Emoción y reconocimiento
Se realizó un sentido homenaje póstumo
al profesor Horacio Tigier
A 21 días de la desaparición física del profesor
Horacio Tigier, se realizó en la Universidad un sentido homenaje
en su memoria. En el marco de una sesión extraordinaria del Consejo
Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas se recordó a quien
se de-sempeñó durante 30 años, hasta el momento de
su muerte, como docente investigador de esta Universidad en Química
Biológica.
El homenaje póstumo, del que participó el rector Oscar
Spada, comenzó con la apertura de la sesión por parte de
la decana de Ciencias Exactas, Gladys Mori, y la posterior lectura de la
resolución decanal elaborada el 14 de abril, día del fallecimiento
de Tigier, por la que se declaró el duelo de la Facultad y en la
que se destacó el dolor causado por su deceso y sus mayores atributos
como docente de esa unidad académica.
Además de la esposa e hija del desaparecido profesor, participaron
integrantes del mencionado cuerpo deliberativo y miembros de la Facultad
de Ciencias Exactas.
Con posterioridad, se realizó un minuto de silencio, luego del
cual tomó la palabra el actual director del Departamento de Biología
Molecular, Héctor Gauna, quien mencionó como sus cualidades
más des-tacables “la franqueza, la honestidad, locuacidad y la vehemencia,
que se traducía en sus conversaciones y opiniones”. También
subrayó “su capacidad para aconsejar y prever meticulosamente sus
proyectos y apreciaciones respecto de la realidad que nos rodeaba”. “Los
profesores del Departamento supimos destacar sus importantes aportes”,
remarcó.
Una pérdida importante
Luego de recorrer su vasta carrera, Gauna sostuvo que su muerte implicó
“una importante pérdida en el ámbito académico y científico
de esta Universidad y, en particular, en la Facultad de Ciencias Exactas
y en el Departamento de Biología Molecular».
Con posterioridad, hizo uso de la palabra Silvia Milrad, quien fuera
su discípula y compañera de trabajo. Visiblemente quebrada,
dijo: “El doctor Horacio Tigier fue uno de los profesores fundadores de
esta Universidad. Y en ella desarrolló 34 de sus más de 40
años de vida académica universitaria”. “Conocía el
detalle de cada hora vivida por esta comunidad, desde sus inicios hasta
nuestros días, porque siempre estuvo interesado en la inserción
y en la proyección de la institución. La Universidad fue
su vida. Si me quitan la Universidad, me muero, nos decía”, agregó.
Consultada por la prensa universitaria, la decana Gladys Mori sostuvo:
“El profesor Tigier consagró su vida a esta Universidad, desde que
llegó hace más de 30 años” y rescató “su gran
compromiso con la institución”. “Él intervino siempre en
la gestión académica-administrativa, ya sea como director
de departamento o como consejero directivo, cargo que desempeñó
en varios períodos. Y también como creador de la maestría
en biotecnología”, remarcó.
“Él, los sábados y domingos, me decía no
te enojes, me voy al laboratorio”, dijo Marta Grodsinsky, esposa de Horacio
Tigier. Y agregó: “Yo siempre dije que tenía por amante a
la química y, en cierta medida, a la biología, yo venía
después”.
Seguidamente, sostuvo: “Le agradezco a la Universidad que sigan recordándolo,
que sigan pensando en todo lo que aportó, en lo importante que fue
para la ciencia y en todo lo que hizo hasta el final de su vida, porque
ese día que murió estaba trabajando para la Universidad”.
Respecto de su deceso, señaló: “Para mí significa
una pérdida que nunca la voy a poder llenar con nada. Pero, bueno,
contra el cáncer no se pudo hacer nada”. Y subrayó que su
esposo se entregó a la Universidad y que era un hombre muy culto.
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En el homenaje se destacaron el compromiso, la honestidad y el
entusiasmo del profesor Tigier.
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