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Dos ceremonias: a las 11 y a las 18
Habrá colación de grado y cambio de abanderados

Hoy en el aula mayor tendrá lugar la  tercera colación de grado del año de la Universidad, en la que recibirán sus títulos 186 nuevos profesionales. Habrá dos actos, uno a las 11 y el otro a las 18, y en este último  se hará el cambio de abanderados de la UNRC y de las facultades. Ambos actos serán presididos por el vice  rector de la UNRC, ingeniero Oscar Federico Spada. 

    Será la 148° colación de UNRC y se entregarán los títulos a 25 egresados de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, 4 de Ciencias Económicas, 32 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, 120 de Ciencias Humanas y 5 de Ingeniería.
   A la mañana hablará la vice decana de la Facultad de Ciencias Exactas, doctora Gladys Mori, y por los graduados Clara Vanina Escalante y María de los Angeles Reineri Sachetto. A la tarde hablarán  la secretaria Académica de la UNRC, licenciada Marisa Moyano, y por los graduados  María Cora Paulizzi. 
 


Motivo de orgullo
Ivana Simone, nueva abandera de la universidad
“Me enorgullece muchísimo ser la abanderada”, sostuvo Ivana Simone, abanderada mayor entrante de la Universidad, quien agregó la “responsabilidad” que significa el rol por resultar la representación de los demás estudiantes de la casa de altos estudios.
Estudiante de Licenciatura en Ciencias Biológicas, Ivana destacó el valor de la universidad pública para desarrollar una carrera. “Creo –dijo- que el derecho a la educación lo tenemos todos y por suerte esta universidad libre y gratuita posibilita que ejerzamos el derecho y cursemos nuestros estudios”.
Esta alumna, que como tantos egresados del secundario estaba confundida respecto de su vocación, además de Biología había empezado Lengua y Literatura. De las dudas del comienzo pasó a la convicción de que la biología era su campo temático, a tal punto que corona años de esfuerzo como abanderada. Asimismo, y aunque hoy su carrera sea una sola, mantiene el interés por las letras y desea “complementar con la literatura” su vida cotidiana presente y futura. 
Lectora tanto por entusiasmo cuanto por necesidad –“con lo que nos dan en la carrera tenemos como para un buen rato”, indicó-, la abanderada entrante destacó el valor de “complementar el estudio buscando el equilibrio con el resto de la vida, tales como familia, amigos, salidas y descanso”.


Cora Paulizzi, abanderada mayor saliente
La bandera y el signo de lo propio
De repente me encuentro ante el desafío de responder qué significa ser abanderada de una Universidad Pública. Desde el lugar del abanderado y considerando que el pensar es camino, no hay  una única y absoluta respuesta, sino sólo esbozos y trazos en el sendero del pensar y el vivir.
En el intento de  andar el propio camino, ser abanderada abre el pensar acerca de la bandera y otras insignias como signos que señalan hacia lo que se ha adormecido en el olvido, hacia ésta, nuestra Patria. Ser abanderada no significa simplemente un premio, una posesión o una carga; quien es abanderado porta la bandera como el signo de la Patria, el decir de un Pueblo  en representación de los demás estudiantes. 
Desde tales consideraciones, cada vez que se tiene la oportunidad de subir a un escenario con la bandera se pueden sentir los aplausos, el respeto y la emoción de algunos rostros como otro signo que lleva a repensar y preguntar: si todo lo que nuestra tierra natal es, ha sido y está siendo, permanece muerto detrás del olvido del origen, del imponente arraso de hegemónicas potencias, la pérdida de la soberanía, la pobreza creciente, la mentira atroz, o si aún permanece en el olvido y el silencio, como aquello que en su emerger hace posible el retorno a lo originario, la constitución de nuestra identidad, y así la posibilidad de hacer sentir la voz del pueblo.
En la bandera, en el himno, en el rostro, en la palabra, se desencubre, más allá del momento histórico de su creación, algo que aún nos mantiene unidos, que nos mantiene arraigados y nos da señales de ésta, nuestra tierra.
Por tanto, ser abanderado no sólo puede implicar un reconocimiento por los meritos personales, sino que instaura la posibilidad de repensar desde nuestro lugar de jóvenes universitarios, aquello que desde el rostro y las actitudes de quienes frente a la bandera se sitúan, es un signo que deja decir que aún hay una posibilidad para nuestro pueblo, aún hay una salida, un camino propio, y no detrás de los escudos, o detrás de los discursos, sino en el ánimo propicio para el caminar.


Familiares, egresados y autoridades
participaràn en la colaciòn hoy.

 
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