Hace 27 años un tren carguero arrollaba  a un colectivo de transporte urbano repleto de universitarios. La tragedia, que enlutó no sólo a la ciudad, sino también a toda la región, se cobró la vida de trece personas, de las cuales once eran estudiantes. 

Fue el viernes 17 de junio de 1977, apenas pasado el mediodía. La promesa de un fin de semana largo, por el Día de la Bandera, y las expectativas de festejar ese domingo el día del padre en familia se desvanecieron en un instante. El ómnibus número 26 de la línea 2 acababa de salir del campus con 40 pasajeros, entre los que había docentes, no docentes y estudiantes. Y al llegar al paso a nivel de la ruta 8 fue atropellado y arrastrado unos 40 metros por el convoy del Ferrocarril Mitre, que venía de Villa María y se dirigía a Río Cuarto. La formación número 6546 estaba integrada además de la máquina, por once vagones tolva, dos de cargas generales y el furgón de cola.
Primero fueron once los muertos y 27 los heridos. Luego la lista de víctimas fatales se amplió con el deceso de otro estudiante y el chofer del colectivo. 
La Municipalidad declaró día de duelo, al igual que la Universidad, que a través de sendas resoluciones, que llevaron las firmas del entonces rector Eduardo Pesoa, dispuso asueto y declaró jornada de luto en todo el ámbito de la institución.
 A casi tres décadas de aquella desgracia, HOJA APARTE recuerda el hecho y le rinde homenaje a quienes perdieron la vida en la oportunidad.
Los alumnos fallecidos fueron: Edith Luca (25), estudiante de Microbiología; Teresa Bermani (19), estudiante de Ciencias Económicas; Norma Bozzano (18), estudiante de Microbiología; Ángel Ortega (24), estudiante de Veterinaria, de Villa Rumipal; Graciela Ingentrón (18), estudiante de Microbiología, Ricardo Boccardo (27), de Agronomía y Veterinaria; Silvia Amigo (18); Hector Albello (24), Elisa Miriam Vallica (24), estudiante del último año de Microbiología, de Villa Mercedes; Miguel Ángel Adamo (23), estudiante de Agronomía y Veterinaria de la localidad de General Deheza, y Armando Redondo (20), estudiante de Agronomía y Veterinaria, proveniente de Villa Mercedes. A ellos se sumaron el ingeniero Eduardo García (45), de la provincia de Buenos Aires, que había llegado al campus para conocer la Universidad, y el chofer del colectivo, Enrique Juan Regis, que luego de una agonía de siete días, también perdió la vida como consecuencia del accidente.