Retorna a página principal de Hoja Aparte

 
El nivel máximo usual en campos de la zona es notablemente menor
Docentes de Agronomía y Veterinaria logran rindes de 20 mil kilos por hectárea en maíz

El equipo de técnicos del área Producción de Cereales, ingenieros  agrónomos Carlos Castillo, Gabriel Espósito y Ricardo Balboa, pertenecientes al Departamento de Producción  Vegetal  de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad, lograron un rendimiento que oscila entre los 200 a 210 quintales por hectárea en un cultivo de maíz sin limitaciones de riego y fertilización, lo que constituye un rendimiento excepcional de este cultivo en la región. Es de destacar que habitualmente en los campos de la zona de Río Cuarto, en años con muy buenas lluvias, se logran rendimientos máximos que oscilan alrededor de los 120 quintales por hectárea. 

La experiencia se realizó en el campo experimental de la UNRC en un lote bajo riego con fertilización, con objetivos de investigación y académicos, a los fines de buscar los máximos rindes del cultivo. 
Carlos Castillo, uno de los docentes a cargo de la experiencia sostuvo que “el objetivo de este trabajo es buscar el techo potencial de maíz en la zona de influencia de la Universidad”. 
   “Este año tuvimos algunas estimaciones de rendimiento que realmente nos han sorprendido; hemos estado evaluando los rendimientos de las distintas parcelas, y las que más han rendido se encuentran entre los 20 y 21 mil kilogramos por hectárea. En esta región nunca se habían logrado estos rendimientos, sí bien en algunos ensayos se obtuvieron valores que oscilaban entre los 15 y 16 mil kilogramos por hectáreas”, dijo Castillo. 
   Aclaró que “en la zona el rinde de una hectárea sin riego puede estar alrededor de 5.500 a 6.000 kilogramos, y en lotes de punta los rendimientos están próximos a los 12 mil kilogramos en años excepcionales con muy buenas precipitaciones”.

Manejo
Sobre los resultados excepcionales obtenidos, Castillo aseguró que tienen que ver con el manejo. “Se eligieron híbridos –detalló- que se siembran normalmente en la zona, los cuales se implantaron en época, a altas densidades, en un marco de plantación de 0.525 cm entre hileras y con dos densidades, 80000 y 95000 semillas/ha. Además se los fertilizó con fósforos al momento de la siembra y luego se los refertilizó con nitrógeno líquido (UAN), con el equivalente a 200, 400 y 600 lt/ha, siempre buscando el techo de rendimiento”. 
Rescató también que “todo esto no sólo sirve para encontrar el potencial en el rendimiento del maíz sino que también ha sido una muy buena experiencia desde el punto de vista educativo ya que por acá han realizado trabajos prácticos alumnos de distintos cursos y han podido observar y aprovechar esta experiencia”.
Gabriel Espósito explicó que “las pruebas se han hecho este año con dos híbridos que en la zona se los siembra bastante. Son los híbridos Nidera 882 y Dekalb 682, ambos en las versiones con resistencia, al barrenador de la caña (Diatraea saccharalis), y con tolerancia a herbicidas (grupo de las imidazolinonas)”.
“La verdad es que el rendimiento ha sido muy bueno, tenemos un lote con densidades probadas de 80 mil plantas por hectárea con espigas llenas de granos en todo el lote y estamos en 210/230 gramos de maíz por espiga, que lo lleva a un nivel de rendimiento muy alto. Básicamente estos son maíces que están dejando una rentabilidad del 100 % del costo del cultivo, es decir que tendríamos unos 100 quintales de costo por hectárea”. 
Espósito destacó además que la tecnología del riego es fundamental en estos rendimientos. “Tenemos una gran ventaja en la utilización de tecnología de riego, presentando una gran estabilidad con el paso de los años. Sería bueno que en la zona se pudiera estar regando unas 500 mil hectáreas; esto es un potencial que está latente y que puesto en marcha, significaría la incorporación de mano de obra calificada en la región”. 

Rotación con soja
Con respecto a la necesidad de la rotación de cultivos y a la posibilidad de rotar soja con maíz, Espósito sostuvo: “Hay que luchar por la rotación de cultivos, tenemos que hacer una cultura de la rotación, para evitar el deterioro de los suelos, que es cada vez mayor. Si nosotros maximizamos los rindes del cultivo de maíz, hacemos más atractivo para el productor la rotación soja-maíz. Creo que es necesario maximizar los rendimientos del maíz para que el productor vuelva adoptar este tipo de rotación”.


La experiencia se realizó en el campo experimental de la UNRC en un lote bajo riego con fertilización.
 
 

Está a la venta el libro Maíz: Fisiología y Cultivo

La Editorial de la UNRC informó que se encuentra en stock para la venta el libro Maíz: Fisiología y Cultivo, de los profesores Mario Eduardo Liendo y Gui-llermo Oscar Martín (h), docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán. 
En este trabajo se pueden encontrar referencias al cultivo del maíz en el Noroeste argentino (NOA) y  a características generales de este tradicional cultivo.  Así es como en el capítulo 1 el técnico o el alumno interesado en el tema podrá encontrar una breve reseña histórica del cultivo en el NOA. 
En sucesivos capítulos se abordan aspectos determinantes del rendimiento del maíz, requerimientos hídricos, nutrición mineral, condiciones ambientales, densidad y siembra, fertilización, control de malezas, plagas y enfermedades, cosechas y comercialización, y silaje del maíz.

Escríbanos y envíe
sus sugerencias y
comentarios
a nuestro e-mail
Página Principal de la UNRC