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A 28 años del golpe
Nunca Más 

Aduciendo la tan mentada  teoría del «vacío de poder» y de la necesidad de preservar el «orden institucional» y «los valores occidentales y ...», los jefes de las tres fuerzas de defensa del país, Videla-Massera-Agosti,  tomaban el poder e inauguraban una oscura etapa de la Historia argentina el 24 de marzo de 1976.

    Y así como nadie se sorprendió por el golpe del ´76, ningún argentino común podía ni remotamente imaginar lo que  sucedió después de aquel fatídico día: cierre del Congreso, supresión de las actividades políticas y gremiales, censura sistemática de la prensa y de las expresiones  artísticas. Intervención a las universidades. Persecución ideológica de las personas. Centros clandestinos de detención, torturas, fusilamientos, robos de recién nacidos, comercialización de bienes de los detenidos y secuestros extorsivos. Entre otras fatalidades: derrota en  Malvinas.
   En el plano económico,  la gestión de José Alfredo Martínez de Hoz que se extendió hasta 1981 dejó una larga secuela de efectos destructivos del  aparato productivo nacional en pos de la «patria financiera» y  un brutal endeudamiento externo (hacia 1983, al  irse los militares, la deuda externa  llegaba a 45 mil millones de dólares). Como lógica consecuencia la industria nacional fue arrasada generando,  un creciente  desempleo y una alarmante caída del salario.
Hoja Aparte no puede estar ajena en el  recuerdo de aquellos días y en traer a la memoria algunas reflexiones sobre aquellos acontecimientos. Por eso presenta a sus lectores una  visión desde la Filosofía y la Historia con respecto al último golpe militar. Se suman  breves y valiosas opiniones de destacados hombres del pensamiento argentino, declarados oportunamente Doctores Honoris Causa de la UNRC. Junto a estas vertientes de la intelectualidad y militancia,  se recuerda a  José  Alfredo Duarte, compañero universitario muerto por el gobierno de facto. Y como una luz de esperanza:  los más jóvenes. Los estudiantes, nos dejan también sus pensamientos. 
 


Susana Dillon en el Consejo Superior
 Susana Dillon, al dirigirse a los consejeros superiores, destacó que siempre tuvieron «buena acogida en la institución. Queremos -agregó- que los estudiantes sean los artífices de la marcha del jueves próximo por la tarde, porque ellos serán los que llevarán nuestras banderas, porque se impone una renovación generacional. Ellos serán los que harán los grandes cambios».
 


Pérez Esquivel
 «Es muy importante que las universidades  puedan tener en sus cursos transversalmente cultura de paz y derechos humanos, para poder comprender esa dimensión de la responsabilidad y también de la libertad. Es fundamental que la Cultura de la Paz  y los Derechos Humanos  se desarrollen en las universidades. Si algo aprendí en la lucha cotidiana es no bajar los brazos, que vale la pena continuar la lucha, necesitamos recuperar la capacidad y la dinámica de vida de una nueva república.....»

Arturo Roig
«La Universidad no deja ni dejará de ser una institución de formación de ciudadanos. No será pues la moral del egoísmo racional, sino antes que eso la moral del principista de los derechos humanos, abierta a todas las manifestaciones de las formas diversas de las morales emergentes
Volvamos a encender los ideales y vamos resueltamente hacia las nuevas ideas. El pasado ha sido un fracaso, sólo podemos confiar en el porvenir». 

Hesayne 
«Saludo a  Jesucristo, el Señor de la Historia y en Él a todos los  argentinos mártires  creyentes cristianos o no creyentes que actuaron en  defensa de los Derechos Humanos. Como al que más, por cercanía de amistad  y misión y porque le quitaron hasta la misma muerte martirial, quiero destacar a Enrique  Angelelli, obispo y mártir en la Punta de los  Llanos de la provincia de La Rioja el 4 de agosto de l976». 

Ernesto Sábato
 «Las grandes  calamidades son siempre aleccionadoras, y sin dudas el más terrible drama que en toda la historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de las criaturas humanas. Únicamente así  podremos estar seguros de que NUNCA MAS en nuestra Patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado» 

(Testimonios extraídos de los libros pertenecientes a Serie Doctor Honoris Causa publicados por  la Universidad Nacional de Río Cuarto y del libro NUNCA MAS, de la CONADEP)


 
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