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Hubo más de un centenar de interesados
Se puso en marcha un curso de apicultura para jóvenes y microemprendedores

Con la palabras del vicerrector Oscar Spada, del coordinador académico, Mariano Ingrassia, y del presidente de la FURC, Gastón Arcuri, se puso en marcha un Curso Básico de Apicultura, destinado a jóvenes universitarios y microemprendedores de la comunidad regional, con más de un centenar de inscriptos.

   El acto de iniciación de las actividades se cumplió en el Aula Magna de Agronomía y Veterinaria con los asistentes inscriptos que durante un mes y medio serán instruidos en los rudimentos de la apicultura.
   «Este curso es importante porque remarca una propuesta que la Universidad tiene con la sociedad. Hasta hace poco hablábamos de extensión, ahora tenemos que hablar de vinculación, no sólo en lo laboral sino también en lo social y en lo humano. Se trata de un compromiso que la Universidad tiene que abordarlo con la distribución de sus conocimientos», dijo Spada al dirigirse a los presentes.
   El vicerrector señaló que «en este momento la Universidad tiene tres compromisos con la sociedad regional: mejorar la calidad de la enseñanza de grado y posgrado, promover el desarrollo integral y sustentable, y fortalecer la vinculación con la comunidad regional, a través del conocimiento».
El Programa para el Desarrollo de la Apicultura está en marcha desde el 2002 y lo comparten también docentes e investigadores de Agronomía y Veterinaria y de Ciencias Exactas, con la organización de la Secretaría de Extensión de la Universidad y de la Facultad de Agronomía y Veterinaria.

Otros discursos
Gastón Arcuri, presidente de la FURC, entidad gremial que comparte la organización del curso, expresó su «satisfacción por intervenir en este tipo de actividades de extensión, porque es una manera de sacar la Universidad de la isla y llegar efectivamente a la comunidad».
«Nos guía el propósito de darles herramientas tanto a los estudiantes cuanto a los demás miembros de la comunidad, como una posibilidad para desarrollar una actividad independiente».
Mariano Ingrassia, quien es coordinador y a la vez profesor del curso, dijo que quien concurre a este emprendimiento, a su término, «puede iniciarse en la actividad apícola».
«Las actividades del curso -añadió- comprenden aspectos teóricos y prácticos, destacándose entre estos últimos las prácticas a campo que enseñan el armado y manejo de la colmena».
Para este curso, en el que colaboran los centros de estudiantes de Ingeniería Agronómica y de Medicina Veterinaria, se ha inscripto más de un centenar de interesados.

Asistentes
«Vengo a profundizar mis conocimientos con este curso para trabajar con microemprendedores», dijo Susana Teresa de Cecín.
«Se trata -agregó- de emprendimientos muy útiles, cuyos conocimientos trato de trasladar a microemprendedores de Río de los Sauces, Cerro San Lorenzo y Berrotarán, para que se inicien en la actividad».
Alberto Castagno es un metalúrgico interesado en la apicultura. «Concurro -dijo- porque de chico mis padres me iniciaron en esta actividad y quiero volver a ella. Aprovecho esta oportunidad que la Universidad me brinda para hacerlo».
   Carlos Briant, estudiante de tercer año de Agronomía, explicó que asiste al curso porque «es una manera de ampliar mis conocimientos en aspectos prácticos en una rama laboral en la que me puedo desempeñar».
Leonardo Mondino, también estudiante de tercer año de Agronomía, señaló que le interesa el tema de la apicultura para «intentar ingresar en un futuro próximo en la producción de miel».


Oscar Spada

 
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