Facultad de Agronomía y Veterinaria
Premio a una investigación que permite cuantificar
pérdidas por erosión hídrica
Un trabajo del docente e investigador Jorge De Prada, sobre la
“Erosión hídrica”, que determinó que en trece años
en un área de estudio de 1 millón 80 mil hectáreas
en el sur de Córdoba causó pérdidas en la capacidad
productiva de 10 millones de dólares anuales, fue distinguido con
el primer premio en Mar del Plata en el marco de 35° Congreso de la
Asociación de Economistas Agrarios de la Argentina.
De Prada es ingeniero agrónomo y pertenece a la Facultad de Agronomía
y Veterinaria de la Universidad local. Ha trabajado en una zona comprendida
entre los ríos Cuarto y Quinto desde 1986 a 1999 y se doctoró
en Economía Agraria en la Universidad de Connecticut, de Estados
Unidos.
El trabajo fue seleccionado porque crea un método de evaluación
de las pérdidas por erosión hídrica que permite cuantificar
el valor económico del fenómeno físico en el campo
del productor y lo advierte sobre los beneficios de la conservación
del suelo.
De Prada introduce con su método un concepto económico
aún no tenido en cuenta en los proyectos del Banco Mundial y del
Banco Interamericano de Desarrollo en tierras con erosión hídrica,
que es la pérdida del valor de la tierra al final del período
de análisis.
Buenos conservadores
El investigador dijo que los productores de la región en términos
relativos son muy buenos conservadores de suelos, aunque el 12 por ciento
tiene tazas de pérdida mayores de la internacionalmente aceptada,
que son 10 toneladas de tierra por hectárea.
Ejemplificó un caso de pérdida por erosión de
un productor con 450 hectáreas: quien no ha hecho conservación
en los 13 años medidos perdió 8 mil dólares en producción
entre los años 1986 y 1999, además de la pérdida del
valor de la tierra estimado con el método creado en 37 mil dólares,
según expresó De Prada.
El aporte empírico del trabajo –agregó el investigador-
es hacer una medición de la depreciación del valor de la
tierra, que es un aspecto sustancial en el cálculo entre un proyecto
de trabajo que conserva el suelo y otro en el que no se controla la erosión,
dato aquél que hasta el momento no es tenido en cuenta por el Banco
Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo en sus proyectos co-financiados.
Estímulo
De Prada consideró también a la metodología como
estímulo para que el productor conserve el agua y el suelo en su
propio campo, que además de mejorar su propia economía, va
a reducir los daños fuera del campo. El agua y el suelo que se pierden
dañan los caminos y causan las inundaciones que se producen en otras
áreas rurales.
Recordó que en la Facultad de Agronomía y Veterinaria
existe el Servicio de Conservación y Ordenamiento de Tierras, que
atiende requerimientos de productores, de municipios y del gobierno provincial
cuando hay problemas de erosión hídrica.
El congreso al que asistió De Prada en Mar del
Plata, contó con la presencia de más de 150 economistas agrarios
de Argentina, Chile, Uruguay y Brasil.
El trabajo de De Prada se encuadró en un convenio
de cooperación entre la UNRC y la Universidad de Connecticut, en
la que cursó el posgrado.
|
Ingeniero Jorge De Prada,
autor del trabajo.
|