Agronomía y Veterinaria
Promueven la utilización de guano caprino para
el funcionamiento de una cocina en zonas serranas y pedemonte
Alumnos de Medicina Veterinaria de la UNRC, Lorena Decara, Grabiela
Sandoval y Claudio Funes, elaboraron una propuesta de desarrollo sustentable
para el aprovechamiento del guano caprino en la provisión de energía
para el funcionamiento de una cocina doméstica mediante la utilización
de un digestor que provee de biogas. En el mismo proceso el guano se transforma
en un biofertilizante no contaminante que puede ser utilizado para la producción
de cultivos y el mejoramiento de suelo.
“En término simples –dice Claudio Funes-
es una cámara (biodigestor) donde se produce una fermentación
que genera microorganismos. El productor se debe encargar de juntar la
materia fecal del animal y la coloca en una precámara (cargador)
y luego se pasa a la cámara donde se inicia la fermentación,
allí se genera el gas ecológico o biogas. Pasado el
proceso de fermentación la materia fecal se saca por otra cámara
y puede ser reciclado como abono”,
La propuesta se focaliza en sistemas ganaderos caprinos
denominada Sierrras y Pedemonte ubicada en las áreas de las pedanías
Achiras y San Bartolomé en el Departamento Río Cuarto y la
pedanía Río de los Sauces en el Departamento de Calamuchita.
Como investigación se corporiza en un trabajo
monográfico realizada por los estudiantes con el apoyo de docentes
Departamento de Economía Agraria de la Facultad de Agronomía
y Veterinaria, Cristina Isally y Viviana Freire. Lleva como título
“El uso de biodogestores en sistemas caprinos de la provincia de Córdoba”
y fue presentado en ocasión del 27mo Congreso Argentino de Producción
Animal realizada en octubre en Tandil donde obtuvo una mención
especial.
“La idea -consigna el trabajo-
es aprovechar el guano para la producción de biogas que permita
hacer funcionar una cocina familiar en el sector rural donde no hay acceso
del gas natural. Además permite reducir o evitar el uso de leña
con lo cual se disminuye el impacto ambiental sobre la vegetación
ambiental”.
Está pensado para un rodeo de 140 hectáreas
administrado por una familia tipo, una matrimonio y dos hijos, con 40 cabras
criollas, con un macho, extensivo, con encierre nocturno. En tal caso la
producción de guano alcanza para cubrir los requerimientos del digestor
que es de 9 a 10 kilogramos por día para garantizar un funcionamiento
de 6 horas diarias de la cocina.
Funes agregó: “El proyecto está pensado
para que algún productor pueda ser financiado por Programa Social
Agropecuario (PSA) que lleva adelante la Secretaría de Agricultura
Ganadería Pesca y Alimentos de la Nación. El PSA es un Programa
dirigido a pequeños minifundistas e implica la asistencia técnica,
financiación y apoyo a la comercialización”.
Los digestores
El funcionamiento de esta cocina se basa en la producción,
a partir del guano de cabra, de un combustible gaseoso (biogás)
generado por digestión anaeróbica de dichos residuos orgánicos.
El proceso de descomposición de la materia orgánica produce
biogás con 60 % de metano y 40 por % de dióxido de carbono.
Tiene lugar dentro de una instalación completamente cerrada que
son biodigestores.
Una vez ubicada la carga en el biodigestor se le agrega
el volumen de agua necesario para diluir la materia prima que debe reunir
un rango de PH de entre el 6,5 y 7,5 (como lo mide el productor) y llegado
el caso se puede mantener y corregir la acidez con la adición
de cal o agua de cal.
El proceso se lleva a cabo a una cierta temperatura.
Para alcanzar las temperaturas deseada, unos 35°, se adiciona al digestor
un colector solar plano que permitirá el calentamiento del material
utilizado.
Tipos de digestores
Existen dos tipos de colectores, un tanque con fibrocemento y
un modelo de bolsa de polietileno de alta densidad.
Con respecto al tanque, Decara, Sandoval y Funes, proponen
la utilización de un tanque de 100 litros. Con cámaras de
carga y descarga exteriores que pueden ser piletas de plásticas
reforzado. El tanque contará con una campana en su parte superior
donde se concentrará el biogás que será llevado a
la cocina por un caño centrador de acero inoxidable. El tanque incluye
una trampa de agua y un mezclador mecánico con ochos sogas de polietileno
fijas a la campana. La carga es semicontinua según necesidades
del biodigestor.
El modelo de bolsa puede tener distintas configuraciones:
alargada, en forma de gusano o en forma de saco. Este modelo se compone
por una zanja o fosa, bolsa propiamente dicha o silo pack, varillas de
madera blanda y salida del biogás, cañerías de seguridad
y válvulas del gas. Consiste en hacer una zanja con el fondo a nivel,
lo más lisa posible, de 7 metros de largo, 0, 70 metros de ancho
en su parte superior, 0, 70 metros de profundidad y 0, 64 metros de ancho
en su parte inferior.
En el extremo de la fosa y en el centro de cada pared
se deben hacer dos zanjas de 1 a 1,25 metros, 30 ó 40 centímetro
de ancho, para ubicar los tubos de carga descarga del guano. Para
ubicar la bolsa el operador deberá acomodar las mismas contra la
zanja, colocando travesaños de madera blanda. Los extremos se protegen
con papel de diario y atados con cinta. La bolsa queda adherida el caño
de salida del gas con cuerda plástica de tal manera que pueda
quedar poro sobre el nivel que ocupara el líquido cuando se llene.
La mitad superior de la bolsa sirve como gasómetro que al inflarse
acumula el biogás producido cuando no hay consumo. |
Profesoras Cristina Isally y Viviana Freire dieron apoyo a los
estudiantes
Claudio Funes, alumno de la Facultad, uno de los autores
de la monografía.
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