Guia de pasos simples en casos
de emergencia
A través de ASPURC los afiliados disponen del servicio
de atención de emergencias, urgencias y consultas a domicilio llamando
a los teléfonos 4620141 ó 4627493. Este servicio, brindado
por E.M.A, ofrece diferentes coberturas de acuerdo al caso en cuestión.
La emergencia es aquella situación en la que el paciente se encuentra
bajo riesgo de muerte. La urgencia se produce cuando la afección
no pone en riesgo la vida pero la intensidad del dolor o la angustia generada
hace aconsejable la rápida asistencia de un médico. En ambos
casos la concurrencia al domicilio es prioritaria y, por ende, inmediata.
El servicio es sin cargo.
La consulta domiciliaria incluye aquellos casos en los cuales en los
cuales no es necesario que el médico se desplace rápidamente
pero en los que, por razones médicas, el paciente se ve impedido
de trasladarse a un consultorio médico.
En estos casos, el costo del servicio a partir del 1° de octubre
será de $ 8,00, descontados por planilla. Este incremento ha sido
solicitado por EMA y considerado apropiado en función del
aumento en los costos de combustible acaecido en los últimos años.
Emergencias más frecuentes ¿cómo actuar?
Ante cualquier emergencia o urgencia médica lo primero que debe
hacerse es telefonear al Servicio de Emergencias Médicas. Mientras
tanto, existen algunas pautas a tener en cuenta para esperar la llegada
del médico e ir resolviendo la situación de alarma.
A continuación se exponen algunos consejos útiles para
hacer frente a las emergencias más comunes.
CONVULSIONES
En este cuadro el paciente bruscamente pierde el conocimiento, cae
al suelo, respira con dificultad, los ojos pueden girar hacia arriba, puede
despedir espuma por la boca, ponerse rígido o hacer movimientos
bruscos, orinarse o defecarse.
El episodio generalmente dura uno o dos minutos y cede espontáneamente
sin ningún tratamiento. Se presenta habitualmente en epilépticos
conocidos. Sin embargo, si es la primera vez que el paciente lo presenta
puede ser provocado por un cuadro febril, una intoxicación, infección,
problema cardíaco o cerebral, por lo que obliga a una rápida
consulta con un médico.
¿Qué hacer? Mientras llega el médico mantenga
recostado al paciente, trate que no se lesione con sus movimientos y que
no se muerda la lengua, introduciendo para esto un pañuelo doblado
entre los dientes. No le dé ningún tipo de alimento ni bebida.
CONVULSIONES FEBRILES EN LA INFANCIA
Las convulsiones provocadas por fiebre son muy comunes en la infancia
y es poco frecuente que se repitan. La presentan en alguna oportunidad
alrededor del 5% de los niños entre los seis meses y los cuatro
años de edad.
¿Qué hacer? Al igual que en los adultos, debe consultarse
rápidamente al médico, quien decidirá la acción
futura a seguir. Una vez que cesó la convulsión es importante
bajar la fiebre del niño con paños tibios-fríos. No
intente hacerlo reaccionar ni le dé ningún tipo de alimento
o bebida.
ASFIXIA
Es la imposibilidad de introducir o expulsar aire de los pulmones,
provocada por obstrucción a nivel de la garganta o las cuerdas vocales.
La persona, lúcida, no puede respirar ni hablar y comienza a cambiar
de color.
¿Qué hacer? El tratamiento consiste en retirar de la
garganta la causa de la obstrucción en menos de tres minutos. Esto
se consigue aumentando bruscamente la presión dentro de los pulmones
con lo que se elimina el cuerpo extraño de un modo similar a lo
que ocurre con la tos.
Cuando el adulto está acostado boca arriba debe colocar el talón
de una mano sobre el abdomen del paciente, entre el ombligo y el esternón.
Apoye la otra mano sobre la primera y empuje fuertemente en dirección
al pecho cuatro veces rápidamente. Cuando el adulto está
de pie debe colocarse detrás de él y rodearlo con los brazos.
Ubicar el puño, con el borde del pulgar, contra el abdomen entre
el ombligo y el esternón. Tome el puño con la otra mano y
empuje fuertemente hacia arriba y hacia adentro, cuatro veces rápidamente.
DESMAYO
Si la persona no recupera la conciencia debe ser vista por un médico
en forma urgente. Hasta la llegada del mismo debe colocárselo de
costado (en especial si vomita), aflojarle la ropa y retirar de su boca
todo elemento que pueda obstruir la respiración (por ej. dentadura
postiza). No le dé nada de comer ni beber.
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