El Consejo Superior tuvo una sesión extraordinaria
para hacer memoria
Un momento especial en la vida universitaria: a veinte
años de la primera asamblea
A las 15.30 del martes, los universitarios se aprestaron a recordar
la primera asamblea, que comenzó hace 20 años a la misma
hora y terminó tras las 4 de la mañana del día siguiente,
con la euforia de tener nuevas autoridades universitarias: las primeras
electas luego de la dictadura militar.
Risas, recuerdos, ojos vidriosos, reflexiones y algunos silencios prolongados,
reinaron en las dos horas que se extendió esta reunión extraordinaria
del Consejo Superior, realizada en el aula magna y que sirvió para
conmemorar el 20º aniversario de aquella histórica asamblea.
Alejados de la recordada y hoy inexistente aula F 1, las canas y las
huellas del tiempo impresas en sus rostros nos les impidieron a aquellos
asambleístas recordar el entusiasmo y las expectativas de entonces.
El rector Spada, como presidente del Consejo Superior, dio apertura
a la sesión y, luego de que el secretario general, Roberto Rovere,
leyera la resolución por la que se decidió la realización
de este homenaje, le cedió la palabra al doctor Ricardo Petrazzini,
presidente de esa primera asamblea universitaria, en su carácter
de rector normalizador, rol que le había concedido Raúl Alfonsín.
Después hablaron el doctor Roberto Tafani, en representación
de los asambleístas decanos; el profesor José Giraudo, en
nombre de los asambleístas del claustro docente; el profesor Sergio
Centurión, en representación de los graduados de entonces;
la profesora Marisa Moyano, por los asambleístas estudiantiles y
Nelso Farina, por los no docentes. Con posterioridad, se les entregó
un testimonio de honor a los participantes de esa primera asamblea universitaria.
Al tomar esta determinación, los consejeros superiores tuvieron
en cuenta que con ese evento “se rompía una de las cadenas que continuaba
atando a la universidad nacional al período del proceso y se alcanzaba
una de las libertades más buscadas y exigidas” con vista “a encarar
el futuro con más optimismo, en medio de una sociedad que ambicionaba
despertar de la decadencia social, política, económica y
cultural que le habían impuesto los gobiernos autoritarios”.
Spada: Dejar de lado mezquindades
Al promediar la sesión, el rector Oscar Spada dijo: “El punto
de partida, que fue retomar esa democracia”, significó “el inicio
de un camino difícil, pero importante”. Se preguntó: “Qué
nos pasó en estos 20 años. Realmente no pudimos construir
nuestros ideales. Nuestros desafíos no los pudimos interpretar”.
Y señaló que “así como hace 20 años un grupo
de gente trabajó por un estatuto y en la década del ’90 se
trabajó en su modificación, ahora viene una nueva etapa de
modificación de estatuto de la UNRC” y convocó a “dejar de
lado las mezquindades, para trabajar en un proyecto sólido”.
Tafani: Del terror a la democracia
Roberto Tafani dijo: “La primera asamblea fue una reconstrucción
política, institucional y académica, en un contexto de severas
restricciones presupuestarias. Fue una época de desagravios y pedidos
de reincorporación de profesores que habían sobrevivido en
el destierro, en el exilio y el olvido”. Destacó que “era recuperar
la democracia en un ámbito donde el terror de Estado causó
estrago”.
Subrayó “el compromiso y la entrega ilimitada de tiempo y esfuerzo
por parte de toda la comunidad universitaria”, como el logro en estos años
de la construcción del marco para progreso académico en libertad.
Moyano: Educación libre y gratuita
Marisa Moyano afirmó que “conmemorar los 20 años de la
histórica Asamblea de 1986 supone una interrogación sobre
el significado de la memoria en un momento en que la idea de memoria es
una palabra que aparece convocado en relación con los hechos doloroso
de la histórica socio-política institucional del país”.
Además, llamó a los estudiantes a luchar por “educación
pública, libre acceso, gratuidad, autonomía y universidad
democrática, antes, ahora y siempre”.
Giraudo: Integración con la sociedad
José Giraudo reflexionó que “discutíamos hace
20 años el espíritu reformista que principalmente se refería
a la integración de las universidades con la sociedad. Y yo me pregunto
si hemos sido capaces de mantener este espíritu. Mi respuesta es
que ha ido degradando dicha mística y que es una obligación
apoyar fuertemente a aquellos que hoy todavía trabajan con esta
mirada”.
También llamó a preguntarse si las carreras que ofrece
la Universidad se adaptan a las aspiraciones de los estudiantes y
pidió revisar la política de posgrado.
Centurión: El éxito y el trabajo
El profesor Sergio Centurión, en representación de los
asambleístas graduados, destacó “el compromiso” que significó
ser electo por ese claustro como consejero directivo por Ciencias Humanas.
Resaltó el logro que fue aquella asamblea universitaria para sumar
a los órganos de conducción de la Universidad al claustro
de graduados, como también por haber significado el primer paso
para que ocurriera lo propio con los trabajadores no docentes. Y enfatizó
que “tenemos que ser concientes de que el único lugar donde el éxito
está antes que el trabajo es en el diccionario”.
Farina: Integración
Nelso Farina, en representación del claustro no docente, recordó
que “una de las cuestiones centrales que dejó aquella asamblea fue
que nunca más debía ocurrir lo que pasó la trágica
noche del 24 de marzo de 1976”. Historió el proceso que dio lugar
a la participación del sector no docente en los órganos de
decisión de la Universidad “con voz y voto”, tras lo cual señaló
que la integración de ese claustro en el gobierno de la institución
fue “positiva”.
Remarcó que “debemos convocar a la asamblea universitaria para
discutir una política universitaria que sirva al desarrollo del
país, para que los sectores marginales de la sociedad puedan acceder
en serio a la dignidad del conocimiento”. |
De ayer a hoy, con emoción y evocando.
Rector normalizador, elecciones y nuevo rector
“La función social exige que los profesionales
sean lo que el país requiere. Una universidad puede formar profesionales
excelentes, aunque socialmente inútiles”, consideró el ex
rector normalizador Ricardo Omega Petrazzini. Añadió que
“no debemos formar profesionales para la sociedad de consumo, sino capacitarlos
para incrementar la producción y los servicios en beneficios de
todos”. Recordó que aquella vez “hasta las 4 de la mañana
la Asamblea universitaria debatió larga, apasionada y democráticamente
eligiendo al nuevo rector: Roberto Seiler”.
Sostuvo que su gestión priorizó el trabajo
de mejorar todos los claustros e incluso a los graduados, que fueron incorporados
al Consejo Superior.
Al concluir, Petrazzini recordó a quienes los
acompañaron de una forma u otra en el proceso de normalización
universitaria, tal es el caso de Juan Carlos Pereira Pinto, primero rector
normalizador designado por el Presidente de la Nación, Enrique Machado,
Alberto Angeloni, Carlos Soñez, Roberto Tafani, entre otros.
En declaraciones a la prensa, Roberto Seiler, primer rector
electo por la asamblea universitaria de aquel entonces, señaló
que “es importante recordar la historia porque se constituye en un manual
para cada día y nuestras decisiones del presente tienen un gran
componente de esa historia”.
“No hay que dejar de lado a las asambleas –dijo-
porque son el poder constituyente de la Universidad. Hay que echar a andar
la asamblea universitaria, porque ella debe hacer sentir a cada integrante
de la comunidad universitaria que su poder constituyente nos está
impulsando a ser cada día una Universidad mejor”, agregó.
Seiler también subrayó que “permanentemente,
tenemos que pensar qué hacemos para que la Universidad sea mejor
conductora de la sociedad, que es una de sus grandes funciones: liderarla
y guiarla en este marco de libertad y democracia que vivimos hoy”.
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