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ASPURC
Cuidados paliativos, cuando aún queda mucho por hacer

«A veces sentimos que los que hacemos es sólo una gota de agua en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.» 
Madre Teresa.

La Medicina Paliativa es la atención activa y total a los pacientes y a sus familias por parte de un equipo multiprofesional, cuando la enfermedad ya no responde a tratamientos curativos y la expectativa de vida es relativamente corta.

Pallium significa manto o cubierta. Sus antecedentes comienzan en el siglo IV, cuando la matrona romana Fabiola abre su casa para los necesitados. Más tarde la iglesia es la que se encarga del cuidado de los enfermos, hecho que continúa hasta la Edad Media, cuando se disuelven los monasterios en Gran Bretaña.
Luego, en 1842 se fundan los primeros hospicios para moribundos en Francia.
En 1986, la OMS publica «Alivio del dolor en el cáncer» traducida a 19 idiomas, donde se enfatiza que «un pequeño número de drogas relativamente baratas, incluyendo la morfina, son los principales apoyos para el manejo del dolor en el cáncer.»
 

Etapas comunes en la enfermedad terminal
Al aplicar cuidados paliativos deben contemplarse los aspectos espirituales del enfermo y, principalmente, acompañarlo con un adecuado trabajo en equipo. Este abordaje permitirá que la situación del enfermo sea percibida de un modo más global, a diferencia de lo que ocurre en el caso de profesionales aislados.
La gran mayoría de los enfermos terminales son cancerosos. El paciente que sabe que va a morir tiene ciertas vivencias, oportunamente explicitadas por la Dra. Kubler Ross, agrupadas en cinco etapas que pueden darse en diferente orden.

Generalmente se presentan de la siguiente manera:
1. Negación
2. Irritación y rebeldía
3. Sumisión y pacto.
4. Depresión, desánimo y pena.
5. Aceptación, resignación y paz.


Objetivos de la medicina paliativa
Citando a un Comité de Expertos de la OMS podemos decir que los objetivos de los cuidados paliativos son:

- Reafirmar la importancia de la vida considerando a la muerte como un proceso normal.
- Establecer un proceso que no acelere la llegada de la muerte ni tampoco la posponga.
- Proporcionar alivio del dolor y de otros síntomas angustiosos.
- Integrar los aspectos psicológicos y espirituales del tratamiento del paciente.
- Ofrecer un sistema de apoyo para ayudar a los pacientes a llevar una vida lo más activa posible hasta que sobrevenga la muerte.
- Ofrecer un sistema de apoyo a la familia para que pueda enfrentar la enfermedad del paciente y sobrellevar el periodo de duelo.


Al momento de  realizar un tratamiento apropiado, el médico tiene una responsabilidad dual: preservar la vida y aliviar el sufrimiento.
Al final de la vida, el alivio del sufrimiento adquiere una importancia mayor en la medida que la preservación de la vida se hace progresivamente imposible.
Parte del arte de la medicina es decidir cuándo el soporte vital es esencialmente inútil y, por lo tanto, cuándo se debe permitir que sobrevenga la muerte sin mayores impedimentos. 
No hay obligación de emplear tratamientos cuando su utilización puede ser descripta, en el mejor de los casos, como una prolongación del proceso de morir. Un médico no tiene el deber ni el derecho de prescribir la prolongación de la muerte.
Hay un principio llamado de la «proporcionalidad» basado en que es justificable suprimir las técnicas que prolongan la vida cuando su aplicación significa para el enfermo un sufrimiento desproporcionado con respecto a los posibles beneficios.
Sin embargo, la medicina paliativa se opone a la eutanasia. Se ha demostrado que los pacientes que solicitan suicidio asistido o eutanasia cambian de opinión cuando se le proveen cuidados paliativos de buena calidad.
La finalidad de la medicina paliativa puede resumirse en una frase de la asistente social Cicely Saundrers que, en 1967, se convierte en la primera doctora que trabaja a tiempo completo con moribundos: «Tu me importas por ser tú, hasta el último momento de tu vida y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, no sólo para ayudarte a morir en paz, sino también a vivir hasta el día en que mueras.»

Dr. Hugo D´aloisio 
Medicina Interna
Post Grado en Cuidados Paliativos.


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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