o general... Pues diría que casi nada, ya que chanzas en más o en menos de eso vivo...
Lo que sí llama la atención es que más allá de los efectos económicos individuales de esas evaluaciones, no nos damos los tiempos para hacer lo que habíamos planificado. En general informamos lo que vamos a hacer, en qué vamos a gastar, a cuántos becarios vamos a atender y también, cuáles fueron los aciertos y las dificultades que tuvimos en nuestro trabajo. Muchas veces me siento tentado de responder que la dificultad no la tiene los pocos recursos, ni los reclamos de léame esto de becarios, ni la falta de equipamiento... la dificultad está asociada a reiterar la misma información en las planillas ad hoc.. La dificultad está en la incapacidad para creer en lo que hacemos, para jerarquizar a los que saben, en aceptar que si bien podemos mejorar lo producido no tenemos por qué ser constantemente  evaluados!
Y no está la posición en señalar a las autoridades por nuestros desatinos. La preocupación porque los académicos estén mejor y sean reconocidos, no es menor y ni un desvelo desdeñable...
Claro, me dicen, con lo que les pagan en la universidad!... aquí el tractorista cobra mensualmente -y dijo un número- Volví de la bucólica tranquilidad del campo, y calculé rápidamente: dos veces y algo más que la del titular... Bien, algo más repuesto, dibujé una sonrisa de payaso y me sorprendí preguntando, ¿dónde está el tractor?
 

La dificultad está en la incapacidad para creer en lo que hacemos, para jerarquizar a los que saben, en aceptar que si bien podemos mejorar lo producido no tenemos por qué ser constantemente  evaluados!
 

por: Prof. Danilo Donolo
Departamento Cs. de la Educación. Facultad de Ciencias Humanas

Si se pierde la fe, si huye la calma, 
si solo abrojos nuestras plantas pisa
lanza a la faz, la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.
J. M. Pemán.

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