Retorna a página principal de Hoja Aparte

 
Dio clases 30 años en la Universidad
Murió el profesor Miguel Boitier

 Causó un hondo sentimiento de pérdida académica y también humana la sorpresiva desaparición física del profesor Miguel Angel Boitier ocurrida en la noche del domingo en la ciudad capital de la provincia, donde residía.

   Boitier tenía 64 años de edad y sufrió una inesperada afección cardíaca que lo llevó a la muerte.
   Su fallecimiento enlutó a toda la comunidad universitaria y particularmente a la de la Facultad de Ciencias Humanas, donde era titular del Departamento de Ciencias de la Educación.
   El docente e investigador, que había sabido granjearse particularmente el afecto y el respeto del alumnado, tenía un fuerte arraigo en la comunidad universitaria local ya que, pese a residir en Córdoba durante los últimos 30 años, dio sus clases en la Facultad de Ciencias Humanas.
   Profesor de Sociología, era un agudo observador de esta ciencia y había hecho contribuciones a su desarrollo con la elaboración de sus trabajos.
   Silvia Nicoletti, profesora colega de Boitier en el Departamento de Ciencias de la Educación, evocó su figura como «un maestro de todos» y destacó su labor docente y de investigador.
   El vicerrector Oscar Spada, que encabezó una delegación a Córdoba para asistir al velatorio y sepelio de sus restos, dijo que la muerte de Boitier «era una pérdida sensible a toda la comunidad universitaria, a la que había dedicado su vida».
   Boitier fue un activo protagonista de la vida del Departamento de Ciencias de la Educación de la Facultad de Ciencias Humanas y supo también ser impulsado como candidato a decano de la unidad académica, particularmente por la relación y apoyo que encontraba en sus alumnos.

Cholaky: «Un gran profesor universitario «
    El rector Leonidas Cholaky Sobari dijo a la prensa que con el fallecimiento del profesor Boitier «se ha perdido a un gran profesor universitario» y admitió que «fue un hombre polémico, que creo una corriente de pensamiento y supo ganarse el respeto de sus alumnos y de sus compañeros de trabajo».
   Explicó que conocía al Boitier desde hace 20 años y que sabía de la calidad como profesor por el decir de los estudiantes que lo tuvieron al frente de las clases. Su desaparición física es realmente lamentable, tanto para la familia como para nuestra institución», reflexionó Cholaky, en medio de la sorpresa generalizada que produjo el deceso del destacado docente. 



Docente de alma
Para no andar con media tinta: fue amado por sus admiradores y combatido por sus adversarios. Frontal y polémico, suscitó controversias. Defensor ferviente y comprometido de la naciente democracia y de los derechos humanos en todos sus expresiones, fue un ácido crítico del liberalismo de los ‘90. 
    Más allá de estos avatares propios de los hombres y la lucha por sus ideologías, podría decirse que el escenario natural  del profesor Boitier fue la docencia. Brilló por sus condiciones y dejó su estela en las generaciones que lo vieron durante sus treinta años de servicios en la institución.
   Hizo de la docencia su Patria...su tierra...y la amó profundamente...en el curso transpiraba alegría...los ojos azules le brillaban y hasta le vibraban los bigotes blancos de canas...por algo sus más cercanos lo llamaban El Viejo.
   Como máxima de su vocación docente quedan  en el recuerdo sus palabras durante la investidura in memoriam de Paulo Freire como Doctor Honoris Causa de la UNRC. 
   Decía Boitier el jueves 20 de noviembre de 1997: 
«Maestro Freire: nuestro primer contacto de rostro indeleble fue en 1969. Hacía pocos años que, concluida la Universidad, creímos  presuntuosamente que ya éramos docentes. Qué impacto tan certero, el suyo, a nuestra omnipotencia , al incitarnos a leer la realidad para dialogar, reconociendo que nadie sabe todo, ni nadie ignora todo». 

La pregunta
Y Boitier cerró aquel discurso con una  pregunta a su maestro, Paulo Freire.  Una pregunta que hoy bien uno podría formularle al propio Boitier:
 “¿Continuará acompañando acciones y reflexión para transformar de verdad este mundo injusto en que vivimos, a las puertas del tercer milenio? ¿Podemos continuar nuestro diálogo? ¿Nos ayudará con su testimonio en el compromiso cotidiano de conciliar palabras y prácticas. Razón y sentimientos, denuncia y reconstrucción?”.


Boitier era director del Departamento de Ciencias de la Educaciòn.
Escríbanos y envíe
sus sugerencias y
comentarios
a nuestro e-mail
Página Principal de la UNRC