La impulsan los estudiantes
Rediscusión de la Ley de
Educación Superior
Desde la Federación Universitaria de Río Cuarto
se impulsa la rediscusión de la Ley de Educación Superior,
aprobada en 1995 pese a la oposición estudiantil que llevó
a la toma de universidades.
El primer paso fue la elaboración de un documento que está
siendo avalado por los estudiantes, para lo cual se inició la recolección
de firmas. Este escrito será presentado ante los Consejos Directivos
de las cinco facultades y ante el Consejo Superior de la UNRC, con la intención
de que las autoridades universitarias lo eleven al Consejo Interuniversitario
Nacional (CIN).
Esta ley fue sancionada el 20 de julio de 1995 y promulgada el 7 de
agosto de 1995, a través del decreto 268/95.
En su propuesta de rediscusión lanzada por la FURC y la agrupación
estudiantil El Espacio Independiente, los alumnos sostienen que la Ley
de Educación Superior “no garantiza la gratuidad, ni el ingreso
irrestricto” y señalan que es ambigua en ese sentido. Indican que
“implica una progresiva pérdida de autonomía en relación
con las instancias de evaluación y acreditación, conllevando
además el riesgo de ruptura del federalismo universitario, al quedar
establecidas las distintas categorías universitarias”.
“Contempla implícitamente el desfinanciamiento al autorizar
y promover la venta de servicios como fuente de generación de recursos
propios”, agregan.
Consideran que debe sostenerse el rol del Estado cual garante de la
educación pública y gratuita, con compromiso en financiación
y desarrollo de organismos estatales de generación de ciencia y
tecnología.
También instan a “promover los gobiernos cuatripartitos proporcionales
e igualitarios, los co-gobiernos estudiantiles, en el marco general del
gobierno tripartito, para garantizar un ámbito de democracia institucional,
como condición fundamental para el ejercicio pleno de la autonomía
universitaria frente a las presiones del poder político y económico”.
Sostener centros y federaciones
Otro punto que impulsan los dirigentes de la FURC es el de “sostener
los centros de estudiantes y federaciones, los sindicatos y gremios pues
estos hacen a la forma y contenido de la participación y compromiso,
garantizando la democratización de las instancias de decisión
y administración para que la Universidad funcione como un emprendimiento
social y no privado, como una organización estatal y nacional, donde
las partes integrantes del proceso de trabajo son parte del proceso de
gobierno”.
El sector estudiantil reclama “incluir en los ciclos de formación
de grado los contenidos de las instancias de posgraduación como
forma de garantizar las condiciones de acceso a la formación superior,
a mejores remuneraciones en el campo laboral, a la capacidad de diseñar
empresas en forma independiente, de diseñar empresas sociales de
alto impacto social y humanitario que contrarresten el impacto negativo
de los grandes grupos económicos. No defender este proyecto implica
que sólo el 7 por ciento total de los graduados del ciclo de grado
puedan acceder al ciclo de posgrado”.
Solicitan “garantizar un sistema de becas inclusivo, no aislacionista,
ni selectivo, como una posibilidad de contención, retención
y sostenimiento de los estudiantes en el nivel superior, haciendo esto
posible la continuidad en los estudios y la reducción de la deserción,
a la vez que el aporte para la resolución de las diversas problemáticas
estudiantiles a nivel económico y social”.
En su documento la FURC promueve la seguridad social y la cobertura
médica de los estudiantes “como un derecho orientado a la promoción
y el bienestar social”.
Fundamentos
“El proceso actual de internacionalización cada vez mayor de
la educación superior exige una reflexión sobre el carácter
mundial de la educación misma, el aprendizaje, la enseñanza
y la investigación”, sostienen los estudiantes. Agregan: “Por considerar
que la educación es un proceso social, la universidad pública
y gratuita es entonces la instancia donde los hombres y las mujeres pueden
desarrollar conocimientos y capacidades estratégicas, con la característica
de responder a las necesidades locales, regionales e internacionales de
los pueblos de los cuales son parte”. Aseguran: “Hoy la formación
superior es privada, las verdadera lucha en este nivel es para que sea
pública”. Y justifican: “Por esto defendemos un proyecto de universidad
que haga frente al divorcio que existe actualmente entre la actividad universitaria
y la realidad social». |
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