Se relacionan a la quimioterapia
Dieron curso relativo a fotosensibilizadores
Se desarrolló en la Universidad Nacional de Río
Cuarto un curso de sobre Mecanismos de Daño y Muerte Celular
por Fotosensibilizadores, organizado por el Departamento de Biología
Molecular de la Facultposgradoad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas
y Naturales.
Los responsables del curso fueron el doctor Juan Carlos Stockert,
de la Universidad Autónoma de Madrid, y la doctora Viviana Rivarola,
de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Colaboraron las microbiólogas
Gabriela Álvarez e Inés Islas.
Al ser consultado respecto de qué son los fotosensibilizadores,
el doctor Juan Carlos Stockert explicó que “son moléculas
que absorben luz, entregan energía al oxígeno y transforman
al oxígeno en una molécula muy tóxica y dañina,
con un poder oxidante muy elevado”. Agregó que eso es lo que se
denomina oxígeno activo, el cual dentro de las células las
daña y las mata.
El investigador de la Universidad Autónoma de Madrid señaló
que la investigación sobre este tipo de mecanismos de fotosensibilización
de la célula “tiene una repercusión importante porque constituye
la base de la fotoquimioterapia”.
En este sentido, el facultativo indicó: “Con la fotoquimioterapia
se utilizan drogas que no son tóxicas en ausencia de luz, aunque
sí lo son en presencia de luz”.
De esta manera, con la fotoquimioterapia se usa luz para dañar
las células de tumores, con el objetivo de destruirlos.
Según Juan Carlos Stockert para llevar a cabo este tipo de tratamiento
es necesario que se trate de tumores a los cuales se puede llegar con luz,
lo cual –dijo- “es una limitación, porque en el caso de tumores
que se encuentran en órganos sólidos no es fácil ingresar,
mediante un cateter, una varilla o una guía óptica”.
Al respecto, dijo que la fotoquimioterapia tiene dos territorios en
el cuerpo, tanto de humanos como de animales de experimentación,
en los que se obtienen mejores resultados. Uno es a nivel cutáneo,
por ejemplo, tratamiento de carcinomas cutáneos, dado que la piel
es iluminable. El otro territorio es el endoscópico, es decir, toda
aquella parte del cuerpo a la que se puede tener acceso mediante endoscopía.
Ejemplo de este último tipo de territorio es el tracto digestivo,
sobre todo el esófago y el estómago. Son órganos que
mediante un endoscopio se puede ver la lesión.
El fotosensibilizador se suele administrar por vía sanguínea,
endovenosa, por ejemplo, lo cual se hace un día antes de introducir
el endoscopio. Stockert dijo que “esto da lugar a una concentración
de la droga en el tejido tumoral, con cierta selectividad. Y en el mismo
endoscopio está la guía óptica, una fuente láser
que ilumina el tumor un tiempo determinado y lo destruye”.
Destacó que, si bien estas es una modalidad terapéutica
nueva ya se está aplicando. Agregó que el mayor éxito
se ha obtenido en los casos de tumores pequeños, tratados en sus
inicios.
El tamaño del tumor cobra importancia, debido a que la luz tiene
que impactar y atravesar la masa de tumor. Por tanto, cuanto más
grande sea más difícil es iluminarlo por completo. |
Doctora Viviana Rivarola
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